GENTE CORRIENTE

Marta Aguilar: "No sería lo que soy de no haber sido maquinista"

Dejó el tren para convertirse en lo que más quería ser, actriz, y ahora trabaja en cine, teatro... y haciendo de estatua en Venecia

zentauroepp48369751 marta aguilar190603133335

zentauroepp48369751 marta aguilar190603133335 / ALBERT BERTRAN

3
Se lee en minutos
Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

ver +

Hace unas semanas, Marta Aguilar hizo de estatua en Venecia. Algunos la adoraron y otros le tiraron huevos, la pintaron con espray, le pusieron explosivos. Aguilar, como si nada. Como una estatua. Su papel no solo era el principal sino el más divertido, y en cierto modo el más sacrificado, de la performance de Marcel Borràs incluida en 'To lose your head', el proyecto de Catalunya en la Bienal de Venecia. ¿Quién –se habrá preguntado alguien– es esta mujer y cómo ha acabado aquí? Pues bien: es actriz. Tiene 36 años y se crió en L’Hospitalet. Y antes de ser actriz… era maquinista.

-Maquinista.

-Es que mi padre era maquinista. Para mí era normal. Un día me dijo que iban a abrir una convocatoria en los ferrocarriles, que por qué no me apuntaba, y yo me apunté.

-No es que haya mucha afinidad. Entre actuar y llevar un tren.

-No entré de maquinista. Eso fue después. Cuando entré, entré en taquillas. Hice puesto de mando, centro de supervisión de estaciones, megafonía… Pero lo que más ilusión me hacía era aprender a llevar el tren. Porque era lo más romántico. Así que pedí un curso de maquinista.

-¿Y? ¿Le gustó?

-Me pareció interesante entender el mecanismo. Me parece bonito saber lo que es el pantógrafo, la catenaria, cómo funciona la máquina, cómo frena, los sistemas de seguridad, el 'hombre muerto'…

-Esa perspectiva desde la cabina…

-Es muy bonita. El túnel es terrorífico, pero ya a partir de Sant Boi salía a la calle, a la naturaleza. Iba hasta Manresa, hasta Igualada. En primavera ves la explosión de la retama, o ves piaras de jabalís, o familias de patos... O cuando caía una nevada: era espectacular.

-¿No era muy joven para llevar un tren? ¿Qué edad tenía?

-A ver… A ferrocarriles entré con 19, así que con 22… Creo que con 22 ya llevaba el tren. No es tan raro.

-¿No se planteó ser maquinista el resto de su vida?

-La verdad es que me costó mucho dejar el tren. Claro que me hice la pregunta de si aceptaba eso como mi vida, pero es que no podía. Sentía que si lo hacía me iba a morir en vida. Sentía que no estaba viviendo lo que me apetecía.

-Y, cuénteme, ¿cómo descubrió la actuación?

-En esa época empecé a ver mucho cine, y un día me vi pensando que me gustaría ser actriz. Qué divertido debía de ser eso, hacer vidas que no te pertenecen, que te disfracen, meterte en situaciones que no te tocaría vivir. Pero lo viví en secreto mucho tiempo. No era una decisión sencilla. Ganaba dinero, vivía sola, podía viajar…

-¿Qué hizo? Quiero decir: ¿cómo lo hizo?

-Con el dinero que había ganado me apunté al Col.legi de Teatre. Además, empecé a ir al teatro de martes a domingo, a verlo todo. Me enamoré del teatro. Vi cosas magníficas y cosas horrorosas, pero de las cosas malas también se aprende. Diez años después sigo locamente enamorada.

-Enamorada.

-Mi gran amante sigue siendo el teatro.

Noticias relacionadas

De maquinista a actriz, Marta Aguilar se ha convertido en lo que quería ser. Aparte de estatua en Venecia, ha participado en varias obras de teatro, entre ellas 'Nuestras cositas', 'Femelles' o ("es con la que más he vibrado") 'Cinco tonos del color azul'. También ha trabajado en cine, lo más reciente 'El vestit' y 'La filla d’algú'. Pero en el escenario, o delante de cámaras, no se olvida del tiempo en que fue maquinista.

-No sería lo que soy de no haber sido maquinista.