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Pere Fontanet: "El público infantil y juvenil es el más duro"

Es técnico de cultura y fue el primer director de la Mostra Igualada, que celebra 30 años.

Pere Fontanet

Pere Fontanet / ÁLVARO MONGE

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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¿Quién no ha llevado a sus hijos, nietos o sobrinos a ver un espectáculo? El teatro familiar tiene una larga tradición y este año se cumplen 30 ediciones de la Mostra Igualada, el mayor escaparate de este género en Catalunya. Pere Fontanet (Montmeló, 1959), que actualmente es técnico de cultura en Montmeló, fue su primer director. La primera Mostra duró 1 día y se programaron 8 espectáculos. Desde el pasado jueves hasta mañana domingo, la 30ª Mostra ofrece 114 montajes de 55 compañías y reúne a 680 profesionales que determinarán la cartelera familiar.

El lema de la Mostra de este año es ‘Espectacles que et fan créixer’. ¿Qué espectáculos le han hecho crecer a usted?

Cuando era muy joven tuve la suerte de ver a Pepe Rubianes y eso me creó un sentido muy crítico. Si Rubianes actuara hoy en el teatro Capitol, la cola daría tres vueltas a la manzana.

¿Cómo entró en el sector del teatro familiar?

Fui monitor en el esplai de Montmeló desde los 16 años y allí me formé en la programación de espectáculos para niños y jóvenes. El primer grupo de animación de cierta calidad lo vi con 19 años en La Garriga y formaba parte de la programación del Moviment Rialles.  

Una entidad que revolucionó el sector.

En 1972 un grupo de personas de Terrassa organizaron espectáculos para recaudar dinero para las familias de los presos políticos catalanes. Al ver que les funcionaba, pensaron en iniciar una línea de creación artística con un mínimo de calidad y en catalán, no ya para el tema de los presos sino para enriquecer los momentos de ocio de niños y niñas.

Decenas de municipios se apuntaron.

De Terrassa pasó a Sabadell, Cerdanyola, Badalona… y se extendió como una mancha de aceite. Grupos locales de voluntarios, a los que más tarde se sumó el movimiento de maestros, hacían posible la organización. En 1989 me encargaron ser coordinador del Moviment Rialles de Catalunya, que era una delegación funcional de Òmnium Cultural. Gestionaba los grupos locales y las compañías. ¡Era el trabajo de mi vida!

En 1990 nace la Mostra en Igualada.

Se dieron todas las circunstancias: los programadores necesitaban ver los espectáculos, las compañías de actores no tenían un espacio donde mostrarse, la gente tenía la necesidad de ver espectáculos y los voluntarios y el ayuntamiento se volcaron.

Ahora se ha profesionalizado, pero en Igualada sigue habiendo voluntarios.

Si la Mostra fue un éxito fue por la gente. Yo podía estar delante, pero detrás había personas que colgaban carteles, acompañaban a los regidores y programadores, hablaban con los medios… En 1992 se celebraron los juegos olímpicos de Barcelona, que se asociaron al concepto de voluntariado. Ya entonces reclamé la misma justicia para el voluntariado cultural. Catalunya es lo que es en gran parte por el voluntariado cultural.

¿Por qué los cachés son distintos entre el teatro de adultos y el familiar?

Nunca lo he entendido. Todo lo que se hace para niños se tiende a menospreciar, como si cualquiera pudiera actuar y no es así. En este sector se da más intrusismo no profesional, pero las compañías tienen una capacidad de sacrificio y trabajo brutal. El público infantil es el más duro, el más crítico, el más castigador y el más sincero. Si algo no le gusta se levanta, por eso tienes que estar siempre con la energía al cien por cien.

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En junio de 1995 deja de coordinar Rialles y de dirigir la Mostra y dos meses después la mayoría de grupos de Rialles crean la actual Fundació Xarxa.

Había estado tan volcado en el trabajo que un día llegué a casa y me di cuenta de que mi hija mayor ya sabía escribir. Era el momento de dejar que entrara aire fresco. Todo lo que aprendí me sirvió posteriormente para redactar la propuesta de la Fira de Manresa, llevar la dirección artística de los espectáculos familiares de la Mercè durante dos años y gestionar gran parte la Festa dels Súpers.