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Núria Casals: "William Holden siempre se moría. ¡Qué disgusto!"

Bisnieta del precursor del cine en Badalona, ha volcado en 'La gran il.lusió' una investigación de dos años sobre la historia del séptimo arte en su ciudad natal

Casals, en la exposición que acoge actualmente el Museu de Badalona.

Casals, en la exposición que acoge actualmente el Museu de Badalona. / JOAN CORTADELLAS

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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No es exagerado afirmar que si alguien debía escribir un libro sobre la historia del cine en Badalona, esa persona debía ser Núria Casals. Bisnieta del fundador de la primera sala de cine estable en la ciudad, hija de un pequeño empresario de cuya imprenta salían los programas que durante años formaron parte del ritual cinematográfico y aficionada al cine desde pequeña gracias a unos padres que le inocularon la pasión hasta volverla vicio, Casals ha materializado dos años de investigación exhaustiva en ‘La gran il.lusió’, la historia del cine en la ciudad y título de la estupenda exposición a que dio lugar en el Museu de Badalona, actualmente abierta al público.

-El Cinematógrafo Mary, ¿no? El primer cine de la ciudad. El de su bisabuelo.

-Mi bisabuelo Thomàs Mary, sí. Tenía ascendencia inglesa. Se ve que era un espíritu inquieto y al saber del invento del cine dijo: "Vamos a abrir uno aquí". La primera película se proyectó el jueves santo de 1904. ‘Pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo’.

-Muy apropiado.

-Hay dos teorías al respecto. Una es esa, que efectivamente era apropiado para un jueves santo. La otra es que una película así daba respetabilidad. El cine no era visto con buenos ojos por algunos sectores de la sociedad.

-¿Dónde estaba?

-Estaba en lo que hoy es la Rambla. Ahora hay un restaurante italiano. Pero era una construcción precaria, de madera, y se quemó en un incendio el 31 de diciembre de 1906.

-¿Fin de la historia?

-No. En el mismo solar construyó un edificio de dos plantas y volvió a abrir el cine en la planta baja. Arriba estaba la vivienda familiar. Pero al cabo de unos años, en 1912, tuvo que cerrarlo porque no cumplía la normativa. Prefirió cerrar. Pero quiero decir que mi fascinación por el cine no viene por eso. Ya era mayor cuando supe esa historia.

-¿Entonces?

-Mis padres. A mí me engancharon al cine mis padres, que me llevaban cada semana a ver una película. Eso y el trabajo de mi padre, claro.

-Los programas.

-¡Ah!, sí. Mi padre imprimía los programas y los llevaba personalmente al cine. A veces me llevaba con él, y cuando  la persona no estaba nos invitaban a esperar en la sala. Para una niña de cinco años que jamás había visto imágenes en movimiento, era maravilloso.

-En el libro aparecen varias salas de aquella época: el Mary, el Zorrilla, el Picarol, el Victoria… ¿Cuál era su cine favorito?

-Mi cine era el Victoria, claramente. En parte porque era para el que mi padre trabajaba. Trabajaba para otros, pero el Victoria era un cliente fijo.

-Cuénteme algún recuerdo de esos años.

-Sí, a ver. ¡Ah!, el día que mi padre nos llevó al Marquina. Era una excursión, porque el Marquina estaba a 20 minutos a pie. Ponían ‘Sabrina’, y yo me quedé… Me pareció que Audrey Hepburn estaba guapísima, y William Holden se convirtió en mi actor preferido. A partir de entonces iba a ver todo lo que podía ver de él, y me llevaba muchos disgustos porque siempre, siempre se moría.

-Hasta parece raro que no haya vinculado su vida al cine…

-He sido profesora de secundaria durante 33 años, pero durante 30 he colaborado con el museo en temas de historia de Badalona. El museo tiene una revista, ‘Carrer dels arbres’, donde publiqué un par de artículos sobre la historia del cine en la ciudad. Se puede decir que fueron el germen del libro.

-El libro se detiene en 1975. ¿Por qué?

-La muerte de Franco. El final de la censura. Me pareció un corte natural.

-Dígame, ¿qué escribiría si escribiera sobre el cine en la actualidad?

-Bueno… El otro día fuimos con mi marido, que también es un gran aficionado, a ver ‘El vicio del poder’. No había nadie en la sala. Ninguno de los cines de entonces existen. Ahora todos son multicines, que no es lo mismo. El cine era algo especial, y eso se ha perdido.

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-Supe que la premiaron.

-Sí, qué ilusión. El Premio Film-Historia, de la UB. Fue una grandísima sorpresa porque no habíamos enviado nada, no nos habíamos presentado, y un día llamaron…