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Eva Vilanova: «La idea es poetizar los entornos sanitarios»

Esta pedagoga potencia a través del arte el bienestar de los jóvenes ingresados en el Hospital de Can Ruti

La pedagoga Eva Vilanova, responsable del proyecto ’Tiretades’.

La pedagoga Eva Vilanova, responsable del proyecto ’Tiretades’. / FERRAN NADEU

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Manuel Arenas
Manuel Arenas

Redactor y coordinador del equipo de información del área metropolitana de Barcelona

Especialista en historias locales, audiencias e información del área metropolitana de Barcelona y reporterismo social

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Cuánto arte tienen los hospitales, pensó la pedagoga Eva Vilanova (Barcelona, 1975) allá por el 2007, cuando emprendió el proyecto 'Tiretades', de dinamización artística en espacios sanitarios. Llegó a esa conclusión tras dos largas estancias en México y Cuba, donde descubrió en el teatro una herramienta para dar voz a la comunidad. Al volver, pensó: "¡Claro, era esto!". Y así llegó al Hospital Germans Trias i Pujol (Can Ruti), en Badalona, donde junto con los chavales hospitalizados auna sus dos pasiones, educación y arte.

-¿Cómo nació 'Tiretades'?

-Cuando el aula hospitalaria de Can Ruti empezaba, me llamaron para ir un día porque estaban probando cómo articularla. Vimos que las artes plásticas encajaban: la situación de los chavales se adaptaba al espacio.

-Y surgió la amalgama entre arte, sanidad y educación.

-Exacto: con la profesora del aula decidimos trabajar conjuntamente. No es un proyecto cerrado: los chavales entran y salen, pues algunos dejan de estar ingresados o se hacen pruebas, pero lo bueno es que los procesos creativos son colectivos y acumulativos, es decir, que cada uno sigue el trabajo del otro y aporta su chispa.

-¿Cuál es su trabajo concretamente?

-Por una parte, diseño el proyecto artístico y dinamizo la actividad de los chavales en el aula; por otra, intento acoger al máximo de participantes, ya que nunca sé cuántos vendrán después de que la profesora les recoja en las habitaciones. Las actividades están abiertas a los chicos de pediatría, de 3 a 18 años, y a sus familiares.

-¿Qué tipo de actividades hacen?

-Por ejemplo, ahora estamos trabajando los desechos en el fondo marino y hemos creado unos fósiles como si fuésemos arqueólogos. A veces, los temas surgen de ellos y nosotros provocamos los procesos creativos; luego, la profesora documenta el contenido a nivel curricular.

-¿Por qué un hospital y no otro lugar?

-Nuestro objetivo es potenciar el bienestar de los jóvenes hospitalizados y sus familias haciéndoles protagonistas a través de la acción creativa. La idea es poetizar los entornos sanitarios y hacerlos acogedores.

-Algo a caballo entre la arteterapia y lo lúdico.

-Sí. Siempre digo que yo no soy arteterapeuta; es cierto que proponemos un bienestar, pero de ahí a hacer terapia hay una diferencia.

-¿De cuántos niños hablamos?

-Depende del día: quince, cinco, tres…hubo una época que lo hacíamos una vez a la semana, pero ahora, que tenemos menos recursos, lo hacemos una vez al mes, de 10:00 h a 13:00 h.

-¿Y qué tipo de hospitalización es más común?

-Hay de todo: los chavales con estancias más largas disfrutan de todo el proceso: al final son ellos quienes explican a los nuevos de qué va la historia; los que vienen solo un día, tienen voz en ese momento.

-Habitualmente, ¿los críos tienen ganas de participar?

-Aunque desde el proyecto lo promovemos, debemos ser conscientes de dónde estamos y hay quien no puede o no tiene ganas. Al principio, algunos dicen "yo no sé", pero luego se quejan: "¿Ya se ha acabado? ¡No quiero irme!". Hay un caso brutal de una chica que, tras un largo ingreso, acabó pintando cuadros en su casa a raíz de estar con nosotros.

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-Qué bueno. ¿Alguna otra historia personal que le marcara?

-Cuando alguno de los chicos ha muerto, sobre todo pacientes oncológicos, me he planteado cómo gestionarlo. Es duro. Toca, toca. Hasta que no ocurre, no lo procesas. Me impactó el caso de una niña muy pequeña con cáncer. Son cosas que necesitas compartir y que no puedes quedarte para ti.