Gente corriente

Giovanni Marzocchi: "Para hacer historia solo hace falta vivir y contarlo"

El archivero de la memoria popular custodia miles de vidas anónimas en La Roca del Vallès.

Giovanni Marzocchi, responsable del Arxiu de la Memòria Popular de la Roca del Vallès. 

Giovanni Marzocchi, responsable del Arxiu de la Memòria Popular de la Roca del Vallès.  / ANNA MAS

3
Se lee en minutos
Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

ver +

Durante 20 años Giovanni Marzocchi (Pieve Santo Stefano, 1957) se ha sumergido en los recuerdos y las vivencias más íntimas de miles de personas. El responsable del Arxiu de la Memòria Popular de La Roca del Vallès, que custodia 2.800 documentos autobiográficos (contacto: arxiumemoria@laroca.cat), habla con pasión de un trabajo tan fascinante como poco reconocido. El ayuntamiento de La Roca acoge también las Jornades nacionals de patrimoni etnològic, que se celebran el 9 y 10 de noviembre.

El origen del archivo de La Roca hay que buscarlo en Italia.

En 1984 yo era técnico de cultura en el ayuntamiento de Pieve Santo Stefano, un pueblo de la Toscana, y el periodista Saverio Tutino propuso crear un archivo de escritura autobiográfica. Entonces aún no había cultura de rescatar la memoria como ahora y teníamos muy poco presupuesto, pero fue un éxito brutal. La Fondazione Archivio Diaristico Nazionale custodia 70.000 originales.

¡70.000!

Salíamos constantemente en prensa radio y televisión y estábamos tan desbordados que al final tuvimos que poner un límite de 150 originales al año. Según un estudio que encargamos, entre un 60 y un 63 por ciento de la población mediterránea tiende a escribir su historia, aunque solo sean pequeños relatos. La gente tiene necesidad de dejar huella.

¿Cómo llegó esta idea a La Roca?

Me marché de Italia en 1988 para vivir en Sitges pero en vacaciones siempre volvía al pueblo y pasaba por mi antiguo despacho. En noviembre de 1996 estaba allí sentado cuando vi una carta encima de la mesa con el membrete del ayuntamiento de La Roca del Vallès. 

¿Qué hacía una carta de La Roca en Pieve Santo Stefano?

Estoy convencido de que me esperaba a mí. Era del alcalde y pedía información sobre el archivo porque querían hacer algo con el nombre de Romà Planas, una figura importante en la recuperación de la Catalunya democrática que había muerto en 1995. Me llevé la carta y en cuanto volví llamé al alcalde.

En febrero de 1998 nacía el Arxiu de la Memòria Popular.

El objetivo no es solo custodiar el tesoro de la memoria para salvaguardarlo de la destrucción sino darle valor y difundirlo a través del premio Romà Planas i Miró, que este año se entrega el 24 de noviembre. El archivo está abierto a la consulta y los originales que ganan se publican. Una vez el texto ha pasado la selección ya no se corrige porque respetamos el nivel gramatical de cada persona.

¡Qué trabajo tan bonito el suyo!

Me ha dado una riqueza interior tan brutal que no hay sueldo que lo pague. Llegas a empatizar profundamente con personas que no conoces de nada y que no tienen a nadie más que les escuche. La gente viene aquí a hablar horas y horas, pero es parte del trabajo. No podemos pretender que depositen aquí sus vidas sin saber quién y cómo se ocupará de darles un tratamiento idóneo a sus intimidades más profundas.

¿La guerra civil es el tema estrella?

Sí, pero hay muchas formas de hacer historia; no es indispensable haber pasado una guerra.

¿Qué es indispensable?

Para hacer historia solo hace falta vivir y contarlo. La memoria autobiográfica es tu verdad sobre un hecho, nadie puede contarla por ti, es única, y tú eres el único que pone límites a tu verdad. Hay que salvar la memoria de la gente anónima porque cada documento es una vida; si no se pudiera salvaguardar esto sería perder nuestra esencia, nuestros orígenes, sería como un genocidio.

Noticias relacionadas

¿Para cuándo sus memorias?

Lo mío también es una historia... Antes de encargarme del archivo tuve una tienda de moda en Sitges, fui chófer y secretario del dueño de la Damm, camarero, portero de noche… Hace muchos años que escribo un diario, pero no sé si lo presentaré  nunca.