Marc Galindo: "El rock puede ser algo académico, intelectual"

Un día, cuando aún no había mudado sus cosas al piso de la adolescencia, la flauta de un profesor de cuyo nombre aún se acuerda sonó en el aula de clase y Marc Galindo se supo abducido por un definitivo hado. "Esto es lo que yo quiero hacer", se dijo a sí mismo. Unos 15 años después se ha convertido en el primer graduado del grado superior de Rock, Músicas Urbanas y Nuevas Tendencias que hace cuatro años puso en marcha la Escuela Superior de Música Jam Session de Barcelona. El primer graduado de la pionera universidad del rock.

-Viene usted a ser un rockero de academia, ¿no?

-Me alegra que me lo pregunte, porque hay gente que el rock tiene que ser necesariamente autodidacta, que no puede ser algo académico, intelectual. Mucha gente me lo dice.

-¿Y usted qué les dice?

-Pues que no, claro, que el rock se puede estudiar. Es una música que tiene una historia como la pueden tener la música clásica o el jazz, y a nadie le llama la atención que alguien se dedique al estudio de la música clásica. Hay toda una industria ahí afuera que necesita profesionales, y no me refiero solo a músicos.

-¿Entonces? Acaba de terminar la carrera, es un momento importante. ¿Qué piensa hacer?

-Qué podría ser: podría dedicarme a sonorizar bandas, ser profesor, productor musical… Yo me he decantado por la rama de la interpretación, pero también quiero compaginar mis proyectos con la docencia. Quiero ser profesor de música. Estos cuatro años aquí me han enseñado a querer la docencia.

-Cuénteme, ¿qué hizo de trabajo final?

-Un disco. El trabajo final tiene que ser música y yo me propuse sacar adelante un disco con unas canciones que tenía escritas de antemano.

-Sí… ‘Con dos cuernos’, ¿no? He leído algunas reseñas. Dígame, ¿qué le aporta haberlo hecho bajo un paraguas académico?

-Me aporta análisis. Como le digo, se trata de canciones que ya tenía escritas antes de entrar en la escuela, pero hacer el disco aquí me permitió entender mejor esa música y mejorarla, y dotarla de un marco teórico. Tuve la impresión de que le sacaba más jugo a mi música.

-Un disco de heavy metal, ¿no?

-Pero ahí también se nota la influencia de la escuela. Yo soy del metal, ese siempre ha sido mi espíritu, es lo que me considero, pero este disco fusiona el hard rock, el heavy metal, el blues y el jazz. Son los cuatro pilares que aguantan las composiciones. En parte era inevitable por lo que he aprendido. Me gusta haber abordado otros estilos.

-Su instrumento es la guitarra, si no estoy mal.

-La guitarra es mi primer instrumento, pero aquí en la escuela tienes que elegir un instrumento secundario, que en mi caso es el bajo. Lo he aprendido a tocar aquí. Y hace tiempo que me atreví con la voz.

-Tiene 26 años, ¿me equivoco?

-Veintiséis, sí.

-Veintiséis años, y por lo que he leído, algo que ya se puede llamar trayectoria. ¿Qué pasó después de aquella flauta y aquel profesor en el aula?

-El profesor, me gustaría mencionarlo, se llama David Puertas. Lo considero mi padre musical. Pues sí, muy poco después de que tocara la flauta en clase me integré en mi primer grupo. Se llamaba Mar Negro. Básicamente nos dedicábamos a hacer versiones de Mago de Oz.

-¿Qué hacía usted?

-Tocaba la flauta travesera. Luego me gustaría mencionar otra banda, Staccatum. Tuvimos suerte porque nos llamaron para muchos bolos, y además grabamos tres maquetas. De aquella manera, porque no había medios, pero ahí quedaron.

-Por edad, me da la impresión que este grado de rock, llamémoslo así, apareció en un momento providencial…

-Totalmente. Apareció cuando yo había terminado los estudios de grado medio y me estaba preguntando dónde iba a seguir estudiando. Pero lo de seguir estudiando lo tenía claro.

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-Si tuviera que resumir lo que le ha dado la academia, ¿qué diría?

-Pues… Diría que me ha dado un discurso musical.