GENTE CORRIENTE

Prince Ogunjobi: «Cuidarse y moverse es invertir en nuestro futuro»

La gran carrera de este apasionado del 'fitnes' y los maratones es ayudar a la gente a sentirse en forma, por dentro y fuera. 'Mens sana in corpore sano', con mucho optimismo.

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zentauroepp42590890 prince ocontra contraportada180402174004 / RICARD FADRIQUE

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Carme Escales
Carme Escales

Periodista

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Prince Ogunjobi nació en Lagos (Nigeria), en 1985, pero creció en la ciudad de Woodstock, en Illinois, al noroeste de Chicago, allí donde todos eran blancos, «gente fantástica, pero nunca pude sentir en mi corazón que pertenecía a ese lugar. Siempre había quien me recordaba que era negro», dice. Pese a ello, Prince maduró aprendiendo a valorar las pequeñas cosas y alimentando un gran optimismo. Su madre, psiquiatra infantil –de EEUU y blanca– que visitaba en casa y en escuelas, tuvo mucho que ver en ello.

–¿Cómo se enseña a valorar lo mínimo? De niño, cuando iba con mi madre por la calle y veíamos a algún pobre pidiendo limosna, ella me decía: ‘dale tus monedas, él las necesita más. Si tú las necesitas yo te podré dar más’. Así me hacía pensar. Ahora, cuando oigo a amigos o gente a la que entreno lamentarse de ciertas cosas, les digo vamos a África a ver motivos para quejarse.

–Fortaleza interna para un entreno del físico. ¿Cómo se preparó para ser entrenador? Fui miembro de la armada estadounidense. El entreno físico es lo mejor que me llevé. Me alisté siguiendo los pasos de mi hermano, seis años mayor, al que me sentía muy unido, pero la armada no era para mí.

–¿Su actual dedicación la eligió su cuerpo? Yo había hecho la carrera de Psicología, porque en el fondo me gustaba mucho lo que mi madre hacía, era muy amable con todos. Y, viendo que a la gente también le gustaba hablar conmigo, pensé que tal vez había heredado algo de ella. Pero al dejar la armada no tuve claro qué hacer. Mi madre  me convenció. Claro, a mí me gustaba mucho correr maratones, se me daba bien.

– ‘Born to run’... Sí, correr era un placer para mí. Monté mi propio negocio como entrenador personal –www.trainerprince.com. Natasha, una amiga rusa con un problema de tiroides fue mi primer cliente. El segundo fue su novio, que quería saber bien qué hacíamos.

–¿Qué le hizo trasladarse a Catalunya? Tenía mi trabajo, dinero, coche, casa, pero sentía que la felicidad tenía que ser algo más. Y un amigo me propuso acompañarle a Europa. Fuimos a Polonia y vinimos a correr el maratón de Barcelona. Luego fuimos a visitar a su tía en Sant Cugat. Me gustó tanto Sant Cugat que me dije: en un año quiero estar viviendo aquí. Y así fue.

–Ahora es temporada alta en su negocio, ¿Está notando la operación bikini? Sí, antes del verano se apuntan más mujeres. Los hombres lo hacen en otoño. A mí me gusta cuando la gente lucha por lo que quiere. El entreno es físico y mental. Doy caña en los ejercicios, al mismo tiempo que tocamos temas profundos. Cuando voy a una casa, lo primero que miro es el frigorífico, para ver qué me dice de la persona. Puedo saber si está triste, al final todo es cuestión de amor y de inseguridades. Y los hombres, aquí, cada vez tienen más.

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–Perder y recuperar peso es algo cíclico. Hasta que entendemos el concepto de alimentación como aquello que el cuerpo necesita, y el deporte para cuidarnos. Si no te mueves hoy, mañana pagarás por no haberte movido. Moverse, cuidarse y ser positivos es invertir en nuestro futuro. Alimentarse bien y trabajarse la mente no debe ser una obsesión, sino un estilo de vida.

–¿Cómo es el suyo, un día normal? Me levanto a las 5.30 h. Leo un libro, no de ficción, y miro las noticias de EEUU mientras tomo café. Luego empiezo los entrenos hasta las 18.30 h, con una breve pausa para comer. De 18.30 a 19.00 h, descanso haciendo meditación con música. Luego sigo con los entrenos hasta las 22.00 h. Lunes y miércoles a las 20 h (y sábado a las 10.00 h) hago entreno abierto a todo el mundo. El sábado voy al mercado. El domingo entreno, más fuerte y rápido, con mis amigos, jugadores de rugby del Sant Cugat.