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Magda Rivera: "Siempre he vivido de mi arte y quiero que mi hija también lo haga"

Va de editorial en editorial con los poemas de su hija, que sufre esquizofrenia y trastorno bipolar

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zentauroepp42496039 rivera180313172821 / FERRAN SENDRA

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Mauricio Bernal

En el hospital de salud mental donde permanece ingresada, Isabel escribe. Ha escrito siempre. Le han diagnosticado trastorno bipolar y esquizofrenia y desde hace años ha estado entrando y saliendo de ese hospital o de hospitales como ese, pero nunca ha dejado de escribir. “Ya ni sé cuántas veces ha estado ingresada”, dice su madre, Magda Rivera, ecuatoriana y pintora. Artista. Magda, que cree en la poesía de su hija. Que cree en su literatura, y en que la literatura va a salvarla. Por eso ha hecho un recopilatorio de su obra, y por eso en su tiempo libre se ha dedicado a ir por editoriales, segura, convencida de que alguien la va a publicar. Está decidida a eso, así lo dice: a "salvarla".

-¿Qué edad tiene ella?

-¿Isabel? Tiene 22.

-¿Está ingresada aquí, en Barcelona?

-Sí, está aquí, ahora está aquí. Después del último brote psicótico me la traje para Barcelona, pensé que era lo mejor.

-¿Dónde estaba?

-En Tenerife. Vivimos muchos años en Tenerife. Mire, yo quiero hacer un inciso: el diagnóstico médico es ese, trastorno bipolar y esquizofrenia, pero eso son etiquetas, estigmas. El problema de mi hija es con las drogas, que empezó a consumir muy joven. El cerebro de una joven de 13 años no está preparado para las drogas.

-Entiendo. ¿Esos son sus poemas?

-Sí, los traje para que los viera. Este es el borrador que he llevado a las editoriales. Para que vea que mi hija no escribe ñoñerías, o incoherencias. Es una poesía dura. Cuando escribe, mi hija es todo menos políticamente correcta. Eso me encanta. No es un libro cualquiera de una madre que adora a su hija. Siempre llevo el libro en la mochila y se lo muestro a todo el mundo.

-¿Y las ilustraciones?

-Son mías. Me he tomado el trabajo de leer todos y cada uno de los poemas para ponerles la ilustración adecuada. Hay muchas que pinté hace mucho tiempo. A veces pienso que es como si lleváramos años trabajando en el mismo proyecto sin saberlo. Todo el trabajo mío de años fundido con todo el trabajo suyo de años.

-Un proyecto de madre e hija.

-Sí. Trabajamos juntas, ella está muy pendiente. A veces me dice: “Esto no lo vayas a publicar en el poemario porque es para el rap”.

-¿El rap?

-Sí, también escribe letras de rap. Eso ya me gusta menos.

-¿Cuál es esa imagen con la que sueña a futuro?

-Mi sueño pasa por volver a tener estabilidad económica, tomar otra vez las riendas de mi vida y llevar a mi hija a un lugar más sano, más estimulante. Al fin y al cabo en el hospital también se pasa todo el día drogada, con otro tipo de drogas, pero drogada. Y en un entorno como ese, yo pienso, ¿cómo se va a recuperar mi niñita?

-Dice “volver a tener estabilidad”. ¿Pasa por un mal momento?

-No exactamente, pero… Barcelona es una ciudad difícil. En Tenerife tenía mi propia galería de arte y me iba bien. Hasta que llegó la crisis, claro. Aquí me está costando.

-¿Cómo se gana la vida?

-Bueno… Pintando murales y exponiendo mis pinturas en restaurantes. Pero sé que saldré adelante, que saldremos adelante, las dos, Isabel y yo. Las dificultades son parte de la vida. Había venido a Barcelona muchas veces de vacaciones. Mi sueño era vivir aquí, y aquí estoy.

-¿Qué le han dicho en las editoriales?

-Lo han visto con buenos ojos, pero me han dicho que les presentara el libro de otra manera, en formato editorial… Es lo que estoy haciendo. Esto, mire: yo quiero subrayar que esto es muy importante para mí. Yo no quiero que mi hija acabe trabajando en un supermercado, de cajera, que son los empleos que ofrece el sistema a los jóvenes de hoy. Mi hija no puede ser cajera. Yo me hice artista, pero ella nació artista.

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-Que viva de su arte, ¿no?

-Como he hecho yo. Yo huí de Ecuador porque allá a una mujer que quería vivir de su arte prácticamente la trataban de puta. Pero yo no claudiqué, ¡nunca! Siempre he vivido de mi arte y quiero que mi hija pueda hacer lo mismo.