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Lou Hevly: «Hablar catalán te abre unas puertas que ni te imaginas»

Nacido en Seattle y residente en Manresa, se dedicó durante 20 años a la música callejera antes de convertirse en experto en gramática catalana

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«Hablar catalán te abre unas puertas que ni te imaginas»_MEDIA_1 / MARC VILA

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Gemma Tramullas
Gemma Tramullas

Periodista

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Dos nombres han marcado la vida de Lou Hevly (Seattle, EEUU, 1949): Bob Dylan y el gramático Josep Ruaix. El primero determinó su vocación musical y con el segundo consolidó sus conocimientos de catalán. Hevly vive en Manresa y, entre otras cosas, es autor de una gramática inglesa en cinco tomos escrita en catalán y un manual de inglés para catalanohablantes, un patrimonio lingüístico sensacional y poco conocido.

–Usted estaba estudiando en la universidad en Seattle en plena eclosión del movimiento hippy y contra la guerra del Vietnam. Dudaba entre estudiar Derecho, Filosofía o Políticas, pero poco a poco me fui interesando más por la música y su aspecto social: The Beatles, The Rolling Stones, Grateful Dead, Bob Dylan... ¡Nadie tenía letras tan fuertes como Dylan! [canta Highway 61 Revisited].

–Durante 20 años se dedicó a la música. Primero tocaba country y después estudié clarinete. En 1980 vine a Europa con un grupo y durante un año tocamos en las calles de París y Amsterdam. En 1981 nos ofrecieron actuar en la inauguración del Globus Bar de Manresa y parte del grupo fuimos para allá. 

–De Seattle a Manresa, ¡menudo cambio! Yo no sabía que existía Catalunya, ni por supuesto el catalán, pero fui a caer en un nido de independentistas [ríe] y un amigo me compró el libro Teach yourself catalan (Aprenda catalán usted mismo) de Alan Yates. 

 

–Manresa se convirtió en su casa. Los primeros diez años viví en Manresa y de marzo a octubre viajaba por Europa en furgoneta con un espectáculo de calle en el que yo tocaba el clarinete y un muñeco la guitarra. Me ganaba bien la vida y en invierno volvía a Manresa. Luego pasé un año en el pueblecito de Josa de Cadí y finalmente volví a Manresa a enseñar inglés. 

–Y así fue echando raíces.

–Un año estaba tocando en Berga y una chica que me había escuchado cantar una versión del Pájaro loco en catalán me propuso tocar con la Cobla Ciutat de Berga por la Patum. ¡No sabe el privilegio que es para alguien de fuera tocar en la Patum!

–Pocos extranjeros hablaban catalán. A veces me preguntan si no hubiera sido más práctico para mí aprender solo castellano y yo digo que quizá sí, pero que hablar catalán te abre unas puertas que ni te imaginas.

–De la música pasó a la gramática. Cuando empecé a dar clases me sorprendió que no existiera ningún libro para aprender inglés en catalán, ¡ni siquiera en castellano! Todo era en inglés. Así que decidí que si no había ninguno lo escribiría yo, porque considero que usar la lengua propia facilita el aprendizaje del inglés.

–Tuvo un cómplice de lujo, el gramático Josep Ruaix. Ruaix se enteró de que un guiri intentaba escribir un libro en catalán para aprender inglés y se interesó. Le llevé mi ensayo y lo llenó de correcciones, pero siempre explicándome el porqué. ¡Era tan lúcido! Publiqué con él los cinco tomos de mi gramática inglesa en catalán y durante diez años tuve el privilegio de que fuera mi maestro. Tengo una deuda inmensa con él. 

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–También ha publicado el manual Anglès fàcilEn la web www.visca.com se puede consultar en línea el manual y un diccionario de frases hechas con 7.000 entradas en catalán y 6.000 en inglés. También se puede consultar el apartado Anglès difícil, con 110 capítulos sobre puntos conflictivos. 

–¿Nunca ha pensado en volver a Seattle? No, mi vida ahora consiste en profundizar en la comparación entre el catalán y el inglés. Estoy bien aquí. Me gusta la gente, Manresa, Catalunya; es un país molt ben parit. Mis cenizas se esparcirán por la montaña de Josa de Cadí.