Gente corriente

Ferriol Macip; «El pueblo que pierde su lengua se vuelve triste»

En Catalunya hay tres lenguas oficiales: catalán, castellano y... ¿Sabría usted completar la frase? Ferriol Macip sí.

«El pueblo que pierde su lengua se vuelve triste»_MEDIA_1

«El pueblo que pierde su lengua se vuelve triste»_MEDIA_1 / JUAN LUIS ROD

2
Se lee en minutos
GEMMA TRAMULLAS

Unos dos millones de personas saben hablar occitano, una lengua románica que tuvo su apogeo en la Edad Media y que se conserva en un territorio que va desde los valles alpinos italianos, pasando por Limoges, Niza y Toulouse (en Francia) hasta el Vall d'Aran, donde se conoce como aranés. Es la tercera lengua oficial en Catalunya y puede aprenderse en el Cercle d'Agermanament Occitano-Català. Ferriol Macip es traductor, hace un informativo en occitano en Betevé y dirige 'Jornalet', un diario digital en esta lengua.

-'Bon jorn. Cossí ès'? [Buenos días. ¿Como estás?] 'Va plan' [Bien].

-¿Qué hacemos en el Estadi Olímpic? [foto] Aquí fue donde empezó todo. Yo vivo en el barrio de Font de la Guatlla, tocando a la montaña de Montjuïc, y durante los Juegos tenía que pasar por controles de policía para llegar a casa. Así que en 1992 decidí irme y cruzar la frontera hacia Occitania.

-Occitania. Mmm... La mayoría diríamos sur de Francia. Yo ya sabía a dónde iba. A los 16 años aprendí esperanto y esto me abrió la mente, me abrió una cosmovisión totalmente distinta.

-¿Qué motivación podía tener un adolescente para aprender esperanto? El conserje del instituto donde estudiaba era esperantista. Un día nos hablo del esperanto y empecé a aprenderlo yo solo con algunos libros. Lo que te mueve es relacionarte con otras personas; hay poca gente que hable esperanto pero están repartidos por todo el mundo. En 1992 ya había hecho un curso de aranés y por eso sabía que iba a Occitania y que allí hablaban occitano.

-¿Qué situación se encontró? Pasé ocho años trabajando en colonias de verano. Recuerdo un pueblo, Aramits, donde todo el mundo hablaba occitano menos el cura, el alcalde y la maestra, que hablaban francés para dar ejemplo. En la escuela vi un cartel que decía: 'Parlez français/ Soyez propre' [Hablad francés/Sed limpios].

-Caray. Y de esto solo hace 20 años... Me horrorizó. A los niños les enseñaban que el francés es la única lengua capaz de transmitir los valores de la luz [pensamiento ilustrado] y el mensaje de libertad, igualdad y fraternidad de la revolución. Casi nadie ha transmitido el occitano a sus hijos.

-Es un milagro que aún queden hablantes. Hay una nueva generación de franceses que empieza a hacerse preguntas: «¿Por qué decimos refranes en una lengua que no hablamos? ¿Por qué cantamos canciones tradicionales en una lengua que no conocemos? ¿Por qué en los campos de fútbol cantamos un himno que no entendemos?». Ahora se reivindica lo occitano.

-El occitano es lengua cooficial en Catalunya desde el 2006 pero apenas se sabe. En un entorno lingüísticamente sostenible, hablaríamos catalán, castellano y occitano, además de francés y una interlengua para entendernos con todo el mundo. También me indigna que desconozcamos la lengua de signos catalana y el braille.

Noticias relacionadas

-Si apuntamos a los niños a inglés y a chino es para que tengan mejores empleos. Si los apuntáramos a esperanto les daríamos una visión más amplia del mundo. Una lengua es más que un código, es una manera de ver el mundo, una manera de vivir. Yo también hablo inglés, además de euskera, francés, italiano... Ninguna lengua, grande o pequeña, es superior a otra.

-Según los expertos, en el siglo XXI desaparecerán el 90% de las lenguas. El pueblo que pierde su lengua se vuelve triste, porque las personas dejan de ser ellas mismas. Lo que realmente nos hace únicos es que somos diversos. Cuando seamos todos iguales no tendremos nada que aportar ni que aprender de los demás.