Núria Querol: "El perro también es víctima de la violencia machista"

Esta médico de familia preside un proyecto que se ocupa de las mascotas de las mujeres maltratadas.

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«El maltratador también_MEDIA_1 / ROBERT RAMOS

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Núria Navarro
Núria Navarro

Periodista

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La violencia machista se denuncia –nunca lo suficiente– en los medios de comunicación. Pero no la agresión contra los animales de compañía de las víctimas de esa violencia (y hay casos escalofriantes). La doctora Núria Querol (Barcelona, 1974) no solo es una competente médico de familia de Gelida. También preside el programa VioPet (info@viopet.org), que acoge temporal o definitivamente a estos animales, y viaja un par de veces al año a EEUU parar reunirse con los expertos del FBI en la materia.

Primero: ¿qué hace una médico de humanos preocupada por los animales? Desde que tenía 4 o 5 años no hago distinción entre 'animales humanos' y 'no humanos'. Al crecer, tomé una posición activa contra cualquier tipo de violencia. Uno de mis mentores, el doctor Frank Ascione, de la Universidad de Denver, comenzó a describir la instrumentalización de los animales en la violencia de pareja. Me involucré. Y cuando hago la anamnesis de una paciente y tengo sospechas de violencia, siempre pregunto por sus mascotas. Ellas suelen contestar con un "no" o con un "¿cómo lo sabes?".

¿De qué tipo de violencia habla? Por ejemplo, de la agresión sexual al animal delante de la mujer y de los hijos. Es una manera muy perversa de maltrato, porque la mujer y los niños se sienten cómplices.

¡Es espantoso! Estudios de EEUU muestran que entre el 71 y el 86% de las mujeres que son víctimas de violencia relatan casos de maltrato a los animales. Nosotros hemos afinado un poco más y no solo tenemos en cuenta las agresiones físicas, sino también las psicológicas, que, según la Llei de Protecció dels Animals de Catalunya, se consideran maltrato. Los animales tienen miedo, ansiedad, se hacen pipí de manera incontrolada, tiemblan ante la presencia de una figura masculina.

En las casas de acogida no aceptan animales. Así es. Y existe una victimización institucional: la mujer pide ayuda y se le dice "el perro es lo de menos". Pero con frecuencia explican que el animal se interpuso entre ellas y el maltratador. Su percepción es que el perro les ha salvado la vida. Un niño me confesó que el único momento en que se sentía seguro era cuando el perro iba a su cama y dormía abrazado a él.

¿Es entonces cuando entran ustedes? Buscamos el recurso. VioPet gestionó el caso de la Ucanca González, la canaria cuyo maltratador huyó del juicio. Le ofrecieron un piso social, pero no quería abandonar a su perro. Se instaló en una tienda de campaña en la playa, con dos guardias civiles escoltándola 24 horas. Capturaron al agresor, pero la pena era de seis meses de prisión. Articulamos un plan de seguridad y garantizamos una casa de acogida para el perro.

No sé si preguntarle por más casos... Llevamos el de Ana Gómez, una mujer que murió asesinada por un disparo de escopeta de su marido, cazador. El agresor ahogó con sus manos al perro de la familia, delante de los menores, y se volvió a la cama. Una asociación de defensa de las mujeres de Galicia nos dijo que querían llevar el caso como acusación particular. Hicimos un peritaje de la peligrosidad del agresor y el juez aceptó el recurso.

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La crueldad no tiene límites. Es fundamental averiguar la intención. En un contexto de violencia de género se puede pretender hacer daño a la mujer, o chantajearla –"si me dejas le romperé la pata al perro"–. Muy diferente es el caso de alguien que, metódicamente, va a los refugios a recoger perros para torturarlos en su casa, o el de un grupo de granujas que queman a un gato o maltratan a una cabra, lo graban y lo cuelgan en las redes sociales.

Las redes han empeorado las cosas, ¿no? En cierto modo nos facilitan el trabajo. Dejan huella digital y aportan pruebas. Hay un tipo de fetichismo sexual, el crush, que consiste en chafar animales pequeños con el tacón del zapato y luego cuelgan el vídeo en internet. Ciberactivistas de China, país poco amigo de los animales, detectaron a los responsables y fueron detenidos.