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Craywinckel: La calle de los siete autobuses

Vecinos de esta calle de Sarrià-Sant Gervasi denuncian las molestias de un área de intercambio de autobuses

La parada de autobús de la discordia en la calle de Craywinckel.

La parada de autobús de la discordia en la calle de Craywinckel. / RICARD FADRIQUE

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CHRISTIAN MORALES CLARASÓ / BARCELONA

La convivencia entre la infraestructura del transporte público y los vecinos no siempre es fácil. En el caso de las paradas de autobús, el ruido y los problemas de movilidad suelen ser los puntos más conflictivos. Es en parte el caso de la calle Craywinckel de Barcelona (Sarrià-Sant Gervasi), convertida en la calle de los siete autobuses, ya que TMB ha colocado allí un área de intercambio en la que conviven siete líneas: la H4 que conecta Zona Universitaria con Bon Pastor, la V15 que comunica Vall d’Hebron con Barceloneta, dos líneas convencionales (22 y 92) y tres autobuses de proximidad, los llamados Bus Barri. En el caso de las líneas H4 y V15, muchos autobuses son articulados.

Craywinckel no es una callejuela estrecha pero tampoco una gran avenida. Cuenta con una calzada con tres carriles, dos de circulación y uno de estacionamiento, y dos aceras, una a cada lado de la travesía, que no son muy anchas. Según denuncian algunos vecinos, la masificación de viajeros que se concentran en la parada a la espera de cualquiera de los siete autobuses dificulta el paso de los peatones por la acera. De la misma forma, los autobuses complican el tráfico rodado, sobre todo en las horas punta (de 8.00 a 10.00 horas y de 16.00 a 18.00 horas). “Esto parece la cola de un festival de música”, argumenta una vecina junto a la parada. La presencia de autobuses en la parada es casi ininterrumpida, por lo que en realidad los dos carriles de circulación de la calle Craywinckel se han convertido en uno, según denuncian algunos conductores que deben pasar por ahí camino del trabajo para llevar a sus hijos al colegio.

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No todo son quejas. Hay vecinos que destacan que la parada ha mejorado la movilidad del barrio. Ese es uno de los argumentos que TMB apunta para defender la decisión de elegir la calle de Craywinckel como área de intercambio: Sarrià-Sant Gervasi es un distrito que ha crecido en población y demanda de transporte y de esta forma "se le proporciona un buen servicio", afirman fuentes de TMB.

No todas las calles son adecuadas para acoger un área de intercambio. Según TMB, hay que cumplir una serie de requisitos (anchura de la acera y de la calzada, proximidad con las viviendas, etcétera) que la calle de Craywinckel cumple. ¿Y lo que vale para la parada de una línea de autobús sirve para siete? Según TMB, sí. Los vecinos de Craywinckel difieren: no es lo mismo el atasco que causa un autobús que siete.