Análisis

Dimisión obligada

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Javier Pérez Royo
Javier Pérez Royo

Catedrático de Derecho Constitucional

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Una vez que se ha hecho pública la contabilidad de Luis Bárcenas, Mariano Rajoy no puede continuar siendo presidente del Gobierno. Cuanto más tarde en reconocerlo así, mayor será la crisis a la que su partido y su Gobierno tendrán que enfrentarse. Y como consecuencia de ello, mayor será también la crisis del sistema político español.

El presidente del Gobierno no puede pedir a los ciudadanos que hagan como que no han visto lo que han visto. La contabilidad secreta del PP ya no es un rumor que corre en los mentideros políticos, sino un documento conocido por la opinión pública española y mundial. Ninguno de los medios de comunicación que han dado a conocer el documento ha puesto en duda la autenticidad del mismo así como la veracidad de su contenido. La presunción de veracidad de la contabilidad del extesorero del PP es alta. Y dicha presunción de veracidad resulta incompatible con la presunción de honorabilidad del presidente del Gobierno.

Sin la destrucción de la presunción de veracidad de la contabilidad de Bárcenas, Rajoy no puede recuperar su presunción de honorabilidad. Eso es lo que se esperaba de la comparecencia del pasado sábado: que el presidente del Gobierno fuera capaz de destruir la presunción de veracidad de Bárcenas de una manera que pudiera ser aceptada por la ciudadanía. Española y europea, como mínimo.

Ocurrió todo lo contrario. El presidente del Gobierno nos pidió a los ciudadanos algo más que un acto de fe, ya que la fe, en la clásica definición del Ripalda, consiste en creer en lo que no vemos, mientras que Rajoy nos pidió no solo que creyéramos en lo que no vemos, sino que no creyéramos en lo que hemos visto. Y todo ello, sin darnos una explicación de por qué deberíamos hacerlo.

Y eso es sencillamente imposible. Ningún sistema democrático puede descansar en la renuncia de los ciudadanos a ver lo que han visto. Y no solamente ellos, sino los ciudadanos de todos los demás países del mundo y en especial los de la Unión Europea. La renuncia al conocimiento es incompatible con la democracia.

Pérdida de honorabilidad

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Si esa es toda la respuesta del presidente del Gobierno a la publicación de la contabilidad de Bárcenas, tiene que presentar la dimisión. Y tiene que hacerlo de manera inmediata. La pérdida de honorabilidad de Rajoy ante la opinión pública española y europea solamente puede ir a más. Cada día que pasa es mayor la presunción de veracidad de la contabilidad y menor la presunción de honorabilidad del presidente del Gobierno.

Hubiera preferido no escribir este artículo. Pero creo que de nada vale enterrar la cabeza en la arena y renunciar a ver la naturaleza del problema con el que tenemos que enfrentarnos. El Gobierno y el PP se encuentran en la posición en la que se encuentran como consecuencia no de un ataque exterior, sino del conocimiento público, desde el corazón del propio partido, de lo que ha sido la conducta de sus dirigentes más destacados desde prácticamente la fundación de la organización. No pueden seguir dirigiendo el país.