el verano del covid-19

Los puertos deportivos de la Costa Brava, a la espera de la llegada de turistas europeos

Está permitido salir a navegar con restricciones de aforo y si se tiene la embarcación dentro de la misma región sanitaria

Vista de edificios y terrazas en el litoral de la Costa Brava

Vista de edificios y terrazas en el litoral de la Costa Brava / periodico

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Los puertos deportivos de la Costa Brava están a la espera de que se flexibilicen las restricciones en la movilidad para arrancar la temporada. El director gerente del Club Nàutic L'Escala y vicepresidente de la Associació Catalana de Ports Esportius i Turístics (ACPET), Raimon Roca, ha concretado que la mitad de los usuarios de los puertos gerundenses son extranjeros (mayoritariamente europeos) y que también hay mucha afluencia de navegantes del área metropolitana de Barcelona. En fase 1, se permite salir a navegar a una distancia máximo de 12 millas, con restricciones de aforo y si se tiene la embarcación amarrada dentro de la misma región sanitaria donde se vive. "Prevemos recuperar progresivamente la actividad a medida que se vaya permitiendo más movilidad", apunta Roca.

La imagen habitual del verano en la Costa Brava es la de playas llenas y multitud de embarcaciones surcando al mar. Una postal que ya habría comenzado a verse al final de un mayo con temperaturas casi estivales. La crisis sanitaria y las restricciones a la movilidad han impedido, hasta el momento, que la inmensa mayoría de usuarios hayan podido disfrutar de las playas y del mar. En fase 1, los propietarios o arrendatarios de embarcaciones recreativas han podido volver a salir a navegar, pero con limitaciones.

De entrada, sólo pueden coger embarcaciones aquellas personas que las tienen amarradas en puertos dentro de la región sanitaria donde viven. Y se pueden desplazar a un máximo de 12 millas de distancia.

Límite de aforo

Además, también hay limitaciones en el aforo. El empleo a bordo no puede superar el 50% del número de personas autorizadas a los certificados de la embarcación. Esta restricción no se aplica en el caso de los núcleos familiares que conviven. El plan de desescalada fija que, en cualquier caso, no podrá haber más de diez personas por embarcación. "La crisis sanitaria nos había hecho suspender toda la actividad pero, en cambio, hemos tenido que mantener los puertos en funcionamiento porque son infraestructuras de abrigo que deben estar abiertas", ha subrayado Raimon Roca.

El vicepresidente de la ACPET también remarca que, durante estos meses con la navegación suspendida, la actividad se ha centrado en mantener las instalaciones, custodiar las embarcaciones y atender las demandas de información de los propietarios y usuarios que no podían ir a hacer el mantenimento. Durante la fase 1, los usuarios que tienen la embarcación en la misma región sanitaria ya han podido salir a navegar pero los puertos deportivos de la Costa Brava esperan que se levanten las restricciones en la movilidad para poner en marcha la temporada. "Pensamos que el movimiento se recuperará progresivamente, será un verano atípico pero somos optimistas", ha afirmado Raimon Roca.

Esperando el turismo

Según remarca, a los puertos de la Costa Brava la mitad de los clientes y usuarios son extranjeros, principalmente europeos. Y del resto, dos terceras partes provienen del área metropolitana de Barcelona. "Creemos que los servicios irán aumentando progresivamente, a medida que la movilidad se vaya permitiendo", ha destacado.

Los puertos ya se han preparado para adaptar los servicios a las medidas sanitarias e higiénicas trazando circuitos para reducir al máximo el contacto físico con el cliente y estableciendo protocolos para garantizar la distancia social y las desinfecciones después de cada uso de las embarcaciones que se alquilan o de los equipos para hacer deportes acuáticos como tablas de surf, de paddle o de kite. "En la Costa Brava en particular, pensamos que a medida que se recupere la movilidad entre países en Europa, recuperaremos más la normalidad, aunque sea una normalidad atípica", ha remarcado Roca.

Además, también recuerda que muchos de los usuarios extranjeros de los puertos deportivos tienen segundas residencias en las poblaciones de la costa: "Somos optimistas y nos imaginamos un verano con gente en los puertos y en el mar, cumpliendo las distancias de seguridad y las medidas de higiene".