ENTREVISTA AL DIRECTOR DE MÁRQUETING DE CIRCUTOR

Joan Brossa: “La movilidad eléctrica es de las pocas opciones que tenemos para reducir la contaminación”

“Es difícil imaginar cuál será el futuro después de la pandemia, pero hemos aprendido que tenemos que avanzar hacia un mundo más sostenible”

Circutor dispone de seis centros productivos en España y República Checa

Joan Brossa, Director de Márquetin - División Vehículo Eléctrico y Energías Renovables de Circutor

Joan Brossa, Director de Márquetin - División Vehículo Eléctrico y Energías Renovables de Circutor

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Circutor es una empresa con más de 45 años de experiencia. Dispone de seis centros productivos en España y República Checa que trabajan en el diseño y fabricación de equipos destinados a mejorar la eficiencia energética eléctrica: equipos de medida y control de la energía eléctrica y de la calidad del suministro, protección eléctrica industrialcompensación de reactiva y filtrado de armónicosrecarga Inteligente de vehículos eléctricos y energías renovables. Conversamos sobre ello con Joan Brossa, Director de Márqueting - División Vehículo Eléctrico y Energías Renovables

-La movilidad eléctrica, ¿es el futuro, el presente o un paso hacia algo distinto? 

-Circutor empezó a apostar por la movilidad eléctrica hace más de 10 años, cuando ni tan siquiera existían los vehículos eléctricos (VE). Actualmente está introduciendo en el mercado su tercera generación de cargadores, pudiendo ofrecer una solución para cualquier necesidad de recarga, desde la doméstica vinculada a nuestra plaza de aparcamiento, hasta la de emergencia, que nos permite recargar cuando realizamos un trayecto más largo.

Las necesidades de la recarga van evolucionando a medida que la tecnología de las baterías permite la integración de mayores capacidades, pasando de los primeros vehículos con 20 kWh a los actuales con más de 100 kWh. Circutor ha adaptado sus cargadores de continua de vía pública, de forma que es posible mantener el concepto de recarga rápida, partiendo del RAPTION50 como cargador de 50 kWh, pasando por el R100 y el R150, de 100 y 150 kWh, para alcanzar, en breve, una capacidad de carga de 350 kWh  

-¿La crisis provocada por la pandemia puede influir en la evolución de la movilidad eléctrica?

-Es difícil imaginar cuál será el futuro después de la pandemia, pero lo que todos hemos aprendido es que tenemos que avanzar hacia un mundo más sostenible. Y una de las pocas opciones que tenemos para reducir de forma drástica la contaminación es potenciar la movilidad eléctrica. Esta apuesta no la puede parar ni la pandemia. 

“Todos los fabricantes de coches apuestan por el VE y su implantación en algunos países ya se puede considerar mayoritaria”

La realidad es que todos los fabricantes de coches apuestan por el VE y su implantación en algunos países ya se puede considerar mayoritaria. Además, hemos de tener en cuenta que los fondos europeos para la recuperación de la crisis del coronavirus dotaran a la Transición Ecológica de al menos 2.000 millones de euros para invertir en movilidad eléctrica en los próximos tres años.

-Energía limpia, económica… ¿Por qué no acaban de implantarse los coches eléctricos? 

-Siempre ha habido tres grandes razones que han justificado el freno de la implantación masiva del VE. Como veremos, la actual situación ya permite darles una respuesta contundente:

La primera es la falta de infraestructuras de recarga. Hoy en día ya son muchas las iniciativas, tanto de las compañías eléctricas que han hecho de la recarga su negocio natural, como de fondos de inversión que apuestan por la recarga como negocio. Por lo tanto, el número de puntos de recarga en la vía pública se están multiplicando y la necesidad de recargar cuando realicemos un trayecto fuera de la ciudad ya no será un problema.

La segunda, la falta de modelos de VE. Se prevé que en el 2021 ya será posible elegir entre más de 300 modelos de vehículos totalmente eléctricos e híbridos. La apuesta por este tipo de coche por parte de todos los fabricantes del mundo es muy evidente y da como resultado una oferta muy amplia a unos precios cada vez más competitivos.

Y la tercera, su reducida autonomía. Cuando ya hace algunos años aparecieron los primeros vehículos eléctricos, tenían baterías de 10 o 20 kWh, que les permitían tener una autonomía no superior a los 200 km. Actualmente, el mercado ya nos ofrece coches con baterías de 100 kWh o incluso superiores, que nos permiten una autonomía de más de 500 km. Por lo tanto, la dependencia de la recarga se ha ido reduciendo a medida que se mejoraba la capacidad de las baterías.

Aparcamiento para vehículos eléctricos

Aparcamiento para vehículos eléctricos / Archivo

-Hay otros dos temas que están a debate. El primero es cómo recargar un coche sin estacionamiento privado. ¿Qué opina?

-Está claro que la recarga vinculada a nuestro propio coche y a nuestra plaza de aparcamiento será la más importante. En un futuro próximo, cuando todos tengamos un VE, ¿qué opciones tendremos cuando no dispongamos de nuestro punto de recarga? Pues en alguna ciudad europea ya se han creado calles especiales con puntos de recarga para que puedan aparcar sólo aquellos usuarios que tengan VE. Pero también hay que tener en cuenta la importancia de que existan HUBS de recarga cerca de aeropuertos o estaciones de tren. Es decir, cerca de nudos de comunicación con elevada densidad de tránsito, que aseguren que sea posible dejar nuestro vehículo eléctrico cargando.

-El segundo son las baterías, ¿qué pasa con ellas cuando acaban su vida útil?

-Las baterías son una de las partes más importantes de un VE, por lo tanto, no nos ha de sorprender que la gestión que se hace de ellas sea extremadamente compleja. Los VE disponen de una electrónica llamada BMS, que es la que monitoriza todos los parámetros críticos de la batería, y que tiene como objetivo garantizar su correcto funcionamiento. Gracias a este control, cuando una batería de un VE se considera que ya se tiene que reemplazar porque ha perdido una parte de su capacidad, todavía tiene una larga vida útil a través de lo que se conoce como la 'Second life'. Estas baterías se pueden utilizar, por ejemplo, para instalaciones de autoconsumo con acumulación o para soluciones de generación compartida.