Salud

Los pacientes con dolor crónico durante la pandemia

scd

scd

María Torres

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Societat Catalana de Dolor (SCD) inició su actividad en el año 2003 como una sociedad especializada en el tratamiento del dolor que desarrolla sus actividades dentro de la Acadèmia de Ciències Mèdiques i de la Salut de Catalunya i Balears. En la actualidad está abierta a cualquier médico, especialista o no, que tenga interés en el área del estudio y tratamiento del dolor, así como otros licenciados o diplomados en otras áreas de la salud que lo soliciten.

El primer objetivo de la SCD es promover el estudio y tratamiento del dolor y contribuir a la mejora científica de sus asociados, fomentando la colaboración con otras sociedades científicas. Otro objetivo es asesorar a los organismos públicos y sociedades privadas en materia de dolor y colaborar con las universidades en el desarrollo científico. En esta coyuntura realiza numerosas jornadas de formación y edita documentos de recomendaciones para profesionales y para pacientes.

PROCEDIMIENTO

La atención del paciente con dolor se inicia en las consultas, donde llega remitido por otro facultativo, bien sea de atención primaria o de otro campo de especialidades. Inicialmente recibe una primera valoración sobre la causa de su dolor en función de los antecedentes, los síntomas y las pruebas diagnósticas y se decide una terapia farmacológica, intervencionista o una combinación de las dos. Como se informa desde la Junta de la SCD, 'cuando se habla de intervencionismo hay que pensar en técnicas que implican la aplicación de un tratamiento no farmacológico', como las infiltraciones o las terapias de radiofrecuencia/neuromodulación, y más recientemente las terapias biológicas. Estas técnicas se llevan a cabo en quirófanos o salas preparadas para su práctica. Dentro del tratamiento farmacológico, sobre todo el relacionado con los opioides o derivados de la morfina, se hace necesario un seguimiento exhaustivo del paciente debido a su idiosincrasia y posibles efectos secundarios que afecten a su calidad de vida. Hoy, la situación generada por la covid-19 ha afectado la atención de los pacientes con dolor crónico. En primer lugar, como informa la Junta de la SCD, 'muchos médicos especialistas en dolor son anestesiólogos y han tenido que reducir de manera significativa la atención a los pacientes con dolor crónico para ayudar a la atención de los pacientes afectados por la pandemia'.

Debido a la presión asistencial a la que se ha visto sometido nuestro sistema sanitario, se han habilitado unidades de cuidados intensivos en áreas destinadas a otras actividades (quirófanos, salas de reanimación y otras), donde se han tenido que atender a estos pacientes. Si a esto se suma que los pacientes más habituales de las Unidades del Dolor son personas de edad avanzada con otras patologías, considerada población de riesgo en esta pandemia, se entiende aún más la inquietud de la SCD.

ATENCIÓN AFECTADA

A pesar de los intentos para mantener un mínimo seguimiento de los pacientes mediante consultas telefónicas o videollamadas, la Junta de la SCD informa que 'la atención se ha visto muy afectada en este área de la medicina'. Los pacientes han comprendido las limitaciones de la atención y afirma que se está a punto de retomar la actividad, siguiendo las recomendaciones de las autoridades sanitarias y siempre con prudencia y de forma progresiva.

VUELTA A LA NORMALIDAD

Para empezar a retomar la atención de los pacientes con dolor, la Junta de la SCD anuncia “recomendaciones para el reinicio de la actividad en las Unidades de Dolor” durante el desconfinamiento. Estos aspectos hacen referencia a las condiciones que deben tener los espacios para atender a los pacientes (desinfección cuidadosa de las consultas y de las salas para técnicas intervencionistas, evitar la acumulación de personas en las salas de espera, etcétera).

Afecta también a la forma de atender a los pacientes por parte de los profesionales (protección adecuada, distancia de seguridad, etcétera).

Incide asimismo en la forma de seleccionar a los pacientes que pueden ser atendidos (revisando los criterios de derivación, programando rigurosamente las técnicas intervencionistas, fomentando visitas telemáticas ante las presenciales en la medida de lo posible, etcétera).

Atendiendo también a la valoración de los fármacos habitualmente empleados en el tratamiento del dolor crónico, sobre todo los potencialmente inmunosupresores, en beneficio de técnicas intervencionistas y de neuromodulación, del tratamiento multidisciplinar del dolor y de terapias como la psicología y la fisioterapia.

La Junta de la SCD pone de manifiesto su 'preocupación por un escenario desconocido, ya que no se conoce si esta pandemia ha podido dejar secuelas físicas y psicológicas en las personas con dolor crónico' y también se desconoce cómo sus recursos económicos pueden verse afectados.