"Con nuestros gorros estampados, los médicos y pacientes están más relajados"

-¿Cómo surge la idea de diseñar gorros de quirófano estampados?

-Antes trabajaba para una importante empresa del sector farmacéutico y se me ocurrió la idea de regalar algún gorro estampado a mis clientes como detalle personal. Al final me los acabaron pagando y me pidieron más. A partir de ahí empezamos a pensar en serio en hacer gorros y venderlos ‘on-line’. La iniciativa fue muy bien acogida desde el principio.

-¿Los pacientes están más relajados y optimistas cuando ven a los médicos con vuestros gorros?

-Nuestros clientes siempre nos comentan que sus pacientes se fijan en el gorro que llevan puesto y por un momento se centran en eso y dejan de lado el estrés emocional que supone una intervención quirúrgica. Eso ayuda a humanizar un poco más el entorno quirúrgico. Aunque no solo funciona en la relación entre paciente-médico, sino que al médico también le ayuda a estar más optimista mostrando parte de su personalidad 

-¿Cómo ha evolucionado la empresa y qué previsiones tienen? 

-Comenzamos en el 2015 con un pequeño 'e-commerce' y posteriormente nos lanzamos a por las plataformas digitales. Vendemos tanto ‘on-line’ como presencial. Asistimos a muchos congresos de cirugía para que nos conozcan tanto los profesionales médicos como las empresas del sector.  Actualmente tenemos una previsión de alcanzar los 75.000 Robin Hat vendidos para este año y en el 2020 queremos llegar a los 100.000.

-También exportan, ¿qué países les han recibido mejor?

-La exportación nos supone actualmente el 65% de la facturación total. Aunque cada uno de los 14 países con los que trabajamos son importantes, quizás donde mayor demanda hay de Robin Hat sea Italia, seguido de Alemania y EEUU. Pero la acogida en todos los países, incluido Japón, ha sido muy buena.

-¿Cómo les ha ayudado en este proceso BBVA?

 -Desde el principio BBVA estuvo allí. Destacaría la proximidad y el trato humano que tienen para entender las necesidades de la empresa