ELECTRICIDAD

Redes inteligentes. El valor de la energía

Con una inversión de más de 2.000 millones de euros en la digitalización de su red de distribución, Iberdrola se sitúa a la vanguardia de la transformación energética

Un operario revisando una línea con drones en Burgos

Un operario revisando una línea con drones en Burgos / periodico

Joana Comas

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El sistema eléctrico atraviesa una transformación sin precedentes. La tecnología está cambiando la cadena de valor del sector energético, desde su generación, hasta su transporte, distribución y consumo. Los cambios vienen impulsados por varias tendencias claves como son la digitalización del sector eléctrico -tanto de la red como del consumidor-, la presencia de recursos de energía distribuida, la electrificación de la economía, la conectividad del cliente y el aumento de la penetración de fuentes de energía renovables.

En todo este proceso, la transformación de las redes hacia una infraestructura inteligente está marcando un antes y un después en el proceso de descarbonización de la economía, mejorando la eficiencia, optimizando la gestión de la demanda y favoreciendo la integración de más renovables y la movilidad eléctrica. De esta forma, también, se responde a las nuevas tendencias en la relación con el usuario, que demanda productos y servicios más personalizados y una gestión más activa de cómo y cuándo consumir electricidad.

Liderando la transformación

Llegar a este momento, ha requerido de fuerte inversiones: Iberdrola ha destinado 2.000 millones de euros en la digitalización de las redes eléctricas que opera, con la instalación de casi 11 millones de contadores digitales y la infraestructura que los soporta y la adaptación de alrededor de 90.000 centros de transformación en España, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.

Este proyecto, uno de los más avanzados del mundo, se está convirtiendo en motor para la innovación tecnológica y posiciona a la industria nacional, gracias a la colaboración entre empresas eléctricas y fabricantes, como referente internacional de soluciones digitales escalables a otros países.

La transformación tecnológica no se queda aquí. Los nuevos desarrollos tecnológicos (big data, inteligencia artificial, algoritmos, blockchain, procesamiento de datos...) permiten una mejora de la experiencia de cliente, ya que posibilitan el análisis de datos y proporcionan un fácil acceso a las mejores soluciones disponibles en el mercado. Esto a su vez, reduce el coste, gracias a la automatización de procesos y la escalabilidad.

Un consumidor más conectado

La digitalización ofrece oportunidades a los consumidores y también al sistema eléctrico, ya que las compañías pueden supervisar lo que está ocurriendo en la red eléctrica en tiempo real y detectar cualquier tipo de anomalía: si la tensión es correcta, si la potencia está equilibrada o si hay pérdidas. Esta información permite que la energía circule de manera más eficiente y mejore la calidad del suministro, al disminuir las incidencias y su duración.

A través de la aplicación de las nuevas tecnologías, el consumidor de electricidad puede conocer en tiempo real sus curvas de consumo, así como la demanda de potencia máxima, entre otros muchos datos, o la forma en la que se distribuye el consumo de energía eléctrica, lo que le va a permitir hacer un uso más eficiente de la electricidad, decidiendo el tipo de tarifa que se adapta mejor a su perfil y modo de vida.

Eso es así porque la digitalización de las redes de distribución eléctrica ofrece la posibilidad de gestionar de forma personalizada el consumo de energía, al tiempo que se mejora la calidad de suministro. Las redes inteligentes emplean la telegestión, que permite gestionar con rapidez y de forma remota todo aquello relacionado con el punto de suministro y los servicios, como la modificación de la potencia contratada, lecturas puntuales del contador, la tramitación de las altas o bajas de los contratos o la modificación de la potencia contratada.

10 ventajas de las redes inteligentes

Facilitan un suministro eléctrico más eficiente y sostenible<br/> Permiten un mayor nivel de seguridad y calidad de suministro<br/> Detectan anomalías antes de que se produzcan<br/> Hacen posible la introducción de más renovables<br/> Favorecen la movilidad sostenible con la integración del coche eléctrico<br/> Permiten obtener información más precisa sobre el consumo eléctrico y personalizar su uso<br/> Contribuyen a tener un mayor control del uso de energía<br/> Favorece un papel más activo del cliente en la toma de decisiones<br/> Facilita nuevos modelos de negocio<br/> Reducen el impacto medio ambiental