Premio EMPRESA DEL AÑO DE EL PERIÓDICO

La diversificación de Ametller Origen

Ametller Origen recibe el galardón a la Empresa de l'Any

Ametller Origen recibe el galardón a la Empresa de l'Any.  / periodico

Eduardo López Alonso

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El consumidor está cambiando y las cadenas de distribución alimentaria reinterpretan conceptos y se adaptan. Algunos bautizan esa inquietud como reorganización vertical o visión 360, tener sensibilidad en todos los ámbitos de la empresa, la organización, el entorno, el cliente, el proveedor... Una de las cadenas que más ha sabido alinearse y evolucionar con ese nuevo consumidor en los últimos años es Ametller Origen

Desde la modestia que brota del campo, esta firma catalana ha sabido canalizar su historia hacia el presente y sentar las bases de lo que será el servicio al consumidor del futuro. La experiencia de la familia Ametller como agricultores, que se remonta a hace más de 100 años, se ha transformado en la actualidad en un centenar de tiendas y un crecimiento el pasado año delgrupo del 15%. Pero esta empresa familiar quiere ir más allá tras integrar producción agrícola, elaboración y comercialización. 

Gestiona Ametller 1.200 hectáreas de producción agrícola, un tercio de ellas en Catalunya. El 40% de la cosecha se vende a terceros. Josep Ametller, director general del grupo y cofundador con su hermano Jordi, confiesa que se siente «más productor que comerciante», y que Ametller quiere ser «el referente del producto fresco», con «productos diferenciales que aporten valor y que esto sea perceptible para los clientes». Resalta la importancia de que las empresas «conecten emocionalmente» con sus clientes y en ese objetivo Ametller Origen crea escuela. Y es que las verduras requieren humedad en el punto de venta para parecer lo que son, bruma regular y mimo en los expositores se encargan de ello.  

Desde que en el 2001 abrió la primera tienda en el mercado municipal de Vilafranca del Penedès la evolución ha sido constante. Desde entonces quisieron extender la idea de comercio de calidad en el entorno urbano, allí donde las grandes cadenas de supermercados hacían incapié más en los precios que en el olor a tierra y a hortalizas frescas. Las frutas eran por aquel entonces lo que producía Ametller directamente y la clave de su existencia. Las frutas y verduras, las estrellas de la alimentación actual, han cimentado el crecimiento. Los productos frescos pasaron a ser la clave de las grandes cadenas y ya eran la razón de ser de Ametller Origen. Y la evolución llevó a la diversificación.  

El proyecto actual del grupo Ametller Origen ya no es la expansión en forma de tiendas, sino diversificar los canales por los que sus productos llegan al consumidor. Sea con sus establecimientos urbanos, con restaurantes (ya gestiona directamente tres, uno en Vilafranca del Penedès, otro en Sant Cugat y el tercero en el World Trade Center de Barcelona), con servicio de comedor en colegios, a hoteles o restaurantes y  venta on line a domicilio. El año pasado empezaron una nueva línea de servicios a empresas. La idea es conseguir que el consumidor catalán tenga al grupo Ametller como referencia de salud y forma de vida saludable a cualquier hora en cualquiera de sus días. 

El obrador de Olérdola se convierte en el centro neurálgico del grupo, del universo Ametller. También las instalaciones que ocupan las antiguas Galerías Berlín de Barcelona ganan protagonismo en el objetivo de abordar el creciente mercado cosmopolita on line. Desde allí están en condiciones de entregar productos a un total de 1,5 millones de consumidores.