La CUP se abre a entrar en el Govern si pactan políticas de izquierdas y un referéndum

La CUP abre la puerta a entrar en el Govern pero lo fía a las políticas de izquierda y a la autodeterminación. La portavoz del partido en el Congreso, Mireia Vehí, ha defendido que la responsabilidad de formar equipo de gobierno es de ERC, al abanderar ahora el liderazgo del independentismo, y ha asegurado que la lectura de los resultados de las elecciones es que los catalanes quieren un Ejecutivo de izquierdas comprometido con la justicia social y la resolución democrática del conflicto catalán.

“No descartamos nada si se puede hablar de referéndum, de fin de la represión, de rescate social y de transición ecológica. El resultado de las elecciones es claro: independentista y hacia la izquierda”, ha espetado en una rueda de prensa desde la Cámara Baja.

Vehí se ha quejado de que cada vez que la CUP tiene la llave de la gobernabilidad comienza lo llamado 'pressing CUP' desde las filas independentistas, algo que ha tachado como "la manera que tienen de desresponsabilizarse de lo que es su responsabilidad" en referencia a ERC y Junts.

Los 'cupaires' descartan contribuir al independentismo mágico, y han criticado la apuesta de Junts por obcecarse con levantar la Declaración Unilateral de Independència (DUI) fallida: "El problema no es declarar la independencia, el problema es sostenerla".

La portavoz ha advertido al Gobierno de que el resultado del 14-F es claro y que debe "poner las urnas en Catalunya porque no tiene sentido que continúen persiguiendo, castigando y forzando al exilio a la gente que quiere votar" y ha llamado a los 'comuns' a sumarse a las políticas de izquierdas y autodeterministas.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, el número dos de la CUP a las elecciones, Carles Riera, ha asegurado que asumirán "todas las responsabilidades que sean necesarias" si hay un referéndum sobre la mesa y una hoja de ruta "hacia la izquierda"."En una legislatura autonomista y fracasada, desde el punto de vista de la respuesta a la crisis económica y social como hubo en la pasada, no estaremos", ha advertido.

A la espera de reunirse con ERC para empezar las negociaciones, ha defendido que la nueva legislatura debe ser "de confrontación democrática con el Estado, y debe llevar a un giro a la izquierda". Otro de los ejes que pondrán sobre la mesa es la necesidad de que el Govern "no sea partícipe de la represión, con lo que escenas como la de Lleida, donde se ha detenido a Pablo Hasél, no deben repetirse, y debe haber marcha atrás en las acusaciones particulares de la Generalitat contra militantes independentistas y antifascistas".

"La Generalitat, y por tanto los Mossos d'Esquadra, deben dejar de ser un cuerpo de represión política. Esto va vinculado a un cambio del modelo de seguridad del país, en el que los mossos estén al servicio de la defensa de los derechos sociales, civiles y humanos", ha indicado. Preguntado por si aceptarían dirigir la Conselleria d'Interior, ha dicho que es pronto para hablar de ello, pero ha añadido: "Cuando digo que no tenemos límites a la hora de asumir responsabilidades y de que la represión no sea un limite, lo digo sinceramente".