Los barones cierran filas con Casado ante la presión de Bárcenas y el posible 'sorpasso' de Vox

Luis Bárcenas no da tregua al PP. Después de deslizar que Mariano Rajoy trituró personalmente las anotaciones de los movimientos de la supuesta 'caja b', el extesorero lanzó otro misil que impactó en el cuartel popular: aseguró en una entrevista a 'El Mundo' que negoció con dos personas vinculadas al PP actual "enterrar el hacha de guerra". Los populares niegan conversaciones con "delincuentes" y avisan de que emprenderán acciones legales "contra cualquier infundio o calumnia". Todo esto, horas antes de que empiece el juicio en la Audiencia Nacional por el presunto pago en negro de la reforma de la sede de Génova.

El mitin central del partido para las elecciones catalanas del 14-F en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) se convirtió en un acto de apoyo de los barones autonómicos al líder del PP, Pablo Casado. El dirigente popular no mencionó a Bárcenas, pero sí llenó su discurso de referencias veladas. Enarboló el legado "honesto y honrado" de la formación, dijo sentirse "orgulloso" de las siglas que lidera y defendió que el PP es "más necesario que nunca". Tampoco le nombró la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien sugirió que el Gobierno orquesta desde la fiscalía las maniobras de Bárcenas, pero el candidato a los comicios catalanes, Alejandro Fernández, lo encaró de frente: "El PP no es Bárcenas, el PP son Miguel Ángel Blanco, Paco Cano y todos los héroes que dieron la vida por la libertad y por España".

Fernández abundó en que "nunca" le han hecho mella en su trayectoria política "ni el politiqueo, ni las conspiraciones, ni las zancadillas, ni la mezquindad, ni la miseria moral", y animó a dar un fuerte aplauso a Casado por su liderazgo. Los presidentes Juanma Moreno (Andalucía), Alberto Núñez Feijóo (Galicia), Isabel Díaz Ayuso (Madrid), Fernando López Miras (Murcia), Juan Jesús Vivas (Ceuta) y Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) agradecieron al dirigente nacional que "dé la cara" y que "trabaje sin descanso". Una exhibición de concordia interna ante la presión de las declaraciones del extesorero y el posible 'sorpasso' de Vox.

Casado recuperó el fantasma del tripartito para movilizar a los votantes constitucionalistas indecisos o desencantados con Cs y evitar que la ultraderecha les adelante. Achacó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y al candidato socialista, Salvador Illa, "un balance de 90.000 fallecidos que no reconocen" y el desplome de la economía española por la pandemia. "Siguen mintiendo, cuando hace dos días el PSOE y ERC han vuelto a acordar la mesa de la amnistía y la autodeterminación", lamentó en referencia a la mesa de diálogo. Por otra parte, anunció un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional para conocer el contenido del informe del Consejo de Estado sobre el decreto de los fondos europeos.