Camino a las urnas

"Estoy encerrada por miedo al covid y el 14-F me llevan a la masificación total"

Varias personas elegidas para formar parte de las mesas electorales el próximo 14 de febrero comparten con EL PERIÓDICO su preocupación por la logística y las medidas sanitarias previstas para los primeros comicios autonómicos bajo el impacto de una pandemia

BARCELONA 03 02 2021  Politica   Colas en oficinas de Correos para poder votar por correo  En la foto la Oficina de la c  Castillejos  FOTO de RICARD CUGAT

BARCELONA 03 02 2021 Politica Colas en oficinas de Correos para poder votar por correo En la foto la Oficina de la c Castillejos FOTO de RICARD CUGAT / RICARD CUGAT

Júlia Regué

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Marta Romero tiene 26 años y vive en el barrio de Les Corts con sus padres de 62 y 65 años. Ambos han padecido un cáncer grave de pecho y laringe. "Mi padre está laringectomizado, con lo que tiene un riesgo 200% de morir por covid-19, ya que tiene un 65% de discapacidad y dificultades para respirar", explica en conversación telefónica con este diario. Teletrabaja dirigiendo un departamento de márketing y apenas sale de casa, pero el 14 de febrero deberá personarse a las 8 horas de la mañana a su punto de votación al haber sido elegida vocal de una mesa electoral.

"Toda mi vida he pensado que me haría ilusión ser miembro de una mesa electoral, pero tengo miedo", expone. Marta ha presentado recurso a la junta electoral de zona alegando que convive con dos personas de riesgo para poder librarse de la jornada electoral y no exponer a sus padres a un posible contagio de coronavirus. Asegura que no ha recibido los protocolos de la Generalitat para garantizar el sufragio seguro y ante esta situación de incertidumbre se sumó al grupo de Telegram en el que varios elegidos por sorteo como miembros de mesas electorales escribieron una carta conjunta al Síndic de Greuges pidiendo ampara alegando su derecho a la salud.

"Acudiré si no aceptan mi recurso, pero después tendré que hacer cuarentena en casa de una amiga para evitar poner en riesgo a mis padres. Obviamente no se puede dejar a un lado la democracia por una pandemia, pero no puedo entender las improvisaciones del Govern", inquiere. Sus padres ya han solicitado el voto por correo sin salir de casa. "Estamos los tres en casa encerrados por miedo al covid, sin ver a nadie más, y el 14-F me llevan a la masificación total. Es surrealista", concluye.

"Tendré que hacer cuarentena en casa de una amiga para evitar poner en riesgo a mis padres"

— Marta Romero

Dánae Barral está “ilusionada” por haber sido elegida segunda vocal de una mesa electoral en el barrio marítimo de Sant Salvador en El Vendrell: “Estoy encantada de participar de esta forma en las elecciones porque yo corrí delante de los grises”, explica. Tiene 64 años y es traductora en paro. Sin embargo, sus ganas se empañan de incertidumbre sobre el protocolo electoral: “No me da miedo la jornada electoral por el covid en sí, sino por el desconocimiento de cómo me voy a poner la EPI de seguridad o de cómo realizaremos el escrutinio con seguridad”, razona. Dánae sale poco de casa, sólo para llenar la nevera y pasear una vez a la semana por el paseo marítimo. “Estoy encerrada en casa porque soy un poco miedosa”, admite, y asegura que después del 14 de febrero hará cuarentena tras haber estado “expuesta al virus” durante al menos 13 horas. 

En cambio, el 14 de febrero no será la primera vez que Mayte Rojas (48 años) acude a una mesa electoral, en esta ocasión como suplente de vocal. Hace más de diez años que la directora comercial de Cardedeu ya tuvo que participar en la logística de unos comicios. “Considero que es una obligación y un deber. Y lo acepto. Me gusta votar, ejercer mis derechos”, apunta. Pero su convencimiento no basta en esta ocasión, en plena tercera ola del coronavirus.

"Nos van a exponer al virus porque tenemos que confiar en que los contagiados vayan a votar cuando llevemos la EPI"

— Mayte Rojas

No entiendo que en una situación excepcional no se hayan tomado más medidas como dividir el voto en varias jornadas. Nos van a exponer al virus porque tenemos que confiar en que los contagiados vayan a votar cuando llevemos la EPI de 19 a 20 horas”, comenta. Critica que las medidas sean sólo recomendaciones, no una obligatoriedad, porque no se ha modificado la ley electoral estatal y Catalunya no tiene una normativa propia. 

“Hay una falta de coordinación tremenda. Nos han abandonado. No nos han vacunado, nos ofrecen test de antígenos pero ¿de qué me sirve si acude gente a votar que no se lo ha hecho?”, se pregunta, y anima al Govern a ofrecerles un test PCR tres o cuatro días después del 14-F para valorar si los colegios electorales son o no espacios seguros.

Tomás Lázaro es hipertenso y tiene un 33% de discapacidad y está inquieto porque su hija está llamada a su colegio electoral de Gavà como primera suplente. "Me preocupa que pueda coger el virus y que pese a que hará cuarentena después en casa podamos resultar contagiados su madre y yo", asegura.

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