CITA CON LAS URNAS

ERC y PSC: batalla en Catalunya, tregua en Madrid

La guerra por el voto en el área metropolitana contrasta con la sintonía en el Congreso en torno a la mesa de diálogo

Los socialistas rechazan centrar sus ataques en los republicanos y creen que crecerán en todo el territorio

Pla obert del candidat del PSC  Salvador Illa  sostenint una samarreta amb el lema  Laura  aixo no t ho creus ni tu    de les JSC  Imatge del 2 de febrer del 2021  Vertical  PSC ACN

Pla obert del candidat del PSC Salvador Illa sostenint una samarreta amb el lema Laura aixo no t ho creus ni tu de les JSC Imatge del 2 de febrer del 2021 Vertical PSC ACN / PSC

Xabi Barrena
Daniel G. Sastre
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“Con el PSOE se dialoga y se llega a acuerdos porque cualquier otra opción de gobierno en el Estado sería peor. Al PSC hay que derrotarlo porque queremos romper su hegemonía metropolitana”. Esta es la síntesis que realiza un miembro de ERC que bebe directamente de las fuentes de sus líderes, del libro de Oriol Junqueras y Marta Rovira (‘Tornarem a véncer’) en la que ambos detectan debilidades y fortalezas del independentismo. Y uno de los principales puntos flacos es el papel aún secundario que tiene el secesionismo en muchos barrios de la conurbación metropolitana. Si el independentismo (y ERC) quiere crecer no tiene otra que hacerlo a costa del PSC.

El Congreso ofreció este martes una fotografía icónica de esta dualidad. Mientras ERC se ceba en su campaña catalana con el PSC, en la Cámara baja el PSOE apoyaba una moción de los republicanos para volver a reunir la mesa de diálogo justo después de las elecciones del 14-F. El candidato del PSC, Salvador Illa, bendijo también retomar los encuentros.

Sobre la premisa estratégica de desgastar al PSC en sus feudos descansa la táctica electoral de ERC. Como dijo Pere Aragonès el lunes, en L’Hospitalet, ya no es que los republicanos tengan que desmentir a diario un eventual pacto tripartito, es que lo que ellos pretenden es acabar con “esas mayorías eternas” que gozan los socialistas en aquellas zonas.

Junqueras se reivindica

“A mí no me habréis visto nunca pactar con el PSC”, percutió Oriol Junqueras en la ciudad, antes de recordar que su política de pactos municipales en Sant Vicenç dels Horts (el municipio con mayor tasa de paro del área metropolitana) siempre tuvo como objetivo desalojar al PSC del poder.

De todo el abanico independentista, solo los republicanos cuentan con resultados metropolitanos reseñables en cualquier tipo de comicio, aunque la diferencia con los socialistas es aún grande. Conforme aumenta la distancia respecto a Barcelona, el peso de ambas fuerzas se va equilibrando, como muestran las alcaldías de Lleida y Tarragona, antes en manos del PSC, así como en varias localidades de la región metropolitana.

La voluntad de Oriol Junqueras de edificar una ‘CiU de izquierdas’, pues, pasa, sí o sí, por laminar el poder del PSC. El abandono de la defensa del derecho a decidir, en 2012, por parte de los socialistas, abrió un pequeño campo por recorrer a los republicanos en forma de abrazo a los ‘maragallistas’ que se sintieran huérfanos.

El alcance del 'efecto Illa'

Los republicanos tienen constancia demoscópica del auge que ha supuesto Illa en las expectativas socialistas. Y también, sostienen, de que es de evaporación rápida. Pero confían en el ‘efecto Junqueras’, es decir la entrada en campaña del líder republicano, para deshacer el empate. “Sus ataques a la corrupción y el meter en el mismo saco, el de los que han llevado la manija de este país en los últimos 40 años, a la posconvergencia y a los socialistas” puede suponer nuevos yacimientos de voto, creen.

El PSC está convencido de que afronta la campaña con viento de cola, y no circunscribe su crecimiento al área metropolitana. “Con cuatro diputados en el territorio no podemos aspirar a ganar las elecciones”, dice un colaborador estrecho de Illa. Esos son sus representantes en las provincias de Girona, Tarragona y Lleida en el Parlament actual, salido de las elecciones de 2017, y los socialistas esperan superarlos con creces el 14 de febrero.

Según los ‘trackings’ del partido, el PSC estará el día de las elecciones por encima de los 30 diputados. Y, si esos augurios se cumplen, será porque el partido ha crecido en todas las zonas y circunscripciones, no solo en el área metropolitana de Barcelona. “Cuando te va mal, pierdes votos en todos los sitios y hacia todos los adversarios. Y cuando te va bien, te va bien en todos los sitios y recibes votos de todos los partidos”, dicen los socialistas.

'No' al cara a cara

Eso significa que su único objetivo no es seducir a la gran bolsa de votantes que Ciudadanos obtuvo en 2017 en la corona urbana de Barcelona, que tradicionalmente habían apoyado al PSC. Y esta hipótesis de trabajo explica por qué el PSC no se va a centrar en atacar a Esquerra, que pretende disputar a los socialistas la hegemonía en el área metropolitana. Por el mismo motivo, el partido rechaza el cara a cara que Aragonès propuso a Illa durante el debate electoral en TVE.

En el PSC creen que en realidad ERC “quiere subirse a lomos de Illa” porque están cayendo en las encuestas. Los socialistas quieren poner el foco en la disputa permanente entre ERC y JxCat, y por eso aseguran que “el problema de Junqueras no somos nosotros, es Puigdemont”.

Los socialistas se saben el principal blanco de los ataques de todos sus rivales por la victoria, y están cómodos en ese papel. Su enfoque, a partir de ahora, será el de pedir el voto útil de todos los ciudadanos que quieren un cambio en la Generalitat. Según los datos que manejan en el cuartel general del PSC, no son solo votantes constitucionalistas. “El independentismo está también cansado. El ‘això no t’ho creus ni tu, Laura’ que le dijo Illa a Borràs sobre la DUI hay una gran parte del independentismo que lo piensa”, aseguran.

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