Cita con las urnas

Elecciones catalanas 2021: Chequeo a los programas de los partidos

Los programas electorales y las estrategias de campaña dificultan la viabilidad de las fórmulas de gobierno que defienden los partidos

Más allá del ‘procés’, las diferencias entre fuerzas se extienden a las propuestas sobre pandemia, fiscalidad o economía

Premia de Mar 31 1 2021 Carteles electorals de la elecciones autonomicas del 14-F  Foto de Julio Carbo

Premia de Mar 31 1 2021 Carteles electorals de la elecciones autonomicas del 14-F Foto de Julio Carbo / JULIO CARBÓ

Jose Rico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Sobre el tapete de juego electoral en Catalunya habría ahora mismo cuatro propuestas de Govern. Junts se aferra a la alianza independentista vigente con ERC y la CUP, mientras su socio republicano quiere experimentar un pacto a cinco que incorpore a los 'comuns' e, hipotéticamente, al PDECat, para diluir el protagonismo de JxCat y excluir al PSC. En paralelo, los socialistas martillean para romper los bloques actuales y trasladar a la Generalitat la fórmula que sostiene a Pedro Sánchez en la Moncloa: un acuerdo con los 'comuns' que se ayude de Esquerra. Y las derechas, por su parte, anhelan un frente constitucionalista con el PSC que desaloje al independentismo del Ejecutivo catalán.

La matemática demoscópica, por ahora, solo da viabilidad a las tres primeras opciones. Pero por lo que se está escuchando en la primera parte de esta campaña electoral, quien busque apoyos para ser 'president' después del 14 de febrero va a tener que sudar tinta para conseguir el encaje de bolillos. Es habitual que las promesas se las lleve el viento y las líneas rojas palidezcan con el tiempo, pero un vistazo a los programas electorales --los que lo han presentado, porque Cs y PP no lo han hecho-- permite constatar que el 'procés' no será el único motivo de choque en las endiabladas negociaciones poselectorales que se avizoran. No será el único, pero a buen seguro la hoja de ruta independentista volverá a estar en el epicentro.

Diálogo o unilateralidad

El triple empate que reflejan las encuestas aviva los desencuentros y, por ejemplo, ha roto la tregua que Junts y ERC querían aparentar para concentrarse en el combate contra su adversario común: el PSC. La presidenciable de JxCat, Laura Borràs, lanzó el pasado sábado la que probablemente sea su propuesta estrella en el terreno soberanista: si el independentismo supera el 50% de los votos, activará la declaración unilateral de independencia (DUI) del 27 de octubre de 2017. Una promesa que este lunes recibió un portazo severo de todos sus compañeros del bloque independentista: tanto de Esquerra, en la entrevista de su candidato Pere Aragonès, a EL PERIÓDICO, como del PDECat, pero también de la CUP e, incluso, de otras fuerzas nacionalistas como el PNV. Borràs acabó acusando a ERC de llevar al independentismo a una "vía muerta" con su pragmatismo.

Aragonès es claro: "La independencia no se logrará por mucho que la declaremos 15 veces, sino porque se hayan conseguido mayorías muy amplias y se haya superado el 50% no solo el 14-F sino en todas las elecciones. La propuesta de JxCat no nos dice cómo quiere hacer la independencia". El candidato de ERC añade: "No es una cuestión de lo que quieras hacer sino de cómo lo puedes hacer. El independentismo debe agarrarse como a un clavo ardiendo a la idea de que los consensos que nos permiten avanzar son el derecho a la autodeterminación y la amnistía".

Los republicanos no renuncian a la unilateralidad, pero apuntan que es necesario que el soberanismo disponga de mucha mayor fuerza política para usarla si el Gobierno se niega a pactar un referéndum, cuya negociación sostienen que debería iniciarse de inmediato. Mientras tanto, ERC se aferra a la mesa de diálogo que contribuyó a alumbrar y a la que arrastró a los posconvergentes, que en su programa solo la contemplan si previamente el Ejecutivo central se ha comprometido con la autodeterminación y la amnistía, y acepta la presencia de un mediador, informa Fidel Masreal.

Independentismo mágico

Desempolvar la DUI no le generó entusiasmo ni a la CUP. La candidata anticapitalista, Dolors Sabater, renegó de la iniciativa de JxCat enmarcándola en el "independentismo mágico" y afeó a los socios en el Govern haber "desperdiciado el legado del 1-O" durante tres años de mandato en los que han contado con una mayoría independentista en el hemiciclo catalán. "No se ha avanzado ni un poco en el camino hacia la autodeterminación y en hacer efectiva esta república catalana", inquirió Sabater, cuestionando que se retome esta idea en plena contienda electoral para arañar votos del mismo bloque, informa Júlia Regué.

El programa 'cupaire' plantea un nuevo referéndum antes de 2025, preferiblemente acordado con el Estado, pero unilateral si ello el pacto es imposible La idea de intentar un nuevo referéndum figura también en otros programas, pero de forma legal. En Comú Podem lo defiende "tras un acuerdo político y la introducción en la Constitución de un supuesto de consulta referendaria de ámbito territorial". Y el PDECat también lo condiciona al acuerdo con el Gobierno central.

Impuestos, unos sí y otros no

'Procés' al margen, el acuerdo en otras materias no será tampoco sencillo. En materia de fiscalidad, el programa de Junts rechaza subir impuestos, pero evita concretar si se debe modificar al alza o a la baja el de patrimonio o el de sucesiones, ya que dentro de la formación existen diferentes visiones sobre este asunto. La candidata Borràs está a favor de bajarlos; el secretario general del partido, Jordi Sànchez, opina lo contrario.

Los socialistas plantean aumentar la actual participación de las autonomías en la gestión de los impuestos y una mayor armonización con Europa. ERC, los 'comuns y la CUP apuestan por reforzar los tributos de sucesiones y patrimonio (que las derechas plantean abiertamente suprimir o revertir sus efectos), pero ponen más el énfasis en los llamados 'impuestos verdes' y defienden una reforma del IRPF que beneficie a los catalanes con menos ingresos.

Salario mínimo y pandemia

En cuanto al salario mínimo, las formaciones que se atreven a prometer cantidades en sus programas se mueven entre los actuales 950 euros y los 1.500 euros. Como era de esperar, la pandemia y sus efectos económicos ocupan buena parte de los compromisos de los candidatos, con un goteo de medidas diversas que, sin embargo, presentan mayor margen de maniobra de cara a las futuras negociaciones.

Por si a la campaña le faltaba algún elemento de fricción entre los partidos, ERC atacó este lunes al PSC por el flanco de la corrupción. Estaba en L'Hospitalet de Llobregat, histórico feudo socialista cuya alcaldesa, Núria Marín, está imputada en una causa por desfalco. Quedó claro que la gran batalla del 14-F, entre Esquerra y PSC, se decidirá en el área metropolitana.

Suscríbete para seguir leyendo