Aragonès afirma que es la hora de ERC, "tras 40 años de 'presidents' convergentes y socialistas"

Ante 80 asistentes, en el teatro Monumental de Mataró, con un aforo de 780 localidades (un 10% del aforo), ERC inició este jueves su andadura en esta atípica campaña electoral marcada por la pandemia. Día de presentación de ejes programáticos que se esconden bajo el lema electoral elegido (‘Al costat de la gent’) y se reparten entre los sociales y de lucha contra la pandemia y la persistencia en las reivindicaciones políticas, la amnistía y el referéndum de autodeterminación. Todo ello aderezado de proclamas antifascista y de pugna con Vox.

“Justicia social, igualdad de oportunidades y república catalana” fueron casi las primeras palabras que pronunció el líder extramuros de ERC y presidenciable, Pere Aragonès. Una intervención, como la anterior de la secretaria general de la fuerza, Marta Rovira, muy centrada en la pandemia y en la futura reconstrucción social y económica.

De hecho, el vicepresidente reivindicó la gestión del Executiu de las crisis del covid y presumió de que el Govern es el que "más ayudas por cápita ha dado". Antes, Rovira se había dirigido directamente a Salvador Illa, percutiendo en la misma línea: "señor ministro, ¿Dónde están las ayudas?"

Eso, sin embargo, no ahorró invectivas hacia sus competidores. Así, Aragonès aseveró que no tendría que ser un “ministro español” el que negociara el montante de vacunas o de los fondos europeos de reconstrucción, “sino uno de la república catalana”. Y que, por extensión, había que evitar que “Illa convierta el Palau de la Generalitat en un despachito de la Moncloa. No lo permitiremos”.

Arremetió contra la propia celebración de las elecciones “que no tendrían que ser”, palanca que le sirvió para criticar los poderes del Estado. “Como con el 155, nos han impuesto unas elecciones con el fin de vencer al independentismo. Pero vamos a llenar las urnas de votos, como siempre”.

Indirecta a los socios

Ninguna mención explícita a los socios de Govern, a JxCat. Pero sí una misma indirecta, por parte de Aragonès y Rovira que aseveraron que ERC “defiende por igual a todos los catalanes, sin mirar de dónde son sus padres ni lo que piensan”. Todo ello en un contexto de renuncias de candidatos posconvergentes por haberse pronunciado de manera insultante hacia catalanes constitucionalistas. 

A diferencia del 4 de diciembre del 2017, cuando una ERC aun en shock por el encarcelamiento de sus líder, Oriol Junqueras, abrió la campaña del 21-D en Vic, a bajo cero climatológica y ambientalmente, la perspectiva de que el presidente del partido se sume a la campaña a partir del viernes, y los sondeos que les sitúan en cabeza, llevó a los oradores de este jueves a sancionar que los republicanos “salían a ganar”. “Tras 40 años de presidencias de convergentes y socialistas es el turno del independentismo de izquierdas” resumió Aragonès.