Pulso con los ejes verdes

El rescate de la Torre de les Aigües del Eixample, condicionado a renunciar a su 'playa'

Ha entrado en la preselección de 253 obras que podrían financiarse mediante los presupuestos participativos

JUNIO DE 2023: La Torre de les Aigües del Eixample reabre tras cinco meses de obras

Los vecinos de la Dreta de l'Eixample reclaman prolongar los ejes verdes a través de los presupuestos participativos

2015. La Torre de les Aigües, en uno de sus añorados veranos.

2015. La Torre de les Aigües, en uno de sus añorados veranos. / El Periódico

Carles Cols

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La Torre de les Aigües, que tuvo el honor en 1987 de ser el primer interior de manzana recuperado de la trama de Ildefons Cerdà, se ha situado casi en la cabeza de los proyectos con más respaldo en la próxima edición de los presupuestos participativos del Ayuntamiento de Barcelona en el distrito del Eixample. El plan es, cómo no, una enésima inversión para sacar del pozo de la degradación ese jardín al que se accede por un túnel en el número 56 de la calle de Roger de Llúria.

Ha pasado este proyecto la primera criba, no sin una punta de enfado por parte de la Associació de Veïnes i Veïns de la Dreta de l’Eixample, que lo incluyeron en la lista de los presupuestos participativos con el propósito de recuperar la ‘playa’ que hasta 2018 se instalaba ahí cada verano para alegría de las familias del barrio. Descarta el ayuntamiento que se recupere por ahora aquella zona de baño, por cierto, de agua cristalina, procedente de un manantial subterráneo. Desean simplemente las autoridades municipales que sea un espacio “amigable, seguro e intergeneracional”. Solo con esas tres palabras se define lo que hoy no es la Torre de les Aigües.

Decadencia

El diagnóstico de los males que aquejan a este interior de manzana no se esconden en absoluto al exponer los motivos de incluir este proyecto en los presupuestos participativos. “La Torre de les Aigües tiene muy poca actividad y presenta diversos problemas que limitan su uso y funcionalidad como espacio recreativo y de ocio familiar y comunitario”. No está de más recordar que la última inversión de remozado de ese interior de manzana, en especial su túnel de acceso, es de 2023. Y el texto sigue: “Su entrada no es muy atractiva para adentrarse y la degradación del espacio ha hecho que no sea percibido como un lugar seguro o adecuado para familias o actividades recreativas. El estado del mobiliario urbano y la vegetación reflejan una falta de mantenimiento continuado”. Al final, acepta el ayuntamiento, ese interior de manzana ha terminado por ser un improvisado espacio en el que pasear el perro, con los conocidos problemas de salubridad que eso ocasiona.

Túnel de la entrada de la Torre de les Aigües.

Túnel de la entrada de la Torre de les Aigües. / JOAN CORTADELLAS

El conflicto, si es que así se puede llamar a la situación actual, es que el Ayuntamiento de Barcelona ha buscado un mínimo denominador común de las diversas propuestas ciudadanas presentadas para reflotar este espacio y, como se trataba de una negociación a varias bandas, ha borrado, por ejemplo, la petición vecinal de que se recuperara la célebre ‘playa’. El argumento es que los presupuestos participativos no pueden conllevar ningún gasto corriente. Tienen que ser inversiones finalistas. La ‘playa’ requeriría la contratación en los meses de verano del personal de vigilancia del espacio.

La propuesta final prevé una zona de juego infantil y también equipos de gimnasia para gente de avanzada edad. También un nuevo mobiliario dispuesto de modo que promueva la relación entre los usuarios. En el túnel, por último, se propone la instalación de un espacio expositivo que incorpore un relato con perspectiva de género, con una mención especial a las mujeres que a lo largo de varias generaciones se han significado en la construcción del Eixample.

Pulso con los ejes verdes

Hay un trasfondo que es de ineludible mención ahora que falta poco más de un mes para la votación de los presupuestos participativos. Los interiores de manzana fueron uno de los principales argumentos de campaña del actual alcalde, Jaume Collboni. Prometió abrir unos 30. La Torre de les Aigües no contaría, claro, como nuevo. La cuestión, más allá de la imposibilidad de alcanzar esa cifra, es que los interiores de manzana fue la alternativa que puso sobre la mesa el PSC en campaña para poner fin a plan de extensión de los ejes verdes en la ciudad. No se conocía entonces, antes de las elecciones cuál sería la respuesta ciudadana y la evolución de calles como Consell de Cent, Girona, Borrell y Rocafort.

Para la Associació de Veïnes i Veïns de la Dreta de l’Eixample, el resultado ha sido lo suficientemente formidable como para incluir en los presupuestos participativos la prolongación del eje de verde de Girona hasta la calle de Còrsega, es decir, hasta conectarlo con Gràcia. Son apenas dos travesías. En la votación preliminar de los presupuestos participativos, esa apuesta por los ejes verdes quedó por delante en votos de la recuperación de la Torre de les Aigües. Visto desde esta perspectiva, el pulso parece bastante interesante.