Obras de Ferrocarrils

Un tramo de Rosselló cambiará de sentido el lunes y tres calles más ganaran un carril de circulación

La calle de Urgell estará cortada al tráfico un año a partir del 20 de enero por las obras de Ferrocarrils

La plaza de Espanya encara sin previsión de contratiempos la pérdida de dos carriles

Unos operarios colocan un semáforo en el cruce de Rosselló con Calàbria.

Unos operarios colocan un semáforo en el cruce de Rosselló con Calàbria. / JORDI OTIX

Carles Cols

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Acaban de comenzar los trabajos contrarreloj para ampliar la capacidad de tráfico de tres calles de la Esquerra de l’Eixample (Calàbria, Entença y Gelabert) y, lo que es más importante, quizá cara a la información fundamental que necesitan conocer los conductores, las obras para cambiar de sentido un tramo de la calle de Rosselló. A partir del próximo 20 de enero y durante un año como mínimo, la calle de Urgell quedará fuera de servicio a la altura de la Escola Industrial como consecuencia de la prolongación de la red de los Ferrocarrils de la Generalitat por debajo de la ciudad, una operación que requerirá encontrar sendas alternativas para los 31.000 vehículos que, de media, utilizan a diario esa ruta.

Rosselló será la principal novedad en la nueva configuración viaria de esta parte del Eixample porque se pretende que una buena parte del tráfico que sube por Urgell utilice esa calle, que actualmente es de sentido Besòs, para dirigirse en sentido Llobregat hasta Calàbria y, desde ahí, enlazar con Josep Tarradellas. Por el momento, ha comenzado en Rosselló la instalación de nuevos semáforos, pero no será hasta la madrugada del 19 al 20 enero que se acondicionará la señalización horizontal, es decir, la pintura de la calzada.

Rosselló, en cualquier caso, es una calle, por sus dimensiones, incapaz de absorber la totalidad de esos 31.000 vehículos sin rozar el colapso. Por eso, el propósito es que parte del tráfico que actualmente circula por Aragó con intención de subir después por Urgell lo haga previamente por Casanova.

El consejo general a los conductores por parte del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat es que, en caso de ser posible, se utilice el transporte público para los desplazamientos. El nuevo puzle viario del Eixample, sostiene ambas administraciones, se resolverá mejor si disminuye el volumen de tráfico. Con todo, se han acordado medidas suplementarias por si ese consejo cae en saco roto más de lo deseable. Se ampliará la capacidad de tres calles.

En el tramo de la calle de Entença comprendido entre Còrsega y Josep Tarradellas se pasará de dos carriles de circulación y uno de bus a tres carriles y otro de bus, eso a costa de perder el actual cordón de servicios.

En Calàbria, entre París y Londres, los damnificados serán los peatones, porque para ganar un carril de circulación se ha decidido desplazar el cordón de servicios a la parte de la calzada que había sido concedida a los viandantes.

Por último, en la calle de Gelabart, entre Entença y Josep Tarradellas se pasará de uno a dos carriles de circulación a costa de eliminar el cordón de servicios del lado montaña. Todas estas medidas deberán ir acompañadas a partir del próximo lunes 20 de enero de una rigurosa vigilancia por parte de la Guardia Urbana, porque, por ejemplo, cualquier parada para carga y descarga en los carriles de circulación podrá tener nefastas consecuencias en el conjunto del barrio.

Los responsables municipales del diseño de este nuevo mapa de circulación confían en que el resultado sea satisfactorio de inmediato o a corto plazo, el tiempo suficiente como para que los conductores adquieran los nuevos hábitos. Entre otras cosas, porque el calendario corre y a finales de febrero (en principio, el día 23) Urgell sufrirá un segundo corte total a la altura de Francesc Macià, es decir, en sentido descendente, y ello requerirá medidas adicionales porque se trata de una ruta que emplean a diario unos 18.000 vehículos.

El objetivo final, por si cabe recordarlo, es construir en esos dos puntos de Urgell sendas estaciones del nuevo trayecto de la L8 de Ferrocarrils, un proyecto que multiplicará el volumen de pasajeros y que, sobre todo, enlazará las dos redes de esta red ferroviaria hoy inconexas, la del Baix Llobregat y la del Vallès.