Microurbanismo

Barcelona estrena el primer y por ahora único 'ecochaflán' de la calle Aragó

Anatomía del ecochaflán, la última (o penúltima) impronta urbanística del 'colauismo'

Collboni descarta cuatro de los cinco 'ecochaflanes' previstos en Aragó

La sede del distrito del Eixample, con el ecochaflán pendiente solo del arbolado.

La sede del distrito del Eixample, con el ecochaflán pendiente solo del arbolado. / MANU MITRU

C. Cols

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A falta de que el Instituto de Parques y Jardines de Barcelona plante los árboles, una de las cuatro esquinas del cruce de Aragó con Bruc, justo el que está delante de la sede del distrito del Eixample, ya es un ’ecochaflán’, el nombre con el que se bautizó el proyecto alumbrado en el anterior mandato municipal para dar a conocer este proyecto de microurbanismo. Se pretendió que fueran cinco a lo largo de la calle de Aragó, en una suerte de primer paso para conseguir que algún día la calle de Aragó deje de ser una vía de alta intensidad de vehículos y, como consecuencia de ello, de bajísima intensidad de peatones. Con el cambio al frente de la alcaldía, solo el plan fue reconsiderado y solo se ha llevado a cabo uno de los ‘ecochaflanes’, que con el tiempo será una rareza o, en el mejor de los casos, un ensayo para retomar la idea más adelante.

La esquina, tras una inversión de 150.000 euros, se ha quedado sin la característica forma que Ildefons Cerdà dio a su cuadrícula urbana. Es ahora de los viandantes, no de los coches, aunque en este caso, al estar frente a la sede del distrito, su uso era exclusivamente para vehículos del Ayuntamiento de Barcelona.

La nueva esquina de Bruc con Aragó, ya sin el perfil que dibujó Cerdà en su día.

La nueva esquina de Bruc con Aragó, ya sin el perfil que dibujó Cerdà en su día. / MANU MITRU

Se desdeñó llevar a cabo la misma intervención en las esquinas de Entença, Viladomat, Urgell y Nàpols, que eran las otras elegidas en un primer momento. Se salvó la de Bruc, entre otras razones, porque se trata de una manzana singular, en la que conviven, además de las dependencias municipales, el Mercat de la Concepció, la Escola de la Concepció y el Conservatori de Música. Es, con esos polos de atracción, una zona transitada, y más se espera que lo sea cuando en una fecha aún por determinar se proceda a la reforma del mercado municipal, en la que está previsto reservar una zona a la restauración, tal y como se ha hecho ya, por ejemplo, en el Mercat del Ninot.