En Rosselló y en Buenos Aires

La calle de Urgell estará cortada al tráfico un año a partir del 20 de enero por las obras de Ferrocarrils

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Las obras de Ferrocarrils en la esquina de Urgell con Consell de Cent, un anticipo a pequeña escala de lo previsto en Rosselló y Buenos Aires.

Las obras de Ferrocarrils en la esquina de Urgell con Consell de Cent, un anticipo a pequeña escala de lo previsto en Rosselló y Buenos Aires. / FERRAN NADEU

Carles Cols

Carles Cols

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La calle de Urgell permanecerá cortada al tráfico a partir del 20 de enero y durante un año por las obras de prolongación de la red de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya. Esta es, sin duda, la más importante novedad recién anunciada por el departamento de Territori, por no decir directamente que es casi una sorpresa, porque en ninguna de las sesiones informativas previas en las que se dieron a conocer las afectaciones de estos trabajos a la vida cotidiana de la ciudad se puso sobre la mesa ese dato.

Los cortes de tráfico, que serán dos y que obligarán a reformular las rutas de entrada y salida de Barcelona por lo que afecta a la Esquerra de l’Eixample, estarán situado en el tramo de Urgell comprendido entre las calles de Rosselló y Còrsega, o sea, justo frente al recinto de la Escola Industrial y una sola travesía del nudo de comunicaciones que es la puerta principal de acceso del Hospital Clínic, y, en segundo lugar, entre la calle de Buenos Aires y la plaza de Francesc Macià. Esos serán, de hecho, los nombres de las futuras nuevas estaciones de Ferrocarrils, Hospital Clínic y Francesc Macià.

82 metros de profundidad

A día de hoy, ambas zonas ya están en obras, pero se trata de una fase de los trabajos que puede ser calificada de menor en comparación con lo que está por venir. Actualmente, las obras apenas tocan la epidermis de la ciudad. Se está procediendo desde hace meses al desvío de las canalizaciones de servicios y del alcantarillado, nada que ver, pues, con los más de 82 metros de pozo que está previsto excavar para acondicionar las estaciones.

Las vallas de las obras, a la altura de Consell de Cent.

Las vallas de las obras, a la altura de Consell de Cent. / Zowy Voeten

En el caso de la zona más alta de Urgell, entre Buenos Aires y Francesc Macià, el corte absoluto será un mes más tarde, a partir del 23 de febrero, pero la duración prevista de la interrupción será similar, un año. De este modo, durante casi todo 2025 y hasta principios de 2026, los vecinos de la zona tendrán un paisaje similar al que ya tienen quienes viven en el cruce de Urgell con Consell de Cent, con esos tubos gigantes que como un gran órgano emergen del suelo y con la grúa de la hidrofresadora en mitad de la calzada. Será un paisaje similar, pero de mayores dimensiones, porque en Consell de Cent las obras consisten ‘solo’ en la perforación de un pozo de circulación, no de una estación completa. Como único consuelo, el hecho de que las vallas más cercanas a las fachadas de los edificios no serán de seis metrosode altura, sino solo de tres.

Rosselló, cambio de sentido

Más allá de los vecinos, el otro gran afectado es, sin duda, el tráfico. Los equipos de movilidad del Ayuntamiento de Barcelona se han enfrentado los últimos meses a un tetris de muy difícil resolución. ¿Cómo redirigir los más de 31.000 vehículos que cada día suben por Urgell a la altura de Roselló y los 18.000 que bajan por esa misma primera calle desde Francesc Macià? El consejo general, no ahora, siempre, que predica el ayuntamiento es que, si se puede, el mejor remedio es el transporte público o la bicicleta. Pero, dicho esto, los responsables de movilidad han redefinido las rutas de entrada y salida de modo que calles como Aribau, Casanova, Rosselló y Calàbria serán la red prioritaria para desembalsar el tráfico de salida (en el caso de Rosselló se invertirá el sentido de la marcha) y Numància y Josep Tarradellas lo serán de entrada.

En resumen, se avecina un año muy difícil en la Esquerra de l’Eixample. Pasado ese periodo, las obras no habrán terminado. Urgell seguirá siendo un embudo de dos carriles de circulación hasta que dentro de cinco años, aproximadamente, terminen las obras de construcción de la nueva red de Ferrocarrils. Sobre el hecho de que hasta ahora no se haya anunciado tan mayúscula intervención, es decir, el corte absoluto del tráfico en Urgell, fuentes de Territori explican que ha sido por culpa de la disponibilidad en el mercado de la maquinaria necesaria para realizar los trabajos. Los equipos posibles necesitan más espacio de que inicialmente se previó.