El Ayuntamiento de Barcelona descubrió 29 terrazas piratas este verano en el Eixample

Entre los meses de junio y septiembre de este 2024, el Ayuntamiento de Barcelona localizó en el Eixample 29 establecimientos que por su cuenta y riesgo, sin ningún tipo de autorización, habían colocado mesa y sillas en la acera. En seis de los casos, las brigadas municipales fueron las encargadas de meter en la caja del camión todo ese mobiliario, mientras los inspectores se encargaban del papeleo sancionador. En el resto de las ocasiones, arrepentidos o no, los dueños de esos negocios se comprometieron a poner fin a ese uso fraudulento del espacio común que es la calle. Eso, en cualquier caso, no interrumpía el expediente que debería derivar en una multa. ¿Son muchas 29 terrazas piratas? Basta con tomar primero una foto general del Eixample para sacar conclusiones.

Las cifras son estas. En todo el distrito hay 9.079 terrazas, la mayoría, 8.478, en las aceras, y solo 601 a la francesa, es decir, en plataformas instaladas sobre la calzada que un día fue de los coches. Hay también el número de sillas. Son 35.189. Bueno, esas son las censadas por el ayuntamiento en los permisos concedidos. La pillería de añadir mesas y sillas no es inusual. En cualquier caso, si se tiene en cuenta solo la estadística oficial, por cada ocho vecinos que tiene el Eixample, hay una silla en una terraza.

En realidad, no hay calle de este distrito que en una u otra dirección postal no tenga una terraza, pero, claro, hay vías de altísima concentración. En la Rambla de Catalunya, por ejemplo, aproximadamente en 30% de la superficie del paseo central son terrazas. El paradigma de ‘terracismo’, no obstante, es la calle de Enric Granados, donde prácticamente la proporción de sillas y vecinos es de uno a uno. Quizá en Rambla de Catalunya ganen las sillas en ese singular duelo, pero la calle dedicada al compositor es, por decirlo de algún modo, más conflictiva por los horarios y tipo de público. De ahí que convenga mirar también dónde se han descubierto más incumplimientos durante la campaña de inspecciones de verano.

Despunta en ese capítulo la Antiga Esquerra de l’Eixample, barrio de Enric Granados y de una parte de los nuevos ejes verdes de la ciudad. En segundo lugar está la Dreta de l’Eixample. La tercera posición la ocupan los alrededores de la Sagrada Família. Vamos, nada que cause extrañeza.

Un 28% más de inspecciones

Para observar al trasluz esta radiografía de terrazas legales y piratas merece la pena tener en cuenta un contexto que no es menor. El equipo de gobierno se ha tomado esta cuestión como una de las prioridades del mandato. Si durante la campaña de verano de 2023 las inspecciones fueron 2.193, este año han sido ya 3.042, es decir, un incremento del 28%. El celo funcionarial ante esta materia administrativa ha crecido exponencialmente desde 2020. Hace cuatro años se abrieron 538 expedientes sancionadores, por razones varias (horario, número de mesas…), y entre septiembre de 2023 y octubre de 2024 esa cifra de expedientes ha crecido hasta los 12.507, de los cuales 4.542 han derivado en una sanción.

No esconde el gobierno municipal que pretende ser implacable en este capítulo de su gestión. Al contrario, el concejal del Eixample, Jordi Valls, da cuenta periódicamente de las inspecciones llevadas a cabo en los entornos más sensibles, o sea, allí donde la convivencia entre vecinos y locales con terraza es un hilo a punto de romperse.

Hay incluso una programación para ello. En la avenida de Gaudí hay dos inspecciones diurnas al mes. En Enric Granados, dos al mes también, pero de noche y en fines de semana. La calle de Aribau, el paseo de Sant Joan y los alrededores de la calle Parlament son blanco de un idéntico celo. Luego hay zonas en las que las inspecciones solo se llevan a cabo a partir de denuncias, como en la Rambla de Catalunya, el paseo de Gràcia y la ronda Universitat.