'superilla eixample'

Los ejes verdes del Eixample reconfirman la elasticidad de las licencias comerciales

Las escuelas del Eixample piden 'ramas verdes' que las conecten con la 'superilla'

De cuando los porteros del Eixample no podían dejarse bigote

Artículos para fumadores, pero no solo para fumar.

Artículos para fumadores, pero no solo para fumar. / FERRAN NADEU

Carles Cols

Carles Cols

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Gafas de sol, refrescos, lámparas decorativas, pero no unas cualesquiera, sino de aquellas en las que unas burbujas gelatinosas suben y bajan desafiando las leyes de la gravedad. Chocolatinas. Piruletas y caramelos de palo, incluso de aquellos que van rellenos de chicle y que se siguen llamando Kojak, sin que nadie menor de 50 años sepa ya el motivo de tal nombre. La ‘manguera desechable shisha’ se vende a menos de dos euros y las cajas de carbón, a 4,90, pero ese último producto no debería invitar a la confusión. No es para barbacoas. También se pueden adquirir ahí, en la esquina del paseo de Sant Joan con València, cajetillas de tabaco, pues no por nada la licencia del establecimiento es de estanco. Queda claro por su fachada exterior. Tiene la apariencia clásica de un estanco. No tanto por las estanterías de su interior. En eso es radicalmente distinto. Esto, en cualquier caso, no es ninguna denuncia. De hecho, nadie se ha quejado en las oficinas del distrito por la variopinta oferta de esta tienda. Todo esto, simplemente, es solo una constatación más de que las licencias de actividad en Barcelona, sobre todo en calles turísticamente muy concurridas, son de goma.

El estanco abrió en 2021. De esa fecha es la licencia. El paseo de Sant Joan entre Diagonal y Gran Via, sin ser un eje verde, fue una pequeña revolución cuando se reformó. No se intuyó entonces la urgencia de que un plan de usos evitara la apertura en cadena de negocios de restauración. Cuando las autoridades municipales se despertaron, ya era mediodía. Tarde. El estanco, en este sentido, es algo inusual y, en principio, bienvenido. Nunca se sabe cuando se necesitarán un par de sellos para una carta o se retomará el vicio de fumar. En este, sin embargo, la oferta va más allá.

Pese a todo, un estanco

Pese a todo, un estanco / FERRAN NADEU

Gafas para la presbicia, cafés en vaso de cartón, bebidas energéticas que, según cuentan, equivalen a nosecuantos cafés, palomitas y, como si esto fuera la nevera de un hotel, minibotellines de vodka y ginebra. Las licencias, preguntado al respecto el ayuntamiento, fijan cuál es la actividad principal de un negocio. Que hay desviaciones lo saben los inspectores municipales tanto como los vecinos de cada barrio, pero lo que no está previsto, explican las mismas fuentes, es realizar visitas aleatorias si no hay denuncia previa. Sería arbitrario.

La cuestión es que la última transformación urbanística de la ciudad, la que ha encajado los ejes verdes en mitad del Eixample, ha vuelto a poner a prueba la flexibilidad de las licencias, tal cual ya sucedió en 2018, por ejemplo, en Sant Antoni, la otra ‘superilla’. En aquella ocasión, la sorpresa fue que a menos de un mes y pese a que las tiendas de suvenirs estaban vetadas, abrió una con la excusa de que vendía camisetas. Todos los estampados eran solo aptos para turistas con pésimo gusto en el vestir, pero lo llamativo era que el resto del establecimiento estaba ocupado por lo habitual en estos casos, objetos de supuesto aire gaudiniano, imanes de nevera y un largo etcétera. En Consell de Cent ha ocurrido, tras su estreno como calle pacificada, algo similar.

Un supermercado de conveniencia: maletas y muñecas folclóricas.

Un supermercado de conveniencia: maletas y muñecas folclóricas. / .

Entre el paseo de Gràcia y Pau Claris ha abierto este septiembre un negocio de grandes dimensiones al que se accede bajo un cartel que anuncia que es un supermercado. Sus productos estrella, porque al menos son los que se exhiben en el escaparate, son maletas y ‘bailaoras’ flamencas. Junto a la caja, tampoco pasa inadvertida la importancia que en ese ‘super’ tienen las bebibas alcohólicas.

Maletas, muñecas folclóricas, alcohol...

Maletas, muñecas folclóricas, alcohol... / FERRAN NADEU

Es, de nuevo, un negocio sin mácula desde el punto de vista administrativo, eso si no se tiene en cuenta algún nimio detalle relacionado con las obras llevadas a cabo. En esa calle y en el resto de ejes verdes y sus respectivas áreas de influencia está vigente una suspensión de determinado tipo de licencias. No se permite la apertura de nuevos bares y locales de restauración. La posibilidad de vetar también los llamados ‘supers’ de conveniencia estuvo sobre la mesa en el pasado mandato en las negociaciones que sobre esta cuestión mantuvieron los miembros del gobierno municipal de entonces. El PSC se opuso a que se impidieran nuevas aperturas. Este de Consell de Cent es un lodo de aquellas arenas.