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La Modelo da el primer paso para ser escuela y polideportivo

El Institut Escola Xirinacs está previsto que pueda ser inaugurado cara al curso 2027-2028

El grafiti de Octavi Serra, uno de los artistas urbanos que ha pintado uno de los muros de la cárcel Modelo de Barcelona

El grafiti de Octavi Serra, uno de los artistas urbanos que ha pintado uno de los muros de la cárcel Modelo de Barcelona / JOAN CORTADELLAS

Carles Cols

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El cierre de la Modelo como centro penitenciario, en junio de 2017 (tras 113 años de deplorable historia), fue solo el principio del fin. No fue fácil. Durante años se pospuso lo inevitable, porque el deterioro de aquella cárcel y su absurdo en mitad de Eixample era más que evidente. El fin del fin tampoco será veloz. El Ayuntamiento de Barcelona acaba de aprobar una partida de 1,3 millones de euros para la redacción del proyecto de las tres primeras piezas que ocuparan solo una porción de ese inmenso solar, una escuela pública, un polideportivo y una central de producción combinada de geotermia y aerotermia que, cuando llegue el momento, será capaz de abastecer todo los equipamientos de lo que antaño fue un presidio nunca modélico. El principio del fin del fin. Las obras podrían comenzar en el mejor de los casos en 2025 y la escuela, el Institut Xirinacs, de dos líneas, podría estrenarse, si se cumplen los plazos, cara al curso 2027-2028.

La parte en la que la Modelo comenzará a perder parte de su fisonomía será la que se esconde tras los muros de la calle de Nicaragua, donde los presos tenían la zona de talleres. Se romperá la unidad arquitectónica del edificio, pero el resultado distará mucho de lo que llegó a plantearse cuando la Generalitat aceptó cerrar la prisión, pues hasta se pretendió destinar el solar a promociones inmobiliarias de libre mercado y, cn las ganancias, financiar las nuevas cárceles en construcción.

Tercera galería

La ciudad es propietaria de la Modelo desde 2018 y, desde entonces, como ha subrayado el concejal del distrito, Pau González, los posibles usos han sido consensuados en un paciente proceso de participación vecinal. La escuela, el polideportivo y la central de generación de energía (todo lo limpia que sea posible) son parte de ese consenso. El uso de antiguas oficinas de la prisión para actividades vecinales, de forma provisional, a la espera de que se acondiciones espacios mejores, es otro de los acuerdos. En breve, por ejemplo, se prevé completar los trámites para legalizar el uso de la tercera galería como equipamiento disponible, algo ya llevado a cabo con la cuarta y la quina galería, donde estos últimos años ha sucedido algo no del todo previsible. Su imán como lugares expositivos y como espacios dedicados a lo que fue la memoria ha sido de una fuerza magnética inusitada.

A ello ha hecho referencia, precisamente, el concejal de Memòria Democràtica, Jordi Rabassa. Hay tanto que recordar, ha dicho, que a la memoria se destinarán 5.800 metros cuadrados de superficie, porque la Modelo fue centro de represión política en distintas etapas y en función de quien detentaba el poder, sino también de castigo a las mujeres por delitos que hoy no lo son, de condena para los homosexuales simplemente por su orientación sexual, de señalamiento de la comunidad gitana y, en general, de pésimo trato a cualquier detenido, estuviera pendiente de juicio o a condenado. Las historias de la Modelo son infinitas y, puede que por ello, desde que se abrieron sus puertas al público han pasado de visita más de 200.000 personas.

Imán de público

La antigua cárcel de la calle de Entença no suele salirse nunca del podio de propuestas más exitosas del festival de arquitectura Open House y, cuando allí se programan exposiciones, raramente pasan inadvertidas. A finales de esa semana, por ejemplo, se inaugurará una muestra sobre los refugios de guerra de Barcelona, con una selección de fotografías a gran tamaño de algunos de ellos prácticamente nunca visitados.

La Modelo, aunque desde la calle haya parecido dormida estos últimos cinco años, ha emergido como un imprevisto centro cultural, como un Born Centre de Cultura i Memòria de la Esquerra del Eixample. No perderá esa función con el conjunto de obras que vendrán después de la escuela y el polideportivo. Los pisos de protección oficial previstos y la residencia geriátrica previstas no serán incompatibles con la musealización de parte de la cuarta galería y de una porción de panóptico central. Se preservarán 10 celdas que conservan aún intacto el descorazonador aspecto de cuando eran el ‘hogar’ de reclusos y se hará visitable, con todo el esplendor que sea factible, la Capilla Gitana que pintó el cartelista Helios Gómez durante su estancia en la cárcel. Lo perfecto, según Rabassa, sería que, una vez consolidada la Modelo como espacio de memoria igual que lo es el Born, se sumara a esa línea de actuación la Jefatura Superior de Policía de Barcelona, una cuestión mucho más verde.