CUADERNO DE GASTRONOMÍA Y VINOS

Burbujas y deseos con un buen champagne

Isabel Brunet, de Monvínic, lo sabe todo acerca del champagne y de cómo sus burbujas transmiten mejor los buenos deseos

Isabelle Brunet, de Monvínic, con botellas de champán.

Isabelle Brunet, de Monvínic, con botellas de champán.

MIQUEL SEN

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El champán y su hermano el cava tienen en común virtudes que van más allá de sus burbujas. Probablemente tenga razón el polifacético Paul Morand cuando escribe que una copa de champán es un filtro de Dios que lleva la existencia a una dimensión festiva. Apoyándose en esta realidad que todos hemos detectado en algún momento de nuestras vidas, sobre las copas de estrellas se ha creado una literatura magnífica.

Por ejemplo, Oscar Wilde se escapa imaginariamente de la cárcel recordando la efervescencia del Perrier-Jouët, Churchill ganó la guerra y escribió sus memorias a base de darle al champán Pol Roger, que puso de negro de luto sus etiquetas cuando murió el político. Había bebido tantas botellas que bien se merecía el detalle, como Truman Capote recibir el regalo de unas buenas cajas de Cristal Roederer. Paralelamente, Chesterton estaba abonado a Pommery.

Lanson Extra Age Brut, un champagne a 50,50 €

Todo esto lo comentamos en Monvínic con Isabelle Brunet, la ganadora del premio que otorga la Acadèmia Catalana de Gastronomia al mejor servicio de sala. Con Brunet coincidimos en muchos conceptos, entre ellos en que no hay que buscar excusas para beber vinos con burbujas, o que hay que disfrutar con la complejidad de las largas crianzas de los espumosos locales como contrapunto al sabor que proporciona el suelo calizo de la Champagne.

Fantasía

Delicada sumiller, Isabelle cree en Oscar Wilde cuando asegura que solo quien carece de fantasía no encuentra una buena razón para beber champán. Sitúa las copas en alegre compañía. Nos lanza sobre la riqueza del Gramona Enoteca 2002. Sigue con el xarel·lo profundo del Recaredo Turó d'en Mota 2005, brinca hasta el Colet Màgic 2006 mientras en otra serie de copas, los dioses nos obsequian con el deslumbrante L'Atavique, rico en pinot noir.

Para demostrarnos como sabe un champán elaborado solo con uvas tintas ahí está Les Murgiers Blanc de Noirs, que recuerda lo muy acertado que estaba Cesare Pavese cuando juraba que hay vinos que mejoran cuando los beben dos bocas al unísono, el champán por ejemplo.