El edificio que planta cara al modernismo

La Casa Xina rompe con la elegancia del Eixample y apuesta por un estilo muy radical

Original 8 Fachada de la Casa Xina, en Muntaner con Consell de Cent.

Original 8 Fachada de la Casa Xina, en Muntaner con Consell de Cent.

LLUÍS PACHECO / BARCELONA

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Andar por el Eixample es una inmersión en el Modernismo, empaparse con solo una mirada de la obra de arquitectos ilustres del XIX, como Gaudí, Domènech i Montaner o Puig i Cadafalch. La Sagrada Familia, el Palau de la Música o la Casa Amatller son parte de su legado, así como la cuadriculada estructuración de los edificios del distrito.

Como en todas las familias, siempre hay alguien especial, más radical, una oveja negra, por llamarlo así. En el caso del Eixample, ésta podría ser la Casa Xina (Muntaner,54),  Situada en el cruce entre Muntaner y Consell de Cent, la Casa se aleja del señorío y la elegancia del Modernismo del centro y apuesta por llamar la atención con sus peculiares formas y colores vistosos.

Si el edificio fuera un niño, podría decirse que heredó la genética de su padre, el arquitecto valenciano Juan Guardiola Martínez (1895-1962), un antiguo alumno de Gaudí recordado por su detallismo, majestuosidad y su aprecio por la cultura oriental.

Relación con el Art Déco

Las líneas maestras de la obra de Guardiola estuvieron íntimamente relacionadas con el Art Déco, un  movimiento artístico de los años 20 basado en el arte majestuoso como protesta a la austeridad que imperó en Europa tras la Primera Guerra Mundial.

A los pies de la Casa Xina, enmarcado entre los pilares que monopolizan la parte baja del edificio, está Monsó i Benet, un humilde negocio de material luminoso y de decoración con una interesante historia. "El nuestro es un negocio familiar que estaba al otro lado de la calle y que vio nacer la Casa Xina", dice Isabel Benet, una de las herederas de la tienda.

Al ver la construcción de la Casa Xina, se trasladaron allí. Posteriormente, debido al aumento de clientes, ampliaron sus instalaciones. "Para ser más eficientes adquirimos la zona baja del edificio y la conectamos con la portería", dice Isabel, quien destaca la belleza que conserva la Casa en su interior. "La Casa por dentro sigue siendo encantadora. Las reformas han mejorado la comodidad vecinal sin afectar al estilo original", afirma Isabel.