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Educación

Álvaro Bilbao, experto en educación, destaca la importancia de enseñar límites a los hijos: "Es una de las lecciones más importantes para..."

El neuropsicólogo recalca que hay que "aprender a soltar lo que no se puede controlar"

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Álvaro Bilbao imparte un taller sobre educación en positivo mañana sábado en el Conservatorio de Palma.

Álvaro Bilbao imparte un taller sobre educación en positivo mañana sábado en el Conservatorio de Palma. / PLATAFORMA EDITORIAL / redacción

Mariona Carol Roc

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Enseñar límites a los niños no solo les ayuda a comportarse mejor, sino que tiene un profundo impacto en su desarrollo emocional y mental, según explica Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, en un reciente mensaje educativo compartido en su Instagram.

Más allá de las normas y el autocontrol

El especialista aclara que establecer límites no debe verse únicamente como una forma de enseñar disciplina o respeto a las reglas.

"No es porque les ayude a aprender normas de una manera más fácil, no es porque desarrollen mejor la capacidad de autocontrol, ni siquiera porque les ayude a gestionar mejor la frustración", señala.

La verdadera razón, explica, es que los niños que crecen con límites claros experimentan menos conflicto interno y afrontan mejor las dificultades cotidianas con mayor serenidad.

Aprender a aceptar lo que no se puede controlar

El neuropsicólogo subraya que, desde los dos años de edad, el cerebro infantil empieza a desarrollar las estructuras necesarias para entender los límites. "Viven los límites y dificultades naturales de la vida con niveles bajos de frustración y sufrimiento porque han aprendido una lección esencial en la vida, que hay cosas que pueden controlar y otras que no", detalla.

Gracias a ello, los niños aprenden una lección esencial: hay cosas que pueden controlar y otras que no. Esta comprensión les permite reducir los niveles de frustración y sufrimiento cuando enfrentan obstáculos naturales de la vida.

Un impacto directo en la salud mental

Enseñar límites no solo mejora la convivencia familiar, sino que tiene efectos duraderos en la salud mental. Según el experto, los niños que aprenden a aceptar los límites tienen menor riesgo de padecer ansiedad o de desarrollar una excesiva necesidad de control.
Además, destaca que esta habilidad es un predictor clave de la respuesta a los tratamientos psicológicos, incluso más que otros factores tradicionalmente considerados.

Una lección para padres y educadores

El neuropsicólogo invita a padres, madres y profesionales de la educación a replantearse el sentido de los límites. Más que una herramienta de autoridad, deben verse como una forma de acompañar emocionalmente al niño y enseñarle a vivir con equilibrio.

"Aprenden también cuando debemos soltar, cuando hay cosas que se escapan de nuestro control. Y fíjate si es algo importante que tiene un gran impacto sobre la salud mental de los niños y adultos, reduciendo el riesgo de trastornos como la ansiedad o la necesidad de control", ha finalizado.