Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Psicología

La señal que muchos padres pasan por alto y puede indicar altas capacidades, según psicólogos expertos

La familia, la escuela y el entorno comunitario deben trabajar en conjunto para crear un entorno sólido que estimule y garantice un desarrollo exitoso de estos niños

Los expertos alertan ante los errores más comunes al detectar las altas capacidades

La psicóloga Amelia Arenas lo deja claro: detectar altas capacidades de adulto es más habitual de lo que piensas

Un niño jugando al ajedrez con su madre.

Un niño jugando al ajedrez con su madre. / Ferran Nadeu/EPC

Zoe Campos Corral

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Si la crianza ya supone un reto en sí mismo para la mayoría de familias, tomar el camino equivocado para ayudar a tu hijo en su desarrollo podría complicar todavía más si cabe este proceso. Sería como montar un mueble con las instrucciones de otro o hacer un plato con la receta de algo distinto.

Por eso, es importante situar el foco sobre la construcción de un entorno propicio para la crianza: utilizar las herramientas adecuadas para fortalecer y no debilitar, pues los niños, especialmente aquellos con altas capacidades, necesitan que se potencien sus habilidades a través de un acompañamiento adaptado a ellos.

¿Qué son las altas capacidades?

Pero empecemos por el principio, ¿qué son las altas capacidades? Las altas capacidades (AACC) son un conjunto de habilidades cognitivas y emocionales que están por encima de la media. Es por eso que las personas que cuentan con este atributo muestran un rendimiento superior en una o varias áreas intelectuales, creativas o artísticas: aprenden más rápido, tienen más imaginación y necesitan que alguien responda un sinfín de preguntas que pasan por su cabeza. 

En estos casos, para identificar altas capacidades intelectuales debemos tener en cuenta la sobredotación, el talento y la precocidad intelectual, que pueden ser factores coexistentes e independientes a la vez. 

  • Una persona superdotada es aquella que tiene un coeficiente intelectual igual o superior a 130. Es excelente en todas las áreas. La máxima expresión de inteligencia. 
  • En cambio, una persona con talento tiene altas capacidades en una o más aptitudes, pero en el resto está dentro o por debajo de la media.
  • Asimismo, los niños con precocidad intelectual son aquellos que adquieren de forma temprana capacidades intelectuales o psicomotrices. 

Sin embargo, los expertos alertan que las altas capacidades no son sinónimo de éxito garantizado. La familia, la escuela y el espacio comunitario deben trabajar en conjunto para crear un entorno sólido que estimule y garantice un correcto desarrollo.

La señal para recordar

Existen diferentes indicadores que pueden hacernos sospechar de que nuestro hijo o hija tiene altas capacidades, pero hay una en la que los expertos coinciden: la memoria. En el caso de un niño con habilidades excepcionales su memoria es concreta, rápida e inusual

Según Olga Carmona y Alejandro Busto, directores del centro de psicología CEIBE especializado en altas capacidades, una buena memoria puede corresponder a diferentes factores. Puede ser una buena memoria fotográfica o que el niño tenga la capacidad de retener mucha información detallada a la vez. Además, explican que la memoria puede ser de diferentes tipos: sensorial, episódica, semántica y procedimental

La memoria sensorial se corresponde con personas hipersensibles, mientras que la memoria episódica está vinculada al recuerdo de muchos detalles autobiográficos.

Los psicólogos detallan que también puede ser semántica en aquellos individuos con altas capacidades que pueden recordar el significado de palabras y relacionarlo con otros conceptos. En consecuencia, cuentan con una memoria procedimental, ya que son capaces de recordar esas “habilidades” que les permiten completar una tarea correctamente, añaden.

Tal como coinciden en señalar Carmona y Busto, algunos niños y niñas también tienen memoria eidética, que es aquella que permite recordar imágenes o sucesos con el más mínimo detalle y sin que suponga un gran esfuerzo para ellos. 

Otros indicativos para llamar tu atención

Según informa la Universidad Internacional de Valencia, estos pueden ser algunos de los indicativos de altas capacidades por edades:

  • Entre los 12 meses y los dos años: tienen un desarrollo precoz del lenguaje, así como un temprano control de esfínteres para su edad. También son capaces de memorizar canciones o cuentos, son capaces de dibujar cosas con sentido, contar hasta diez o hacer un puzzle de 20 piezas.
  • De los cuatro a los seis años: seguramente se relacionen con adultos y niños más mayores. Les gusta leer cuentos y libros, tienen una curiosidad ambiciosa y entienden nuevos conceptos con mucha facilidad. Son autónomos para aprender y lo hacen rápidamente.
  • A partir de los seis años: tienen un vocabulario amplio para su edad y una gran memoria a largo plazo. Tienen la capacidad de relacionar conceptos difíciles entre sí y entenderlos. A partir de esta edad es común que disfruten planteando nuevos problemas, y de solucionarlos ellos mismos.

Aparte de una memoria fuera de lo común, la Universidad Internacional de Valencia también describe diferentes características de estos niños. Por ejemplo, tienen una gran curiosidad por el mundo que les rodea, así como una gran capacidad para aprender rápidamente, y son capaces de generar ideas y soluciones originales ante los problemas.

Por otro lado, suelen tener una sensibilidad emocional intensa y una fuerte conciencia social y moral. Además, son perfeccionistas y autocríticos, lo que puede generar en ellos niveles altos de estrés. Con relación a las capacidades sociales, pueden tenerlas muy desarrolladas para su edad, pero también tener problemas para relacionarse con sus compañeros debido a diferencias en la madurez y los intereses de cada uno.

No pueden existir si no se detectan

Los niños con altas capacidades no tienen por qué presentar todas estas capacidades de forma pronunciada. Además, lo importante no solo es reconocer sus habilidades, sino también potenciarlas. Por ello, los expertos recomiendan recurrir a psicólogos expertos en altas capacidades para que puedan identificar su nivel intelectual y así ofrecer a la familia las herramientas necesarias para ayudar a ese niño en concreto, que tendrá unas necesidades distintas al resto.

Según el Ministerio de Educación, en España hay más de 50.000 alumnos diagnosticados con altas capacidades, aunque según los expertos estos datos no representan ni un 10% de los casos reales. Así, la mayoría de personas con altas capacidades en España no se detectan, por lo que no se les ofrece la atención necesaria para su bienestar y adecuado desarrollo.