Caso excepcional

Este es el tiempo que dedica a estudiar Fernando Frías, el notario más joven de España

Para aprobar la oposición tuvo que seguir una rutina extrema

Si estás preparándote una oposición, estas son las horas que hay que estudiar para aprobar

Dos alumnas de escuelas del Opus y una de un instituto público, las tres mejores notas de la selectividad en Catalunya

Fernando Frías, el notario más joven de España

Fernando Frías, el notario más joven de España / ConPdePodcast

María Rueda

Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Ser funcionario del Estado es algo que muchos desean, dado la gran cantidad de ventajas que tiene: estabilidad económica, salarios altos, seguridad de tener un empleo fijo y buenos horarios, entre otros.

Por este mismo motivo, una gran cantidad de personas optan a estas plazas, cosa que hace que conseguir el puesto sea más difícil.

Lo es especialmente para llegar a ser notario, pues requiere de una exigencia máxima y los años de preparación oscilan de media entre los cinco y siete.

Es por eso por lo que Fernando Frías es un caso excepcional, debido a su corta edad.

El notario más joven

Fernando Frías, un chico de 24 años, se ha convertido en el notario más joven, tras superar las oposiciones a notario.

Conseguirlo no ha sido nada fácil, pues ha tenido que sacrificar todo su tiempo y dedicarlo íntegro a estudiar.

Primera fase de estudio

En una entrevista en ConPdePodcast ha contado que tuvo dos fases de estudio. Según ha explicado, la primera fase fue más “tranquila”: “Estuve viviendo durante los primeros nueve meses a un ritmo de un opositor normal. Es decir, estudiaba nueve horas al día más o menos. Igual de 9:00 a 14:30 horas y luego de 16:00 a 20:30 y me iba a jugar a pádel".

Todo cambió cuando Frías vio una convocatoria para una plaza de notario y tuvo una especie de “intuición” que hizo que quisiera intentar conseguirla.

Pero, aunque el tiempo jugaba en su contra, decidió tirar para adelante: “Mi intención era no llevar todos los temas, llevar algunos y ver qué pasa”.

“Me dijo que nada, que estoy loco”

Para contar con cierto apoyo, llamó a uno de sus preparadores. Sin embargo, él no fue tan optimista, según el joven: “Me dijo que nada, que estoy loco”.

Tras dos días de reflexión, finalmente decidió seguir su intuición. Sabía que no sería fácil, pero tenía claro que quería intentarlo y que, de momento, iba a cambiar sus hábitos de estudio.

Para conseguir aprobar la oposición, tenía que estudiar más horas y ser más exigente consigo mismo. De este modo, su horario de estudio se prolongó hasta las 00:30 y, además, prescindió del descanso de los domingos.

“Las relaciones sociales eran nulas, no salía de casa. Lo hacía más o menos una vez cada 20 días. A cenar con mi padre de 22:30 a 23:30 y otra vez a casa hasta dentro de otros 20 días, pero ni pisar la calle, nada. Literal, no veía a nadie", ha explicado.

Caída de pelo y tres días de agujetas por un paseo

Según ha confesado en la entrevista, solo abandonaba su habitación para beber agua o ir al baño. Puesto que no hacía nada de actividad física tomaba vitaminas para soportar el desgaste, pero los efectos secundarios no tardaron en aparecer: “Empezaron a pitarme los oídos y a día de hoy aún tengo acúfenos. También se me empezó a caer el pelo y a perder musculatura. Empecé a quedarme como un espagueti. Me acuerdo de un paseo con mi padre de una hora, estuve tres días con agujetas”.

El temario de las oposiciones se había vuelto un monotema en su vida y soñaba únicamente con lo que estudiaba o tenía que estudiar.

No lo celebró por su hermana

Mientras la mayoría de personas que se preparan para las oposiciones de notario tardan entre cinco y siete años en prepararse, Fernando Frías ha roto completamente la media a pesar de su corta edad. El joven, que además de aprobar ha sido el número uno, ha atribuido su éxito a la fe: “Dios me ha dado lo que no me da el mundo”.

Frías también ha mencionado que, tras aprobar la oposición, no lo celebró, tal y como se esperaba todo el mundo.

El motivo: su hermana también se había presentado a la misma prueba y no tuvo la misma suerte que él. Juntos habían superado los dos primeros exámenes y fue en la última fase cuando ella suspendió. “Fue un palo tan gordo que fue uno de los peores días. Cancelé las celebraciones”, ha confirmado el notario, tras explicar que el examen es cada dos años y ella debía empezar de cero.

Sus primeros años en la profesión

El madrileño actualmente reside en el municipio gallego de Cedeira donde ejerce como notario. Cuando le han preguntado sobre su salario, no ha querido dar cifras, puesto que es variable y, aunque trabaje para el Estado, su retribución depende de factores como la ubicación del despacho.

Por lo que respecta a cómo le tratan las personas al ver a un notario tan joven, ha dicho: “La gente se sorprende al verme, pero no dicen nada al respecto”.

De todos modos, a él lo que de verdad le importa es que los que acudan a su notaría salgan satisfechos.