Lectura

Cómo mejorar la comprensión lectora: de aprender a leer a aprender leyendo

Cómo mejorar la comprensión lectora: de aprender a leer a aprender leyendo

Cómo mejorar la comprensión lectora: de aprender a leer a aprender leyendo / Unsplash

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Leer es una experiencia maravillosa. De sobra son sabidos los beneficios que tiene la lectura tanto en pequeños como en adultos, pero realmente poco nos paramos a pensar en las implicaciones reales que tiene aprender a leer correctamente.

¿Y a qué nos referimos con “correctamente”? El maestro, escritor, pedagogo y filósofo, Gregorio Luri, apuntó en su conferencia “Sobre el arte de leer” que “leer es el arte de encajar un texto en un contexto”. Además, añadió que “es un arte en el que no se puede progresar si se tiene la curiosidad abotargada y si no se aspira, decididamente, a ser lector”.

Este es uno de los objetivos que tenemos muchas madres y padres a los que nos gustaría poder transmitir la pasión por la lectura a nuestros hijos; por una parte, por el placer que produce leer un buen libro y, por otra, por los beneficios que extraerán de convertirse en grandes lectores.

La importancia de trabajar las competencias lectoras

Pero para conseguir que nuestros hijos e hijas sean apasionados de la lectura y, así, mejoren también su comprensión lectora hay varias claves que debemos tener en cuenta. Gregorio Luri nos invita a reflexionar con este dato: “El 30% de los alumnos terminan su escolaridad con notables deficiencias para comprender un texto mínimamente complejo. Este porcentaje coincide con el tanto por ciento de la población que solo compra libros de texto. No es casual. Quien solo lee libros de texto, no sabe situar un libro en su contexto”.

Sin embargo, en el opuesto contrario, “los buenos lectores mejoran sus competencias lectoras con velocidad y pasan, sin dificultad, de aprender a leer a aprender leyendo”, explica Luri.

"Lectura, escritura y habla van unidas. Los niños que hablan bien, leen mejor y escriben mejor”

Gregorio Luri

— Maestro y filósofo

En este sentido, Luri hace referencia a las dificultades que muchos niños y niñas tienen con asignaturas como las matemáticas, materias que a priori no relacionamos con la lectura pero ¿qué ocurre, por ejemplo, con los problemas? El pedagogo afirma: “Estoy convencido de que buena parte de la ansiedad matemática de nuestros jóvenes […] pone de manifiesto sus dificultades lingüísticas para diferenciar entre la estructura profunda y la superficial de un enunciado”.

Por lo tanto, “si queremos enseñarles a resolver problemas, enseñémosles a diferenciar entre estructuras superficiales y profundas, a completar el sentido del texto con información del contexto, a ampliar sus contextos cognitivos”.

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La mejor forma de favorecer el hábito lector no es otra que leer, leer y leer / Pexels

Además, el maestro también hace hincapié en que “en vez de echarnos las manos a la cabeza, vamos a ponernos manos a la obra. Comencemos, por ejemplo, por leerles en voz alta a nuestros niños. Lectura, escritura y habla van unidas. Los niños que hablan bien, leen mejor y escriben mejor”.

5 recursos para fomentar la lectura en tus hijos

Así pues, además de los consejos que da Gregorio Luri, y viendo la importancia que tiene el fomento de la lectura en nuestros hijos e hijas, aquí os proponemos cinco recursos útiles para promover el amor por la lectura en casa:

  • Kamishibai: es una forma muy popular de contar cuentos en Japón. Está formado por un conjunto de láminas que tiene un dibujo en una cara y texto en la otra. Su contenido, generalmente en forma narrativa, puede utilizarse para ilustrar un cuento o como medio para tratar un contenido. Como el texto está en la parte posterior de las láminas, el kamishibai siempre necesita a alguien que lea el texto mientras los espectadores contemplan los dibujos. En casa podéis crear vuestro propio “kamishibai” utilizando láminas de din-A3 y utilizando a vuestro hijo como protagonista para ayudarle con las rutinas, retos del día a día o incluso con algún concepto que les cueste del colegio.
  • Teatro: el teatro es una de las herramientas más visuales y cercanas para desarrollar en nuestros hijos su pasión por el arte, por la literatura. Es una rama de las artes escénicas, pero que durante su representación utilizamos el habla, los gestos, la mímica, danza, música, lectura, etc. El teatro forma parte de la formación artística del niño, contribuye a su formación intelectual, favorece la expresión verbal y gestual, fomenta la imaginación, la memoria, la observación y la reflexión.
  • Rimas: las rimas fomentan la destreza de nuestros hijos, impulsan el desarrollo de su cerebro para que, más tarde, durante la lectoescritura, tengan la capacidad de pensar y comprender un texto. Numerosos experimentos afirman que leer con rimas ayuda a los niños a aumentar la cantidad de palabras que pueden retener en su memoria y facilita el aprendizaje. La entonación y pronunciación utilizada ayudan a estructurar el cerebro de nuestros hijos. Así que… ¿Por qué no dejar espacio a las rimas para aprender nuevas ideas?
  • Poesía: decía Carlos Buosoño que “la poesía es la forma más viva y emocional del lenguaje”. Los poemas, al igual que el resto de recursos literarios, ayudan al niño a comprender situaciones complejas. La poesía es una herramienta perfecta para ejercitar la memoria, la dicción y la expresión corporal de los niños. Por supuesto, los poemas siempre deben ser adecuados a la edad de nuestros hijos, si no, estaremos inculcando lo contrario: el rechazo a este tipo de recurso.
  • Cuentos: los cuentos permiten esconder grandes verdades que, aunque el niño o niña no pueda descifrar, le servirá para su crecimiento interior. Son elementos que ayudan al desarrollo moral, a adquirir conceptos y ayudan al conocimiento del ser humano. No importa la edad que tengan, leer un cuento o una historia siempre les permite volar a otra dimensión y crear sus propias historias.
leer, leer y leer