EVENTO ONLINE: 'LA EDUCACIÓN IMPORTA'

Cinco claves para salvar el planeta

En el noveno capítulo de 'La educación importa', que se emitió este jueves, se dieron claves para inculcar a nuestros hijos hábitos y valores que les harán respetar y cuidar el medio ambiente

Educar es todo

Educar es todo

María Dotor

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El cambio climático es la mayor amenaza medioambiental a la que nos enfrentamos. Su impacto queda puesto en evidencia en datos como estos:

  • El período 2015-2019, según la Organización Meteorológica Mundial, ha sido el quinquenio más cálido jamás registrado.
  • La tasa de subida del nivel del mar ha ascendido a 5 mm al año entre 2014 –2019.

El cambio climático no es un problema medioambiental. El cambio climático es un problema social y económico que se manifiesta ambientalmente.

Lo origina un determinado tipo de economía basada en el crecimiento perpetuo y la quema de combustibles fósiles. También unas determinadas costumbres, unas formas de consumo… Y afecta de modo muy desigual en función de si eres rico o pobre, de un país del Norte o del Sur, de un grupo cultural dominante o periférico. De hecho, España es el país de Europa más vulnerable a este problema.

¿Qué podemos hacer nosotros, como ciudadanos, para contribuir a salvar el planeta?

Nuestros pequeños gestos diarios cuentan (reciclar, consumir menos plásticos, sustituir el coche por otro medio de transporte...) pero es que, además, educan. Si queremos que las personas que van a dirigir el mundo en unos años estén realmente comprometidas en esta causa, las madres y padres tenemos un papel fundamental: inculcar a nuestros hijos el respeto y el cuidado al medio ambiente.

Las claves para conseguirlo nos las dieron los diferentes expertos que participaron en el programa:

Educar en la naturaleza

“Educar en la naturaleza es un concepto muy amplio, pero cualquiera podemos hacerlo. No se trata de cargar la agenda de nuestros hijos de actividades en el campo (piragüismo, tiro con arco, senderismo...), sino salir ahí fuera, dejarnos llevar. Fabricar huecos en la apretada agenda de nuestros hijos para poder, simplemente, salir y disfrutar de la naturaleza”, Katia Hueso (bióloga y fundadora de la primera escuela infantil al aire libre).

Hagamos que la ciencia mole

“Fomentar la ciencia está muy ligado a fomentar el pensamiento crítico. Si conseguimos que a nuestros hijos les interese, entiendan la ciencia desde que son pequeños, estaremos dándoles herramientas para diferenciar la información rigurosa de la que no lo es. No acabaremos con las teorías negacionistas, pero si minimizaremos su impacto. Y los cuentos son una herramienta muy potente para acercar la ciencia a los más pequeños y conseguir que la ciencia mole”, Carlos Pazos (Divulgador científico y autor del cuento ‘Virus y vacunas’).

Fuera culpas

“Se ha hecho muchísima pedagogía verde basada en la culpa, mostrando a las niñas y niños el impacto del ser humano en el entorno, por ejemplo, a través de imágenes de la deforestación del Amazonas. Esto no es positivo, no favorece el amor a la naturaleza, lo bloquea precisamente por este sentimiento de culpa. Hay que conseguir que los niños tengan un contacto diario con la naturaleza, vivan junto a ella, la conozcan, y así la amen y protejan”, Heike Freire (docente, investigadora en pedagogía verde y autora de ‘Educar en verde’).

Amar la naturaleza

“No se cuida lo que no se ama, no se ama lo que no se conoce. Por eso, debemos dar a conocer a todos los niños y niñas las diferentes especies que nos rodean. Hasta ahora nos hemos creído dueños del planeta. Hemos llegado los últimos y hemos arrasado con todo. Eso no puede ser. Hay que enseñar a los niños que convivimos con otras especies que son igualmente respetables que nosotros”, Gerardo Pérez (maestro, apicultor, director del Aula Museo Abejas del Valle).

Reducir nuestra huella de carbono

“La huella de carbono es el impacto que tienen nuestros hábitos, nuestra forma de consumir en el planeta. Aunque creamos que nuestro impacto es mínimo, el 20% de los gases contaminantes son de origen doméstico. Por tanto, cambiando algunos hábitos, podemos reducir esta huella. Por ejemplo, utilizando más el transporte público, subiendo por las escaleras en lugar de en ascensor, reciclando, no desperdiciando comida…”, Eduardo Sáez de Cabezón (Matemático, divulgador científico y presentador del programa ‘Órbita Laika).