OPOSICIONES

Educació lanza la mayor convocatoria pública de plazas docentes en 10 años

Alumnos en una escuela

Alumnos en una escuela / periodico

Carlos Márquez Daniel

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La guerra contra la interinidad en la educación -43% en secundaria y bachillerato y 27% en infantil y primaria- se librará a partir de ahora bajo un nuevo prisma, el de buscar docentes menos dados a memorizar y más duchos en el conocimiento y la práctica académica, en consonancia con lo que ya se espera del propio alumnado. La cosa podría resumirse así: “No queremos a la persona que sabe más de Matemáticas, sino al profesor que mejor pueda enseñar Matemáticas”. Así se enfoca la convocatoria de 5.005 nuevas plazas públicas de docente en Catalunya, la mayor de la última década, presentada este lunes por el ‘conseller’ del ramo, Josep Bargalló, que ha considerado viable reducir el nivel de formadores interinos (sin puesto fijo) al 10% con la salida a concurso de cerca de 20.000 credenciales en los próximos cuatro años.

Se espera que la cifra de aspirantes sea de récord, de hasta 50.000 personas. Para ello, el Departament d’Educació avanza que el proceso será más largo que de costumbre, quizás el doble. Todo el pescado debería estar vendido antes del 31 de octubre, cuando los boletos ya tengan nombre y apellido para que en el  curso que empieza en septiembre del 2020 puedan iniciar el año de prácticas que les lleve a asumir la plaza de trabajador público un año después. Este retraso, insólito hasta la fecha, no ha gustado nada al sindicato mayoritario de la enseñanza en Catalunya, Ustec

Bargalló ha puesto el acento en el método, en las pruebas que deberán superar los candidatos a docente. Se pondrá en práctica algo que ya se anunció en diciembre del 2017, la intención de dar mayor peso a las pruebas de competencias. Sobre el terreno, eso querrá decir que eñl que hasta ahora era el último examen, el de práctica docente, pasará a ser el primero, mientras que la teoría se quedará en la cola. De esta manera, se ponderará con un 70% la parte práctica y con un 30%, la temática.

Formación profesional

La Generalitat ha convocado 3.604 plazas de educación infantil y primaria, 642 de formación profesional, donde los interinos suponen el 50% del claustro de profesores, y 759 de secundaria. En próximos concurso, y de manera alterna, se dará mayor peso a la ESO y bachillerato. Sobre el nivel de interinidad, el ‘conseller’ ha avanzado su voluntad de reducirla hasta el 8%, aunque, ha dicho, “alcanzar el 10% ya sería todo un éxito”. A día de hoy, según las cifras facilitadas por la propia ‘conselleria’, el 27% de los formadores de infantil y primaria no son funcionarios, un porcentaje que escala hasta el 43% en el caso de la secundaria y el bachillerato. En cifras absolutas, eso supone cerca de 34.700 docentes de un total de poco más de 100.500 en toda Catalunya.

El 'conseller' de Educació también ha destacado el hecho de que las oposiciones se realicen esencialmente durante los meses en los que no hay actividad escolar. La idea es que el 31 de julio estén todas las pruebas realizadas. Esto permitirá, a su modo de ver, "no alterar la calidad docente, ya que muchos de los profesores serán o miembros de tribunales o aspirantes a la plaza". Otro detalle que explicaría el retraso en la tramitación de la oposición es la posibilidad de reclamar una revisión después de cada prueba, y no al final de todo el proceso, como sucedía hasta la fecha.

Con o sin presupuestos

El director general de Professorat i Personal de Centres Públics, Ignasi Garcia-Plata, ha explicado que las 20.000 plazas saldrán a concurso "haya o no presupuestos en curso aprobados". Es decir, que aunque al Govern de turno le toque prorrogarlos porque no ha encontrado socios en el Parlament, las oposiciones de Educació podrán seguir adelante. En el caso de que sí haya pacto político, se podría incluso llegar a las 25.000 credenciales. De ahí que la 'conselleria' aspire a reducir la tasa de interinidad al 8%.

Como colofón, Bargalló ha dado algunas claves sobre cómo le gustaría que fueran las oposiciones si tuviera las manos libres. O sea, qué haría si no tuviera por encima una ley estatal. "Serían absolutamente competenciales y prácticas, casi con el aspirante dentro del aula. No nos toca evaluar los contenidos, sino cómo se transmiten a los alumnos".