ORIENTACIÓN AL FUTURO DE LOS JÓVENES

China acude en masa al Saló de l'Ensenyament a captar universitarios

El estand del Ejército genera rechazo de las administraciones y una protesta ciudadana

Una activista de la organización "Desmilitaritzem l'Educació" durante el acto de protesta ante los militares.

Una activista de la organización "Desmilitaritzem l'Educació" durante el acto de protesta ante los militares. / periodico

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El Saló de l'Ensenyament ha abierto las puertas este miércoles en el recinto de la Fira de Montjuïc con una nueva protesta ante el estand del Ejército. Una cincuentena de miembros de la plataforma Desmilitaritzem l'Educació se han quejado de su presencia frente al espacio que ocupan las Fuerzas Armadas y han desplegado una pancarta. Esto sucedía unas tres horas después de la visita al salón por parte de las autoridades de la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona, que no inauguración. Ambos han evitado los parlamentos institucionales para denunciar la situación de "anormalidad" por la aplicación del artículo 155 y también han esquivado pasar físicamente frente al controvertido estand.

El certamen, donde se esperan 100.000 visitantes, mostrará hasta el domingo toda la oferta educativa catalana, aunque una de las novedades de esta edición es la internacionalización, con la presencia de 29 universidades chinas, que tratarán de atraer al alumnado catalán. Otro de sus objetivos es establecer acuerdos con centros de Catalunya. Estos, por su parte, también han aumentado la oferta de grados íntegramente en inglés o cursando parte del itinerario en el extranjero. Otra de las novedades es el estreno de un salón anexo sobre ocupación juvenil, dirigido a los jóvenes de entre 16 y 35 años para asesorar sobre emprendeduría, oficios poco conocidos o derechos laborales.

Sin 'consellers', secretarios

La apertura de puertas de ambos era a las 9.00 horas. Como ocurre en los últimos meses, a falta de consellers, la Generalitat ha enviado a los secretarios generales de los departamentos competentes. El de Ensenyament, el de Empresa i Coneixement y el de Universitats. No han sido puntuales, así que han evitado los saludos protocolarios con los cuatro mandos militares que poco antes habían aparecido en los accesos al recinto para dar la mano a los responsables de Fira de Barcelona.

La segunda teniente de alcalde de Barcelona, Laia Ortiz, ha utilizado una treta similar. Ha llegado a las 9.15 horas, cuando la comitiva de la Generalitat ya llevaba un rato visitando el estand propio. A falta de parlamentos oficiales, enseguida se ha dispersado el grupo. Ortiz por un lado, el secretario de Empresa, Pau Villòria, por otro. Lluís Baulenas, el de Ensenyament, por un tercero.

Impunidad inadmisible

Ni tan solo el acercamiento, un rato después, de los cuatro militares a una parte de la comitiva de la Generalitat ha servido para acercar posiciones. Ninguna autoridad catalana ha elegido el pasillo en el que estaba el espacio de las Fuerzas Armadas, que este año cuenta con 90 metros cuadrados, y que ha gozado de un interés notable entre los jóvenes.

No obstante, la plataforma Desmilitaritzem ha querido mostrar su disconformidad con la presencia de los uniformes de forma mucho más evidente. Con sombreros, silbatos y pancartas en las que se leía "Las armas no educan, las armas matan" se han presentado más tarde delante del estand. Su portavoz, Jordi Muñoz, ha considerado "inadmisible la impunidad" de Fira por permitir que el Ejército siga presente en el salón a pesar de las mociones en contra del Parlament y el consistorio barcelonés.

"El Ejército no forma, lo que hace es reclutar", ha añadido. No obstante, el delegado de Defensa en Catalunya, el coronel Luis Castuera, ha enarbolado el interés que despierta su puesto, que el año pasado atrajo a unas 7.500 personas.