El mundo educativo catalán arremete contra la opción lingüística en la preinscripción escolar

Sindicatos, familias y profesores lamentan el uso de la educación con fines políticos por parte del Gobierno

Alumnos de primaria durante una prueba externa de evaluación

Alumnos de primaria durante una prueba externa de evaluación / periodico

Claudia Pizcueta

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No han tardado en llegar las primeras reacciones a la confirmación este jueves de que el Gobierno estudia la posibilidad de incluir una casilla en la preinscripción escolar del próximo curso que permita a los padres decidir la educación en castellano de sus hijos en los colegios catalanes.

"No sabemos qué ocurrencia es esta", ha declarado el responsable de Educación de CCOO de Catalunya, Manel Pulido, quien ha asegurado que el sindicato "no permitirá que se segregue a los alumnos por lenguas".

El portavoz de USTEC-STEs, Ramon Font, se pregunta "qué pretenden cambiando un modelo educativo" que ha demostrado ser exitoso. Ha asegurado que "no se trata de una medida para proteger a los alumnos castellanoparlantes" sino de una herramienta puramente política.

Desde la comunidad educativa, Som Escola ha rechazado cualquier "ataque que ponga en peligro la inmersión lingüística en Catalunya". Mientras, la presidenta de la Federació de Moviments de Renovació Pedagògica de Catalunya (FMRPC), Pilar Gargallo, se mantiene prudente ante una medida que dice ser "muy incipiente".

Sin embargo, Gargallo ha asegurado que, de llevarse a cabo, se opondrán ante este "nuevo ataque al modelo educativo" catalán y ha recogido la preocupación colectiva de que esta medida divida a los alumnos.

La presidenta de la Federación de Asociación de Padres de Alumnos de Catalunya (Fapac), Belén Tascón, ha lamentado que se vuelva a utilizar la educación con fines políticos y que se aproveche este momento de "vacío hasta la formación de un nuevo Gobierno en Catalunya" para tomar una medida como esta que "se escapa de la lógica educativa".

"Los resultados demostrado que los alumnos catalanes tienen el mismo nivel de castellano que en el resto de España", ha dicho Tascón, quien ha asegurado que "puede llegar a generar frustraciones a largo término".