REFORMAS EN LA EDUCACIÓN SUPERIOR

Un boicot de estudiantes impide a la UB crear su nueva facultad de Ciencias de la Salud

El rector, obligado a suspender la reunión que también debía dar luz verde a los presupuestos del 2016

Estudiantes UB

Estudiantes UB / periodico

MARÍA JESÚS IBÁÑEZ / BARCELONA

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Medio centenar de estudiantes han impedido este jueves el acceso al edificio histórico de la Universitat de Barcelona (UB) y han obligado al rector, Dídac Ramírez, a suspender la sesión del consejo de gobierno, en la que se debían aprobar los presupuestos de la institución para el 2016 y la creación de la nueva facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, uno de los centros previstos en la reforma de la estructura de esta universidad.

Los concentrados también han obstaculizado la entrada de los trabajadores a sus puestos de trabajo, ha denunciado la UB en un comunicado, en que califica lo ocurrido como "inaceptable, porque altera el normal funcionamiento de la institución y pospone la toma de decisiones de aspectos cruciales para la universidad". "No disponer de presupuestos impide abrir las convocatorias de concurso de profesorado y de personal de administración y servicios", advierte el comunicado del rector Dídac Ramírez

La reforma de la UB, que el pasado verano se inició con la unificación de Pedagogía y de Formación del Profesorado en un único centro, la facultad de Educación, tenía que seguir este jueves con la fusión de los estudios sanitarios: Medicina, Enfermería, Farmacia, Odontología y Podología. La medida ya suscitó el pasado octubre movilizaciones, con encierros en la facultad de Enfermería, cuyos estudiantes y profesores se resisten a "la desaparición de la escuela y su posterior fagocitación por la de Medicina; en un paso atrás de más de 40 años", protestan.

LOS ARGUMENTOS DEL RECTOR

La actual estructura departamental de la Universitat de Barcelona, argumenta por su parte Dídac Ramírez, es fruto de "muchos años de historia, de un proceso acumulativo". "Ha llegado un momento en que muy poca gente la defiende", asegura el rector. La reforma, que según Ramírez "no representará una pérdida de empleos", busca entre otras cosas que cuando la UB quiera colaborar con otra universidad extranjera no haya disfunciones o falta de coordinación como a veces ocurre ahora". 

La  reforma implica la concentración de las 18 facultades que tenía la UB a principios del 2015 en tan solo 10 y reducir hasta el 50% sus 106 centros, escuelas y facultades. Lo que persigue insiste el equipo de gobierno es "eliminar duplicidades" y reducir la carga horaria del profesorado en tareas de gestión para que estas puedan ser dedicadas a investigación, docencia y transferencia.