La informática queda relegada en el bachillerato

Lejos de lo que en muchos países, como el Reino Unido y Estados Unidos, se considera una práctica docente habitual, y en contra de lo que reclaman padres y maestros, la ley educativa del ministro José Ignacio Wert, la LOMCE, sigue considerando la enseñanza de la informática «a nivel de usuario y no de programación, como dictan las todas las tendencias educativas», denuncia Jordi Orts, presidente de la Plataforma de Profesores de Tecnología de Catalunya.

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La entidad, que se dio a conocer  en el 2013 con una activa campaña que consiguió que la asignatura se mantuviera en la ESO -en un primer anteproyecto, era suprimida-, no oculta su decepción por el enfoque que se ha dado a estos estudios. «No tiene sentido que a estos chavales, que están a la última de todo, que tocan tecnología desde su más tierna infancia, se les enseñe a utilizar software como el PowerPoint o el Word», protesta Orts. Además, denuncia, «tal y como ha quedado en el texto definitivo de la LOMCE, la tecnología pasa a ser una materia para quienes vayan a estudiar FP y no para los que escojan bachillerato... Y encima, en esta etapa, se relega a simple asignatura optativa entre una lista de 15 opciones. ¿Así quieren despertar vocaciones de futuros ingenieros».

Como en tantas otras cosas de la vida, aquí la sociedad va por delante de la ley. «Hay colegios que llevan años trabajando con robots con niños muy pequeños y con ordenadores y tabletas con los más mayores». Lo último es la iniciativa, patrocinada por la Conselleria d'Ensenyament, el Ayuntamiento de Barcelona y el World Mobile, que ha animado a decenas de estudiantes de ESO a crear apps para móviles. «Todo un éxito», asegura.