¿De dónde viene el gas
que llega a España?

¿De dónde viene el gas
que llega a España?

Textos de Sara Ledo
Infografías de Alex R. Fischer

España importó 446.208 gigavatios-hora de gas natural en 2022, casi un 7% más que un año antes, de los cuales más del 70% vino a través de barco metanero de forma líquida, lo que se conoce como gas natural licuado, según las estadísticas de la Corporación De Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores). Según Enagás, el año pasado llegaron 84 barcos más a los puertos españoles respecto a 2021, cuando llegaron 254 metaneros. Entonces, la relación de las importaciones a través de barco y de gasoducto era más equilibrada, del 55% y el 45%, respectivamente. Pero hace dos años todavía el flujo por el tubo que une España y Argelia a través de Marruecos suponía el 15% de las importaciones totales.

El gasoducto Magreb-Europa se clausuró en diciembre de 2021 por las malas relaciones entre Argelia y Marruecos y la entrada de gas por 'tierra' se limitó a tres conductos (a través de Francia, Argelia y Portugal). El estallido de la guerra de Ucrania cambió, además, la dirección del flujo de una de ellas, la que une España y Francia (de ir de norte a sur pasó a hacerlo de sur a norte), lo que acrecentó todavía más la necesidad de atraer gas por barco. En 2022 los principales exportadores de gas a España fueron Estados Unidos, que duplicó sus ventas a este país, Argelia, que las redujo un 40%, y Nigeria y Rusia, con un 30% y un 55% más de ventas de gas, respectivamente.

INTERCONEXIONES DE GAS

El Gas Natural Licuado (GNL) es gas natural –que de origen tiene un estado gaseoso– transformado de forma líquida para ser transportado fácilmente en camiones cisterna o barcos al ocupar menos espacio. En concreto, al licuarse el gas natural disminuye su volumen 600 veces, mientras su masa permanece constante. Es decir, un metro cúbico de GNL es igual a 600 metros cúbicos de gas natural, según Enagás.

No todo el gas natural que llega a España se queda para consumo propio. El país exportó 68.214 gigavatios-hora de gas en 2022, un 90% más que un año antes, según las estadísticas de Cores. Esto se explica por el incremento de las exportaciones a Francia, que se han duplicado hasta suponer la mitad de las ventas, o a Italia, hacia donde se han multiplicado por 7, por el 'gasoducto' virtual abierto entre ambos países. Francia e Italia son, junto a Portugal, los principales receptores del gas que sale del país. Como curiosidad, desde septiembre del año pasado España también vende esta materia prima a Alemania.

CONTRATOS DE GAS

La diferencia entre el gas natural que llega a través de tubería y el que lo hace por metanero es fundamentalmente de precio, sobre todo en momentos de tensión como ocurrió tras la invasión de Ucrania y el inicio de la guerra. Según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el precio de las importaciones de gas por gasoducto en España entre enero y diciembre de 2022 fue de 40,4 euros por megavatio-hora (MWh), mientras que en el caso de las importaciones de GNL fue de 65,4 euros por MWh.

Los contratos de gas se realizan entre empresas (no entre países) y están referenciados normalmente al precio del petróleo. Es el caso del acuerdo entre Naturgy y Sonatrach, que se reformuló en noviembre de 2022 porque la compañía argelina quería indexarlo al precio del gas de referencia en Europa (TTF) que se había disparado durante la guerra. El precio del petróleo se utiliza también en las compras de GNL de Argelia o Rusia, mientras en el caso de Estados Unidos, suelen estar vinculadas al coste del gas en ese país más una prima, según explica el jefe de GNL y gas de Axpo Iberia, Antonio Canseco. “Los metaneros suelen ser más caros porque pueden ir al lugar del mundo donde más se paga por ese gas”, añade Canseco.

Un metanero o buque dedicado al transporte de gas natural licuado

Eso es lo que ocurrió tras la invasión de Ucrania por el temor al corte de suministro ruso a Europa. Entonces, los barcos de GNL de Estados Unidos que habían sido contratados por clientes asiáticos se dieron la vuelta para recalar en Europa donde “se pagaba más” ante el miedo a la falta de suministro. “Los propietarios asiáticos derivan el gas a otros lugares porque se benefician del incremento de precios. O los propios vendedores, los llamados 'traders', como Bitol, que tienen mucho gas americano comprado y vendido a Asia pero llegan a un pacto para no entregarlo a cambio de una prima o cambiándolo por otro gas más cercano y, así, el americano lo venden a Europa a un precio mayor”, añade Canseco.

REGASIFICACIÓN Y ALMACENAMIENTO

Una vez el gas licuado llega a su destino hay que volver a transformarlo a su estado gaseoso original. Este proceso se realiza a través de las plantas regasificadoras. Y ese es el motivo por el que España se convirtió en el inicio de la guerra en una especie de El Dorado para recibir esta materia prima al tener un tercio de la capacidad total de regasificación de Europa con seis regasificadoras en activo (Barcelona, Bilbao, Cartagena, Huelva, Mugardos y Sagunto) y una inactiva que está en fase de reactivación tras la guerra de Ucrania (El Musel).

Pese a la abultada infraestructura española, Francia fue el primer importador de GNL en Europa en el periodo enero-octubre de 2022, con un 20,7% del total, seguido de España y Reino Unido, con un 15,8% y un 13,8% respectivamente, según las cifras del último informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMC). Los tanques de las regasificadoras españolas se sitúan actualmente al 38% de su capacidad con un total de 1,26 millones de metros cúbicos de GNL tras a ola de frío de las últimas semanas.

El almacenamiento en España (y en Europa) está al nivel más alto de su historia (desde 2011) para esta época del año al rozar el 80% de su capacidad (en Europa, el 58%) frente al máximo del 96% que alcanzó en noviembre, según datos de la plataforma GIE. Esto significa que hay provisiones para más de 30 días de consumo y se explica por las obligaciones de almacenamiento acordadas por los Veintisiete países de la Unión Europea para hacer frente a la crisis y las temperaturas moderadas de este invierno, así como por las medidas de reducción de la demanda de consumidores e industria. No obstante, la capacidad de almacenamiento de España es muy inferior a la de otros países. En valores absolutos, España es el noveno país de Europa que más gas tiene almacenado con 27,9 teravatios-hora (TWh) frente al primero del ranking, Alemania, con 165,5 TWh. Si España consumió el año pasado 32,5 millones de metros cúbicos de gas (un 3,8% menos que en 2021), Alemania llegó hasta los 79,2 millones de metros cúbicos (un 15% menos), según datos de Eurostat.

FUROR POR EL HIDRÓGENO

España y Francia estudiaron durante años la creación de un nuevo gasoducto, el conocido como MidCat que al final no llegó a buen puerto por el bajo interés comercial. Con la invasión de Ucrania se retomó el debate sobre las interconexiones, aunque tanto la Comisión Europea como el Gobierno español descartaron financiar una nueva infraestructura que transportase solo gas. El resultado ha sido un nuevo proyecto destinado a transportar solo hidrógeno, según un acuerdo entre Francia, España y Portugal conocido como BarMar (o H2Med si se incluye la unión con Portugal). La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha recordado tras el anuncio evitar “sobredimensionar las infraestructuras" que puedan derivar en un encarecimiento del suministro energético del consumidor en el futuro.

Llegado el caso...
¿se podría transportar gas a través del BarMar?

"No contemplamos ni está previsto en el proyecto que se pueda utilizar temporalmente para gas“. Así descartó el consejero delegado de Enagás, Arturo Gonzalo Aizpiri, durante la presentación de resultados de la compañía, que el futuro hidroducto BarMar pueda ser utilizado para transportar gas. El objetivo del proyecto --todavía en fase preliminar a falta de los análisis técnicos pertinente-- es que La instalación tiene previsto su conNo obstante, sí sería técnicamente posible llegado el caso, dado que la molécula de hidrógeno es más pequeña que la de gas.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos de Sara Ledo
Infografías de Alex R. Fischer
Coordinación:
Jose Rico y Rafa Julve