Un reportaje de Silvia Martinez
Infografías de Francisco J. Moya
Diseño de Andrea Hermida-Carro

Las tecnologías digitales han cambiado la forma en la que nos comunicamos, vivimos y trabajamos y se han convertido en una pieza fundamental del desarrollo económico, con un mercado mundial de nuevas tecnologías que se espera alcance los 2,2 billones de euros en 2025. Aún así, según datos del sector de las telecomunicaciones, Europa continúa a la zaga, por detrás de otras potencias internacionales, en inversiones en telecomunicaciones: 104 euros per cápita de media frente a los 260€ de Japón, 150€ de EE.UU. y 110€ de China.

La legislación

El desarrollo de la agenda digital se ha convertido en una de las grandes prioridades de la UE para apuntalar de aquí a 2030 la soberanía digital, aumentar la capacidad estratégica, las inversiones en computación de alto rendimiento, la inteligencia artificial, la ciberseguridad y las competencias digitales avanzadas. El presupuesto europeo para el período 2021-2027 contempla inversiones por 7.580 millones para apoyar esta transformación digital europea, lejos de los entre 10.000 y 20.000 millones al año que dedican Estados Unidos y China solo a la inteligencia artificial.

Ley de chips

La pandemia puso al descubierto la brutal dependencia de la UE de Asia y Bruselas respondió con una propuesta de ley para impulsar las inversiones en Europa con el objetivo de producir los semiconductores más sofisticados y energéticamente eficientes, duplicando la cuota en el mercado mundial hasta el 20% para 2030.

Ley de Servicios Digitales (DSA)

Su objetivo es crear un entorno digital más seguro con nuevas obligaciones y responsabilidades para las plataformas digitales bajo un principio: todo lo que es ilegal fue de internet también lo debe ser en el ambito digital.

Ley de Mercados Digitales (DMA)

La normativa garantiza una competencia leal en el acceso al espacio digital de forma que las plataformas digitales no puedan abusar de su posición de guardianes.

Inteligencia artifical (IA)

La UE será la primera jurisdicción internacional en regular por ley el uso de la IA para garantizar que las aplicaciones respetan los valores europeos, la ética y la privacidad al tiempo que no pone en riesgo la competitividad y el enorme potencial de esta tecnología.

Ley de infraestructuras de redes de ultra capacidad (Ley Gigabit)

Su objetivo es estimular las inversiones para el despliegue de la fibra y el 5G (para lograr una cobertura sin interrupciones en zonas urbanas y grandes vías de transporte terrestre), simplificar y digitalizar los procedimientos de concesión de permisos y acceso a información sobre la infraestructura física existente así como la obra civil prevista para los operadores que deseen crear redes de ultra alta capacidad.

Regulación de datos

El 80% de los datos del Viejo Continente están alojados en proveedores de nube no europeos lo que supone un problema de ciberseguridad, político y, sobre todo, económico. Para responder a esta dependencia y garantizar la ‘soberanía de datos’ las instituciones europeas han adoptado nuevas normativas en los últimos años (el RGPD, la Ley de Datos, la Ley de Gobernanza de Datos.

El objetivo

El peso de Europa

El peso de los actores europeos está muy por debajo del peso económico global de la UE en áreas tecnológicas clave como procesadores, plataformas web e infraestructuras en la nube. Menos del 4% de las principales plataformas en línea son europeas, los microchips fabricados en Europa representan menos del 10 % del mercado europeo y la cobertura de la red 5G, aunque ha pasado del 62 al 73% en 2022, sigue por detrás de otras potencias: 96 % en Estados Unidos, 95 % en Corea del Sur, 90 % en Japón y 86 % en China. La agenda digital europea aspira a darle la vuelta, reducir vulnerabilidades y dependencia de las grandes tecnológicas extranjeras.

Consulta pública

El volumen de datos que intercambiamos es más grande que nunca y seguirá creciendo en los próximos años lo que exigirá nuevas infraestructuras digitales y más conectividad. La pregunta es quien asume el coste. Para resolver este dilema Bruselas lanzó una consulta pública en febrero. El objetivo: determinar las inversiones previstas en infraestructuras de red capaces de optimizar el tráfico de datos por internet, posibles obstáculos para cobrar a los agentes digitales por el aumento del tráfico de datos, si dichos agentes deben contribuir equitativamente a financiar el despliegue de la red y si debe ser por medio de una tasa obligatoria o un fondo digital.

Contribución del sector de las telecomunicaciones

Según la Asociación Europea de Operadores de Telecomunicaciones (ETNO), las empresas europeas del sector desembolsaron 56.300 millones de euros en infraestructuras digitales (principalmente redes de acceso) en 2021, y representan más del 68% de la inversión total en telecomunicaciones.

Comparación con las plataformas

Las plataformas digitales dedicaron 16.000 millones a inversiones en centros de datos y tan solo 1.000 millones a infraestructuras. Sus ingresos por empleado se estiman en 2,3 millones para Netflix y Meta, y 1,4 millones para Alphabet frente a los 460.000 euros de las 'telecos'

¿Doble imposición?

El debate abierto: ¿Quién tiene que pagar las infraestructuras de conectividad?

Las ‘telecos’ consideran que las grandes plataformas se aprovechan de sus inversiones sin asumir los costes de despliegue y también deben contribuir y ayudar a alcanzar los objetivos de la década digital. Los grandes generadores de tráfico, por su parte, argumentan que contribuyen invirtiendo en centros de datos, cables submarinos y satélites, y creando contenidos de Internet atractivos al tiempo que pagan a los operadores de telecomunicaciones para transportar datos.

La brújula digital
de la UE

A raíz de una petición de los Jefes de Estado y de Gobierno de la UE de octubre de 2020, la Comisión Europea fijó el rumbo por medio de una brújula digital con cuatro grandes ejes:

"Europa debe liderar el camino digital o tendrá que seguir el camino de otros que están fijando estas normas para nosotros"
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea

1

Ciudadanos con capacidades digitales y profesionales del sector digital altamente cualificados: Para 2030, al menos el 80 % de todos los adultos debería tener competencias digitales básicas y debería haber 20 millones de especialistas en TIC en la UE, con más mujeres adoptando este tipo de trabajo.

2

Infraestructuras digitales seguras, eficaces y sostenibles: Para 2030, todos los hogares de la UE deberían tener conectividad de gigabit y todas las zonas pobladas deberían estar servidas por redes 5G; la producción de semiconductores de punta y sostenibles en Europa debería representar el 20 % de la producción mundial; deberían desplegarse en la UE diez mil nodos externos muy seguros y climáticamente neutros; y Europa debería tener su primer ordenador cuántico.

3

Transformación digital de las empresas: Para 2030, tres de cada cuatro empresas deberían utilizar servicios de computación en nube, macrodatos e inteligencia artificial; más del 90 % de las pymes debería alcanzar al menos un nivel básico de intensidad digital.

4

Digitalización de los servicios públicos: Para 2030, todos los servicios públicos clave deberían estar disponibles en línea; todos los ciudadanos deberían tener acceso a su historial médico electrónico; y el 80 % de los ciudadanos deberían utilizar una solución de identificación electrónica.

La Comisión Europea ha empezado a analizar las 437 aportaciones recibidas, incluida una del Gobierno de EEUU que avisa de los riesgos de imponer un pago directo a los proveedores de contenidos y aplicaciones, pues daría a las ‘telecos’ más control sobre sus clientes y aumentaría los costes para los consumidores. El próximo paso, previsto para otoño, es presentar una propuesta de ley de telecomunicaciones a partir de un tres principios: la investigación y la excelencia científica, el desarrollo de un mercado único que aproveche el potencial de los 440 millones de consumidores europeos y la creación de operadores paneuropeos para hacer frente a la gran fragmentación que existe en el continente.

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Un reportaje de Silvia Martinez
Infografías de Francisco J. Moya
Diseño de Andrea Hermida-Carro
Coordinación de Rafa Julve y Jose Rico