De la bombilla al led

Por Agustí Sala/
Diseño: Andrea Zúniga

De 1978 a 2023 ha cambiado sustancialmente la forma en la que se produce y consume la energía eléctrica. Se ha pasado de la bombilla incandescente, un invento atribuido a Thomas Alva Edison en el siglo XIX, al led, más duradero y eficiente, y la total electrificación de la sociedad.

En la actualidad, el consumo eléctrico per cápita se sitúa en más de 5.000 kilowatios por hora (kWh) al año, el doble que hace 45 años. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (Idae) los 9,7 millones de hogares que había en 1978 en España consumían la mitad, con más miembros y menor eficiencia energética, que los 18,8 millones existentes hoy por hoy, con menos habitantes por vivienda, mucha mayor electrificación (más electrodomésticos, televisores, ordenadores y demás dispositivos), pero con mayor eficiencia.

En los albores de la democracia, con solo dos canales de televisión: la primera cadena y al segunda de TVE y al inicio de series como ‘Cañas y barro’ o ‘Dallas’, primaba el blanco y negro al que sustituyó la tele en color, especialmente con los mundiales de fútbol de España en 1982. Fue uno de loso grandes cambios. En todo caso, el consumo eléctrico siempre ha ido ligado a la evolución de la economía y, en 2005, antes de la gran crisis financiera en 2008, llegó a superar los 6.000 kWh per cápita para luego estabilizarse en el nivel actual.

Una de las características de los hogares actuales es el peso del ‘stand-by’, es decir, cuando los dispositivos no están en marcha pero siguen conectados, o sea , cuando no se han apagado del todo. Ese consumo ‘fantasma’, que difiere del que había hace 45 años, puede ser hasta el 10% del total.

Pero desde 1978 también ha variado la forma en la que se generan los kilovatios que consumimos. A principios de los años 70, la producción de energía eléctrica en España estaba dominada por el carbón y el agua y, a mucha distancia, por la energía nuclear. Solo funcionaba la nuclea de Zorita de los Canes (Guadalajara), que hoy es la primera que se está desmantelando.

Tras la primera crisis del petróleo en 1973 y la segunda, en 1979, un año después del lanzamiento de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, la nuclear fue ganando peso en el mix energético, con la entrada en funcionamiento de cinco centrales para garantizar el suministro y depender menos del petróleo. Y se sumó la térmica con fuel y gas.

A nivel de regulación, en 1988 se puso en marcha un nuevo sistema de cálculo de las tarifas eléctricas, conocido como marco legal estable para superar el desequilibrio financiero que padecía el sector. Y en 1996 empezó el proceso de liberalización que comportó integraciones y fusiones tras un periodo dominado por el sector público. Las eléctricas en España se beneficiaron de los denominados costes de transición a la competencia, el denominado “el billón de las eléctricas” (1,3 billones de pesetas, más de 6.000 millones de euros).

Luego se han producido más reformas legales, como la que a mediados de los 2000 modificó el funcionamiento del mercado tras un desbocado encarecimiento de los precios o la modificación de la tarifa regulada (PVPC), que se ligó al vaivén del mercado, hasta llegar a la última reforma que entrará en vigor el 1 de enero de 2024.

En la generación eléctrica no fue hasta el inicio de los 2000 que cobraron protagonismo los ciclos combinados, que son los que producen electricidad a partir de gas, y que llegaron a ser la primera fuente de generación eléctrica. Pero fueron perdiendo protagonismo con el impulso de las energías renovables y pasando a ser un ‘colchón’ del sistema para cuando fallaran el viento o el sol.

Y es que el primer parque eólico conectado a la red se situó en Garriguella (Alt Empordà) en 1984. El mismo año se conectó a la red el primer parque solar fotovoltaico situado en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix, ese mismo año.

Pero las energías renovables no vivieron un auténtico auge hasta los 2000, con las primas establecidas para potenciar las inversiones. Gracias a ello se han convertido en más de una ocasión en la principal fuente productora de electricidad. Después de que lo lograra la eólica, la energía solar (fotovoltaica y térmica) lo ha conseguido recientemente, después de la crisis de precios del gas por la guerra en Ucrania y el establecimiento de la denominada excepción ibérica, que permitió a España y Portugal poner topes al precio.

Todo son pasos en un proceso hacia la descarbonización promovido desde la Unión europea (UE) en el que también se evoluciona hacia la generación distribuida de energía eléctrica, en vez de los grandes centros de producción y redes de transporte, con un papel destacado del autoconsumo.

Y en los próximos 45 años...

'La energía de aquí a 2050',
por Joan Vila

Un reportaje de EL PERIÓDICO

Textos:
Agustí Sala
Diseño e ilustraciones:
Andrea Zúñiga
Coordinación:
Rafa Julve, Ricard Gràcia y Iosu de la Torre