Trámites del IRPF

Por qué hay que hacer la declaración de la renta

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Novedades de la declaración del IRPF del ejercicio 2022

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Lola Gutiérrez

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La declaración de la renta o del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) es un trámite anual que tienen la obligación de realizar los residentes en España que hayan ingresado más de 22.000 euros el año anterior procedentes de un único pagador o 14.000 euros de varios pagadores. En este caso, la suma de los ingresos percibidos por el segundo y el resto tienen que superar los 1.500 euros al año.

Si por equivocación o despiste no se presenta la declaración de la renta o no se presenta cuando toca, la Agencia Tributaria puede multar y sancionar. Hecho que, además, no te eximirá de presentar la declaración de la renta que no entregaste en su momento. Si la presentas con más de un año de retraso, tendrás además que pagar intereses de demora. Por si no fuera poco, la Agencia Tributaria también te puede multar si te equivocas al hacer la declaración de la renta.

Pero, ¿por qué hacerla? La respuesta es simple: porque es obligatorio. El IRPF es un impuesto que deben pagar las personas físicas residentes en España por todos los beneficios o rentas que hayan obtenido a lo largo del año fiscal. Es decir, por los ingresos netos obtenidos una vez se restan a los ingresos brutos los gastos que sean deducibles.

Lo debe hacer toda persona física, de nacionalidad española o no, que haya residido en España más de 183 días durante el año natural, o que tenga en el país el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos de forma directa o indirecta, está obligada a declarar.

Incluye tanto los ingresos recibidos como asalariados (la nómina, por ejemplo) o los obtenidos como trabajadores por cuenta propia (es el caso de los autónomos) como los procedentes del cobro de prestaciones públicas, como una pensión.

También es obligatorio declarar las criptomonedas y las ganancias obtenidas por juegos 'online', fondos de inversión y rendimientos del capital mobiliario (alquileres, por ejemplo).

El dinero que la Agencia Tributaria recauda con las declaraciones de la renta se usan para pagar prestaciones y ayudas públicas -pensiones, por ejemplo-, a los que Hacienda destina un 39%. A Sanidad destina un 14% y a educación y asuntos económicos un 10%. Además, los intereses de la deuda que arrastra España suponen un 7%, es decir, 0,70 euros de cada diez recaudados.