Sector en reconversión

Joan Gené, director del Incavi: "Al vino sin alcohol le pasará como a la cerveza y, con el tiempo, será cada vez mejor"

"Hay que ver si la moda del vino blanco es coyuntural o estructural antes de ponerse a arrancar cepas y plantar nuevas variedades", avisa el director general del organismo regulador catalán

Los cambios de hábitos y las malas cosechas abocan al sector del vino a una crisis mundial

Joan Gené Albesa, director general del Institut Català del Vi (Incavi), en un laboratorio del organismo.

Joan Gené Albesa, director general del Institut Català del Vi (Incavi), en un laboratorio del organismo. / Incavi

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

Barcelona
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El ingeniero agrónomo Joan Gené (Vilabella, Tarragona, 1959) es el director del Institut Català del Vi (Incavi) desde el pasado octubre. Y aunque su nombramiento es reciente, su vínculo con el sector es bastante más antiguo. Gené ha sido durante una década director gerente del Consorci d’Inspecció i Control, un organismo en el que participan todos los consejos reguladores de las denominaciones de origen protegidas catalanas. Eso le permitió trabajar, codo con codo, durante esos años con los viticultores.

¿Cómo ve este año al sector? Parece que las lluvias han mejorado la situación...

Sí, las perspectivas son algo más optimistas de cara a la próxima vendimia, pero hay que esperar a ver el comportamiento de las plantas que resultaron dañadas durante la sequía. Por eso, es probable que este año, pese a lo que ha llovido, no haya todavía una cosecha de gran volumen, porque la planta ha necesitado un tiempo para recuperarse antes de dar fruto, pero sí de muy buena calidad.

Eso no es una buena noticia para la recuperación, que según la Organización Internacional de la Viña y el Vino, se encuentra sumida en una crisis de consumo...

Es cierto que ha habido un descenso, pero como aquí hemos sufrido también unos años con una bajada de producción muy importante, eso ha compensado, en cierta medida, la reducción generalizada que ha habido en el consumo. De todos modos, el impacto de este menor consumo hay que segmentarlo, ya que estamos viendo que los vinos con denominación de origen (DO) y los espumosos no se han visto tan afectados como los vinos de menos calidad. La apuesta ha de ser, pues, ir a buscar un valor añadido más alto del producto. Por suerte, Catalunya es un país con una producción en la que la media de valor del vino comercializado está aumentando... No somos tierra de vinos baratos, por decirlo de algún modo.

Los agricultores están pidiendo una reconversión varietal, plantar por ejemplo más variedades blancas, que están de moda, para poder ser más competitivos. ¿Está el Incavi en esa línea?

Esta petición se da más en el resto del Estado que en Catalunya, si bien es cierto que el consumo de vino blanco se mantiene mejor que el de tinto. De hecho, el año pasado algunas bodegas vinificaron variedades de tinto como blanco, es decir usaron uvas que tradicionalmente se utilizaban para vinos tintos para elaborar vinos blancos. Pero antes de acometer una reconversión varietal y arrancar viñas hay que ver si estas tendencias son coyunturales o si se han convertido en estructurales.

Una visitante de la Barcelona Wine Week prueba un vino tinto durante la feria.

Una visitante de la Barcelona Wine Week prueba un vino tinto durante la feria. / Enric Fontcuberta / Efe

¿Pero hay regiones que sí están ya arrancando viña para sustituirla por cepas más comerciales? Burdeos, por ejemplo.

Sí, sí, y en algunas de Rioja se están planteando también. Pero aquí en Catalunya aún no hemos llegado a esa situación. Lo cierto es que hay un equilibrio en casi todas las denominaciones de origen catalanas entre tinto y blanco. Quizás haya alguna, y estoy pensando por ejemplo en la Terra Alta, en la que sí habría que hacer un esfuerzo y plantear una reconversión de variedades. Pero hay otras, como Priorat, donde precisamente el valor añadido se lo dan sus cepas centenarias... ¡Y esas, por supuesto, no hay que tocarlas!

¿Y el vino sin alcohol? ¿Cómo valora las inversiones que se están haciendo para captar ese mercado?

Esta sí que es una tendencia clara del mercado. Las bodegas lo han visto y ya salen productos de cierta calidad. Mire, yo creo que al vino sin alcohol le va a pasar algo parecido a lo que le pasó a la cerveza 0,0%, y es que la tecnología y la innovación llegarán a hacer que, con el tiempo, sea un producto mejor. Y luego está el vino de baja graduación, el llamado 'low alcohol', que también está haciendo progresos muy interesantes en algunas bodegas. Son vinos de unos 8º que tienen también buena aceptación en el mercado. Desde el Incavi, y en un momento de posibles cambios coyunturales o estructurales, que están por verse, estamos acompañando al sector, asesoramos bodegas y denominaciones de origen. Por ejemplo, hemos organizado para el 20 de junio una sesión informativa sobre la normativa europea y las tendencias de los vinos desalcoholizados y de baja graduación.

Hablábamos al principio de la crisis de consumo, ¿cómo se están preparando los vinos catalanes, en general, para hacerle frente?

Pues como le decía, hacemos una apuesta fuerte porque los productos sean de calidad, incluso aquellos que se comercializan en el supermercado. Tenemos vinos excelentes a precios muy competitivos, de entre 6 y 7 euros, excepto Priorat. Estamos manteniendo nuestra cuota en hostelería, que es un canal muy importante, y hemos llegado a que un tercio de la producción se venda por canales alternativos como el 'e-commerce' y el enoturismo.

Pero aun así, algunas empresas no se han librado de tener que aplicar recortes, como Freixenet, que ha anunciado un ere del 26% de su plantilla.

Bueno, Freixenet se está reestructurando. No sabemos qué rumbo tomará la empresa, pero seguro que seguirá haciendo cava y seguirá comprando la uva a nuestros agricultores. De eso no tenemos la mínima duda.

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