Sector agroalimentario

La industria catalana del vino genera 3.200 millones de euros al año, un 1,2% de la riqueza de la comunidad

El volumen de negocio del sector se ha duplicado en casi una década y tiene hoy en día unas 500 empresas más que en 2016

Freixenet incrementa su facturación hasta los 1.200 millones, pero alerta del potencial impacto de la sequía en su negocio

Dos trabajadores durante la vendimia del año pasado en Catalunya, en la bodega Alta Alella

Dos trabajadores durante la vendimia del año pasado en Catalunya, en la bodega Alta Alella / ZOWY VOETEN

Paula Clemente

Paula Clemente

Barcelona
Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Contra viento (lo mucho que se han incrementado los costes operativos en los últimos años) y marea (la sequía), la industria del vino crece en Catalunya. Lo hace, por lo menos, en comparación con lo que ocurría hace ocho años, la última vez que la Generalitat radiografió la dimensión de este sector. Si entonces se dedicaban a él unas 850 compañías que movían a final de año unos 1.600 millones de euros en total, ahora, ambas cifras han subido hasta las 1.300 empresas y los 3.200 millones de euros.

Concretamente, según el estudio 'La cadena de valor vitivinícola a Catalunya', elaborado por Acció y presentado este lunes junto a Innovi (el clúster vitivinícola), hay 1.384 empresas que se dedican bien al cultivo y cuidado de la viña, bien a recolectar la uva, a la vinificación, al almacenaje, al embotellamiento o a la comercialización de vinos tranquilos y espumosos. En conjunto, todas ellas dan trabajado a unas 10.400 personas y generan 3.267 millones de euros de volumen de negocio cada año, lo que equivale al 1,2% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad. Dicho de otro modo, el 1,2% de la riqueza de Catalunya proviene de la industria vitivinícola.

Son, en general, compañías con más de diez años de vida (lo que indica que es un sector de bodegas consolidadas), pero lo que más se estila son las empresas medianas y pequeñas. Un cruce rápido de datos induce a pensar que cada bodega factura de media 2,5 millones de euros aproximadamente, pero teniendo en cuenta que la última vez que Henkell Freixenet presentó resultados habló de unos ingresos anuales de 1.200 millones de euros (es decir, que ella sola concentra en torno a un 37% del volumen de negocio total) y que otras empresas conocidas como Codorníu o Familia Torres facturan en torno a 200 millones cada una, la media de ingresos por empresa es inferior al millón de euros.

Sector exportador

Independientemente de eso, la mitad de las compañías son exportadoras, con Alemania, Estados Unidos, Bélgica, Reino Unido y Japón al frente de los mercados que más vino catalán adquieren. A la inversa, los países a los que más compramos son Francia, Italia, Portugal, Alemania y Reino Unido, aunque vendemos cinco veces más vino del que compramos. Fueron 615 millones de euros obtenidos de la exportación en 2023, frente a los 104 millones de euros que gastamos en producto de fuera. Con todo, mientras la primera gráfica va a la baja, la segunda lleva subiendo desde 2020, probablemente por los problemas de producción a los que está llevando la sequía de los últimos años.

"El ecosistema del vino experimenta un proceso de transición, con dos claras líneas de transformación: de un lado, la apuesta por la sostenibilidad y la optimización de los recursos para la elaboración y el cultivo del producto -subraya Acció en un comunicado-, y, del otro, la consolidación del uso de la tecnología en el ámbito digital como a elemento potenciador de la cadena de valor". Respecto a lo primero, los responsables del estudio aseguran que las empresas del sector están virando cada vez más hacia los productos saludables, ecológicos y, en general, los vinos 'premium'. En cuanto a lo segundo, la principal conclusión es que empieza a ser habitual el uso de la inteligencia artificial, el 'big data' y la robótica.